Una parte del arcoíris: el color índigo

-Mariajosé Rosales Solano / ÍNDIGO EN LA VIDA

Esta columna es parte de la sección Arcoíris, quise nombrarla el Color índigo de la vida pues es el sexto color del espectro solar, es una mezcla entre azul, violeta y verde, es una muestra de la complejidad de la vida. Esta sección es sobre la población LGTBI y trataré de reflexionar sobre las lesbianas, mujeres trans, bisexuales, hombres trans y feminismos. En este nuevo espacio quiero desarrollar y analizar el régimen político heterosexual y las relaciones sociales en territorios como Guatemala.

Me llamó la atención escribir sobre el censo poblacional y la posibilidad de medir la población LGTBI en Guatemala. Hace unos días, varias compañeras feministas discutimos sobre esto y qué significan algunos ámbitos del censo en cuanto a la posición política de las personas. Rápido me vino a la mente el momento de hacer la pregunta: «¿se considera usted de la población LGTBI?»; igual expresó una amiga sobre la pregunta de los pueblos originarios. Empezamos hablar sobre la identidad, tratamos de profundizar qué significa una posición política ante las desigualdades y la necesidad de visibilizar lo que tanto quieren ocultar.

Y ¿para qué sirve ser parte de las estadísticas poblacionales en un Estado-nación como Guatemala? Aquí se pueden abrir debates, pero para mí, solo el hecho de que esa oración esté y se repita en cada casa, significa una ruptura a la hegemonía de este régimen político.

Pueden imaginar esta escena: una persona encuestadora pregunta si se identifica o no de la población LGTBI, y la persona que escucha la pregunta -supongo que habrá unos segundos de silencio incómodo- tendrá que hacer una revisión cognitiva para la respuesta a esa pregunta. Pocas tendrán la respuesta en la punta de la lengua, otras no tendrán idea qué significa, y la persona encuestadora tendrá que explicar, otras tendrán un grito en el corazón pero tragarán saliva y dirán que son heterosexuales. Solo este hecho en sí, es una posibilidad de analizar sobre este régimen. Asimismo, existen normas, acciones, prácticas, ideas y relaciones en Guatemala para evidenciar cómo está constituido y su vinculación con la matriz de dominación.

El objetivo de las organizaciones que trabajaron en la mesa técnica para integrar y elaborar ese dato dentro del censo es presionar la puesta en práctica de políticas públicas a favor de esta población. Además de romper con la justificación que promulgan funcionarios públicos sobre la no existencia de esta población, para que no haya necesidad de asignar recursos.

Un ejemplo de esta lucha por la visibilidad ha sido el pueblo xinka. En el censo poblacional realizado en 2002 se atrevieron a decir que este pueblo estaba desapareciendo. Desde entonces, varias organizaciones han desarrollado acciones tanto para decirle al Estado-nación aquí esta presente el pueblo xinka, como para posicionar dentro de la población nombrar y recuperar su cultura y cosmovisión. Así que, será similar el camino de la población LGTBI para que cada vez seamos más visibles en esta tierra del terror.

Por supuesto, significa un trabajo de largo camino para que las personas nos atrevamos a salir del armario a lo público, sin tener el pavor de ser atacadas o agredidas por ese hecho. Creo que es un avance y un reto para el censo este dato, espero con ansías estos resultados para analizar sobre las condiciones sociales, económicas y políticas de homosexuales, bisexuales, lesbianas, personas trans e intersexuales. Todo esto para contribuir a erradicar el régimen heterosexual.

Mariajosé Rosales Solano

Lesbiana, feminista, antiracista. Fotógrafa, hierbera y lectora. Amante de la música y el cine. Urbana de casi cuarenta vueltas al sol.

Índigo en la vida

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