Mauricio José Chaulón Vélez | Política y sociedad / PENSAR CRÍTICO, SIEMPRE

Ni para el derrocamiento de Árbenz se dieron visitas tan seguidas de altos funcionarios del imperio. La lectura crítica y analítica de este fenómeno es obligada ahora.

El Plan para la Prosperidad de lo que Estados Unidos ha denominado «Triángulo Norte» debe asegurarse, y principalmente Guatemala debe ser supervisada de manera meticulosa.

Existen cinco objetivos muy claros hacia donde apunta hoy el hegemón:

El primero es Venezuela. Las guarimbas no han logrado su cometido y tampoco las elecciones. Les queda el desgaste económico, el cual resiste el pueblo venezolano; el aislamiento internacional, el magnicidio y la intervención militar. ¿Qué papel juega Guatemala ahí? Como ya se vio, este gobierno votará de nuevo en contra de Venezuela en cualquier instancia. Guatemala será un aliado indiscutido de Estados Unidos en la OEA. Al mismo tiempo, se le colocará como «ejemplo» en la «lucha contra la corrupción», representándose esa dicotomía de buenos y malos en el ámbito internacional, aquello que se empezó a manejar desde el gobierno de Bush Jr.

El segundo objetivo es Brasil. Lula está a punto de quedar libre, luego que un espurio proceso judicial lo intentase marginar de la candidatura presidencial. En el momento de volver a ser candidato, Lula, seguro, ganará las elecciones. Esto será un golpe durísimo para el nuevo Plan Cóndor en América del Sur, y reforzaría a Venezuela y Bolivia, al mismo tiempo que le devuelve esperanzas a las organizaciones sociales para reestructurar un movimiento regional antiimperialista y que logre derrotar las políticas neoliberales y las restauradoras del conservadurismo. O al menos enfrentarlas con mayor fuerza. En ese sentido, Estados Unidos buscará evitar, a toda costa, que Lula regrese a la arena política. ¿Qué papel juega Guatemala en esto? De nuevo, ser representada como la gran aliada en la lucha contra la corrupción, comparando a Lula con el gobierno de Pérez Molina. Y, por supuesto, votando a favor de los intereses de los EE.UU. en cualquier momento, en la OEA.

El tercer objetivo es Nicaragua. El imperio ha encontrado la posibilidad de derrocar al gobierno de Daniel Ortega. Y tratará de no perder la oportunidad de destruir al sandinismo. Los nexos de Nicaragua con China y Rusia significan para la hegemonía de los Estados Unidos un golpe y cierto peligro. Por ello, seguirá intentando generar condiciones de desestabilización en territorio nicaragüense, ampliando el Plan para la Prosperidad hasta aquel país, en una especie de rectángulo de dominio. ¿Qué papel juega Guatemala en esto? Apoyar a los Estados Unidos en cualquier decisión centroamericana de condena al gobierno de Ortega, al igual que en la OEA. Asimismo, servir nuevamente de «ejemplo» con lo sucedido en el 2015 y lograr la «réplica ciudadana» para sacar a Ortega del poder. Sin embargo, como no está funcionando la operación, ya se está recurriendo a la violencia a través de las guarimbas como en Venezuela. La infiltración de maras también se está realizando, por lo que las redes de funcionamiento del crimen organizad permitido en Guatemala son importantes para este objetivo del imperio.

El cuarto objetivo es México. Andrés Manuel López Obrador sigue encabezando las encuestas de intención de voto. De concretarse, sería un triunfo histórico de un candidato de izquierda desde Lázaro Cárdenas. A pesar de que no se ejecutará un gobierno socialista ni mucho menos, lo que sí es seguro es que se revertirán muchas políticas antipopulares. Las organizaciones sociales ganarán nuevos espacios y el consenso será más nacionalista. Esto implica que las políticas de seguridad a lo interno y en las fronteras pueden afectar los intereses de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, el petróleo mexicano será protegido, al igual que se generarán mejores condiciones para la producción local, lo que pone en riesgo la total hegemonía en los tratados de libre comercio y en el manejo de la fuerza de trabajo migrante, la cual se abarata cada día más por las medidas migratorias del gobierno de Trump. ¿Qué papel juega Guatemala en esto? De nuevo, apoyar a los EE.UU. en cualquier decisión tomada a nivel regional. Continuar como aliada en las políticas regionales de seguridad y migración, reforzándose desde aquí la frontera sur. Esto implica que la presencia militar y de la DEA se reforzarán desde Guatemala y Honduras, ante cualquier eventualidad en un México que no será aliado del todo.

El quinto objetivo es Guatemala misma. La supervisión del Plan para la Prosperidad es, como lo dije al principio, meticulosa. Este gobierno es demasiado incapaz y corrupto para dejarlo solo. De ahí que no vuelve a ser cualquier funcionario quien viene, sino el mismo vicepresidente de los Estados Unidos. Asimismo, las negociaciones con Morales y la parte de la oligarquía redimida continúan. Guatemala es la cabeza de playa del denominado «Triángulo Norte», por lo que no será descuidada. El guión para controlar la migración y que no se eleven los migrantes, pero que tampoco se terminen para que la oferta de pago a la fuerza de trabajo siga siendo baja, es importante mantenerlo. De manera paralela, la producción de palma africana y de mercancías minerales a través del extractivismo es clave para el imperio.

Estoy seguro de que en su decadente actuación a conveniencia, y su frustrada carrera militar, Morales hoy se cuadrará con un “¡Yes Sir, Mr. Pence!”.

Mauricio José Chaulón Vélez

Historiador, antropólogo social, pensador crítico, comunista de pura cepa y caminante en la cultura popular.

Pensar crítico, siempre