Washington-Miami-Guatemala-Panamá

Jorge Mario Salazar M.| Política y sociedad / PALIMPSESTO

Poder comprender la problemática nacional se complejiza aún más en la medida que se conforma y fortalece un eje de defensa institucional contra la corrupción, con la participación de múltiples sectores decantados de otras posturas más conservadoras y radicales. Simultáneamente, el eje contra las reformas comienza a dividirse y a perder fuerza, en tanto que pierden el apoyo de sectores empresariales que declaran su arrepentimiento por financiar ilegalmente las campañas electorales y de ser corresponsables de la crisis de Estado.

El agrupamientos que se evidencia más en contra de los procesos que siguen el Ministerio Público y la Cicig, es el llamado Pacto de Corruptos, que reúne al presidente de la República, diputados, políticos en partidos cancelados y en proceso de cancelación, y personas en algún cargo público señalados de corrupción, así como la mayoría de alcaldes municipales, aunque el presidente de la ANAM hable de unos 40 alcaldes fieles a este pacto. En este grupo también hay intereses económicos que se corresponden con la estructura más antigua de contrabando en puertos y aduanas y sus clientes de todo cuño. Sus relaciones externas pueden ser los presos VIP y, desde Panamá, Serrano Elías.

El otro agrupamiento que se deja ver lo encabeza una alianza social contra la corrupción que ha mantenido su denuncia y vigilancia contra los corruptos, ha hecho innumerables denuncias y ha realizado acciones públicas que han logrado detener acciones de impacto a favor de los procesados por corrupción y han impulsado las reformas de los sistemas político y judicial. A este grupo se unieron empresarios. De un lado el más reconocido que se llevó todas las imágenes de prensa, Dionisio Gutiérrez, comprobado comprador de propuestas políticas de toda clase. Desde la implementación de golpes blandos hasta alianzas de gobernabilidad con diferentes gobiernos. Y de otra mano, los empresarios arrepentidos de haber financiado a Jimmy, aunque no ha sido el único gobernante a quien facilitaron dinero para sus campañas, de manera ilícita y de quien sacaron ventajas. También se manifiestan, en este segundo bloque, sectores populares, intelectuales, centros de pensamiento y universidades. Tienen vínculos externos con la comunidad internacional y La embajada. De parte de los empresarios, Florida.

Lo que es verdaderamente nuevo en la situación, es que todos los sectores se encuentran divididos y se matizan sus posiciones en relación con los diferentes puntos que se deben debatir para un diálogo productivo de cara a la crisis. Uno por uno, los sectores de influencia y tradicionalmente considerados como decisorios y en confrontación, están divididos. De los partidos políticos no hace falta análisis, ya que su único elemento adherente es el dinero de los negocios de Estado.

El empresariado se ha dividido en diferentes capas. Algunos se declaran a favor de procesos más progresivos, aunque aún no se ha llegado a puntos sustantivos, y la experiencia de los últimos meses ha sido su cerrazón con respecto al reconocimiento de la diversidad étnica y jurídica del Estado y la reforma fiscal. El Ejército cuenta con una gruesa capa superior de militares proclives al statu quo, pero que no han podido manifestarse debido a que no cuentan con el respaldo de la gran mayoría de decisores en su seno.

El sector social es el más afectado, ya que las mayores organizaciones sindicales, magisterio y salubristas, están cooptadas por la corrupción y se alternan para brindar apoyo al gobierno de turno a cambio de unos cuantos quetzales. Las otras expresiones sindicales no son capaces de movilizar a la sociedad. El sector campesino se ha difuminado en el proceso de formar un partido político y no se diferencian las acciones reivindicativas del campesinado con su plataforma política electoral. Los estudiantes universitarios de la San Carlos lograron desplazar a los remanentes lúmpenes heredados por las mafias, pero las autoridades universitarias siguen profundizando su decadencia con funcionarios más cuestionados.

¿Qué otra sociedad civil? Las organizaciones sectoriales autogestionables o apoyadas por alguna forma de financiamiento externo. Algunos desprecian el oenegenismo y echan en el mismo saco a las expresiones utilizadas por las mafias para enriquecerse junto a otras que juegan un papel de educación y formación de influencia a favor de los cambios necesarios en la política nacional.

Nuevamente nos encontramos en la disyuntiva de entrar a fondo en un debate nacional sin articuladores, sin partidos políticos de verdad, sin agenda, sin capacidad de diálogo y sin propuestas articuladoras para un movimiento nacional unitario o de llegar a otro proceso electoral en peores condiciones que la última vez, con el terrible resultado obtenido. Las ideas tienen un boleto de viaje Washington-Miami-Guatemala-Panamá y viceversa, pero en el país se nos termina el tiempo otra vez.


Imagen principal tomada de Dreamstime.

Jorge Mario Salazar M.

Analista político con estudios en Psicología, Ciencias Políticas y Comunicación. Teatrista popular. Experiencia de campo de 20 años en proyectos de desarrollo. Temas preferidos análisis político, ciudadanía y derechos sociales, conflictividad social. Busco compartir un espacio de expresión de mis ideas con gente afín.

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