Yo no voté por ese mula

Byron R.Titus | Política y sociedad / TRANSFORMACIÓN

Solidaridad incondicional con nuestro heroico, admirable y sufrido pueblo.

Ahora resulta que este chiste de presidente nos cayó por obra y gracia del espíritu santo. Nadie voto por él, es un castigo divino.

Conversando con el reducido número de amigos con quienes todavía se puede tener una conversación en vivo, franca y constructiva en Guatemala, resulta que ninguno de ellos ni ellas votaron por el tal Jimmy Morales. Las respuestas que me dan varían desde “yo no vote por ese mula” hasta “yo no vote por ese HdP”. Así de colorido el léxico de nuestro pueblo, sobre todo ahora que está herido en lo más íntimo. Como hace rato que yo no vivo en Guatemala les pido a los que si viven allá me expliquen que paso. Pregunto: ¿entonces qué fallo?, ¿qué pasó?, ¿cómo paramos con este remedo de estadista?, ¿quiénes votaron por él?

No lo vas a creer me dicen, pero “esta M” era la opción menos peor a la que llegamos. Los otros, el tal Baldizon, la Sandra y la Zury… Imagínate que calaña para que la gente haya creído que “esto” era lo menos peor. Este payaso se ufanaba de no ser ni corrupto ni ladrón, además se hizo acompañar de un ex – rector de la Universidad San Carlos, la gente conocía al tal Jimmy no como político, pero como un comediante de segunda con un repertorio de chistes de mal o pobre gusto. Así que, ante las otras opciones ya conocidas con historial, de seguro esa opción les pareció más inofensivo –pero yo no voté por ese mula, yo voté nulo afirman. Sí, les respondo, otros me dicen también que no votaron, o votaron nulo o escribieron el nombre de su mascota en la papeleta, ahora nadie asume responsabilidad por él. Pero tu indiferencia electoral te incrimina.

Nos podemos seguir preguntando todo lo que quieran. ¿Qué pasó? Pero si no aprendemos a evitar lo sucedido volveremos a repetir esta tragedia. Ya comprobamos de que el individuo es un inútil -estamos de acuerdo en eso-, está rodeado de gente mediocre sin ninguna preparación, en el mejor de los casos son personajes pusilánimes, que si no fuera por la venia de este –ni corrupto ni ladrón, (guiño de ojo)-, jamás hubieran escalado ni al sótano de un gobierno medio regular.

Está bien preguntar, analizar, discutir y compartir ideas, pero para generar alternativas, ¿qué vamos a hacer la próxima elección, que ya se nos viene encima? ¿Cómo vamos a evitar terminar en las mismas o peores circunstancias? ¿Y si el panorama es tan desolador como el de la vez pasada incluyendo fantasmas inútiles del pasado o nuevos corruptos? ¿Cómo vamos a hacerle para detener el proceso a tiempo? Existe algún mecanismo legal en que podamos establecer de que la selección final de candidatos es mediocre y que no podemos escoger entre el peor y el más peor? ¿Cómo impediremos que se filtren estos elementos negativos? ¿Cómo evitarles legalmente que compren su derecho a participar y quizás el resultado de las elecciones?

Lo pasado ya lo estamos sufriendo, sobre todo los deudos de los cientos de muertos (incluyendo del hogar seguro). Ahora tenemos que resolver un final aceptable a esta tragicomedia, pero más importante tenemos que evitar que vuelva a suceder. De nada nos sirve seguir sin asumir responsabilidad por no haber votado por ese inútil, lo importante es implementar un filtro democrático permanente, que nos libre de la mediocridad y la corrupción. Yo tampoco voté por esa mula, pero asumo responsabilidad para apoyar a sacarlo.


Byron R.Titus

Sociólogo, investigador científico y transformador. Conferencista y asesor internacional. Actualmente director del Regional Resource Center en Webster MA. Fundador y director del Centro de Transformación a la Excelencia. Vivo fuera de Guatemala desde la noche del dia de la virgen de Guadalupe 1975. Mi cumpleaños es el 15 y 16 de julio, resido -hasta que San Juan baje el dedo- en Nueva Inglaterra, EUA. Amante de las artes, particularmente la literatura y la música.

Transformación

Un Commentario

Ernesto 19/06/2018

Muy buen artículo.
Hay que asumir nuestra responsabilidad.

Dejar un comentario