Una mirada rápida a la música clásica india y su filosofía dentro del espectro social, cultural y estético moderno (I)

-Igor Sarmientos / FERMATA

Frecuentemente, y con mucha razón, por el desconocimiento de la música y el arte de otras culturas asiáticas, y sobre todo su filosofía, estas resultan exóticas o extrañas para las sociedades latinoamericanas y más aún a las centroamericanas. No hay duda que habrá escasas excepciones. Sin embargo, estas culturas no se conocieron en Latinoamérica sino hasta entrados los años cincuenta o sesenta, cuando ingresaron, ya sea por libros traducidos al español de ediciones de filosofía “oriental”, seguidos de la moda psicodélica de los sesenta, la filosofía del yoga de hasta nuestros días con la distorsión de de lo suave y fácil mercado del “New Age” y de una clase alta. Pero como apertura a este texto, recuerdo muy bien a un profesor de Filosofía, cuando cursaba mis estudios de Maestría de Filosofía en una universidad privada de Guatemala, haberle dicho a los asistentes con toda autoridad, que el pensamiento que existe en China, India, Tíbet, etcétera, no es filosofía de ninguna manera sino expresiones de historias y leyendas culturales; esto más o menos parafraseando su discurso. Esto sucedió en 1999.

En ese momento sentí haber escuchado una gran estupidez, la cual me incomodó mucho y, hasta el día de hoy, esa sentencia, cada vez que la recuerdo, aún me perturba profundamente. Sin profundizar en ese momento la razón o la justificación que tuvo el profesor para expresarse de esa forma, debimos haberle preguntado más a fondo, y con detalles, las razones filosóficas por las cuales despreció, desvalorizó y disminuyó el pensamiento filosófico y espiritual de las culturas de esa parte del mundo, quitándole aún más el valor humanista y cultural. Lo que me gustaría saber es si este académico, y ahora colega, aún piensa de esa forma hasta el día de hoy. Puede ser que haya cambiado su perspectiva o, como en la mayoría de los casos, por necedad, como es costumbre en Guatemala, se haya aferrado a una posición que es al final de cuentas es egocéntrica.

El hinduismo, además de convertirse en tradición espiritual más popular y que practica una mayoría en el subcontinente indio, se origina en los Vedas, los cuales conforman una colección de textos más antiguos escritos en sanscrito en esa región y que dieron origen a la cultura y religión hinduista. Su contenido, que es más que voluminoso, está dividido en los cuatro Vedas: el Rigveda, una colección de más de 1028 himnos que tratan y discurren sobre deidades de la cosmogonía hinduista. El Yayurveda, que trata del conocimiento a través de los mantras y rituales. El Samadeva que, a pesar de ser poemas, debe de ser recitado en forma dulce, acompañado de sonidos y que contiene a los Upanishads, en los que se encuentra el desarrollo de varias escuelas de filosofía hindú, en este texto se hace mención de un instrumento: la veena, que es aún hoy ejecutada en el sur de India. El Atharva Veda, que trata sobre cuestiones morales y asuntos de la vida diaria, y sobre todo metafísicos, tales como la apropiación de un sistema de salud física conectado a la salud mental, a través del conocimiento y experiencia empírica y especulativa, el cual es parte fundamental de la salud hinduista. Es aquí donde encontramos el sistema de bienestar físico conocido como Ayurveda.

Finalmente, se encuentra el Natyasastram o Natyashastra, el cual es un compendio escrito en sanscrito sobre drama, danza, artes visuales, teatro y especialmente describe, analiza y fundamenta la música clásica tradicional India, pero también describe fundamentalmente la historia cultural de India. Su origen data aproximadamente del segundo siglo antes de cristo. Está compuesto por 36 capítulos o partes; coreografías (Kathak), sistemas, estructuras y escalas musicales (Ragas) y sobre todo incluye, y al parecer es el primero que lo hace, la doble importancia de la psicología con la actuación, la profunda estructura de la conexión del sonido (que en su división fiscoacústica va más allá que el sistema occidental), la naturaleza, el cosmos con el ser humano, que hacen que este último sea inefablemente propietario de una ontología estética, filosófica, sutil y estéticamente perfecta, que dan lugar, con toda certeza, a que el respeto por la filosofía del centro de Asia viva en quienes apreciamos y estudiamos este cosmos.

Igor Sarmientos

Guatemalteco, director de orquesta, cellista, pedagogo e investigador académico. Ha dirigido las orquestas más importantes de Latinoamérica. Co-fundador de la Fundación Música y Juventud y del programa de orquestas en el Ministerio de Educación. Ex profesor de la Universidad del Valle de Guatemala y Universidad de San Carlos. Actualmente profesor de cello en Virginia del Norte y profesor especializado del curso Música del Mundo en la Universidad George Mason en Fairfax Virginia.

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