Isadora Bennet | Arcoíris / CONTRASTES
Las calles de Estocolmo se llenan de los colores del arcoíris y personas valientes que marchan porque sueñan con un mundo donde todxs seamos libres de ser quienes somos, sin sufrir discriminación y violencia. Es la Marcha del Orgullo LGTBI+ en Estocolmo, donde 50 000 personas participan, y en medio de la manifestación caminan sacerdotxs y representantes de la Iglesia sueca. Entre ellxs va Eva Brunne, la primera obispa abiertamente lesbiana en Suecia.
Soy cristiana, feminista y lesbiana. Identidades que para mí nunca han implicado una contradicción, sin embargo, entiendo que en los ojos de otrxs a veces existe un conflicto entre estas definiciones. Pertenezco a la Iglesia sueca, donde todxs se pueden casar y donde hay sacerdotxs lesbianas, gays y transexuales. Todas, todos y todes son bienvenidxs a la Iglesia y en la comunidad. Y no digo bienvenidxs en el sentido de que «vengan y oremos juntxs para que se liberen del pecado», no, sino bienvendixs tal como somos en en nuestra diversidad y perfección.
Cuando viví en Guatemala, fue casi imposible encontrar un espacio religioso en el que me pude sentir segura y cómoda – con la excepción de la Iglesia luterana Ilugua , en Zacapa–. Muchas de las iglesias constantemente se oponen a todo lo que podría implicar un país más justo para todxs, un país con igualdad de género y mejoramientos con respecto a los derechos sexuales y reproductivos. Parece que los pastores tiemblan de miedo al pensar que las estructuras patriarcales y económicas cambiarán y desesperadamente siguen predicando sobre la importancia del matrimonio heterosexual, los roles de género tradicionales y el dinero, dinero, dinero, usando la idea del pecado para asustar y controlar a la gente. Al visitar una iglesia evangélica enorme en la ciudad de Guatemala, incluso encontré biblias diferentes para mujeres y hombres… rosadas con consejos de cómo ser una mujer virtuosa o azules con consejos de cómo ser un verdadero hombre…
La teología de la prosperidad domina en muchos de los países latinoamericanos. Básicamente se basa en un concepto donde la prosperidad económica es considerada una bendición de Dios y un «premio» si vives una vida «correcta» (¿según quien?). ¿Pero a dónde nos lleva esta idea? ¿Que si eres pobre es porque no has luchado suficiente o porque lo mereces? ¿O que si estas enferma/o es porque no tienes suficientemente fe en Dios? A través de estas ideas, los pastores que manejan BMW pueden justificar sus privilegios como si fuesen bendiciones, en vez de una expresión de una injusticia estructural brutal. Además, cuando se quita la parte intelectual de la teología y se basa solamente en emociones y carisma, se vuelve muy fácil manipular a grupos grandes.
Regresando a la obsesión de mantener la familia conservadora y los roles de género tradicionales. Si vemos la familia de Jesús es una familia bastante queer. Jesús tiene dos papás, Díos y José, una madre, María más el Espíritu Santo. ¿No les parece muy lejos de la idea conservadora de cómo construir una familia? Creo que es importante entender que la Biblia está conformada por muchos libros diferentes donde personas intentan describir el mundo y Dios. Unx puede encontrar lo que busca –hay historias de amor queer pero también historias de odio y violencia–. La pregunta es cómo decidimos interpretarlas y usarlas. ¿Para predicar odio e intolerancia o para predicar amor y justicia?
Como feminista, nunca uso un idioma patriarcal al hablar de Dios. No hablo del «Señor» o del «Padre», sino de Dios como la que da la vida, la que crea y la que libera. Jesús da inspiración, como una persona que luchaba por la justicia y como alguien que se atrevió a romper las normas y a acercarse a las personas que fueron discriminadas y excluidas de la sociedad. Estoy muy orgullosa de pertenecer a una Iglesia incluyente, donde nos unimos con personas no religiosas o de otras religiones y donde todas, todos y todes son bienvenidxs. En un mundo capitalista e individualista, creo que la fe es una fuerza importante. Para mí, el cristianismo, igual que el feminismo, me da las herramientas para entender y describir el mundo, y la fuerza que necesito para luchar por un mundo más justo.
Y, por cierto, ¿se acuerdan de la historia cuando Jesús saca a los mercaderes del templo? ¿Qué creen que hubiera hecho al conocer a los pastores con BMW y relojes Rolex predicando odio en su nombre?
Fotografía principal de Svenska Kyrkan.
Isadora Bennet

Feminista con la conciencia dividida entre Suecia y Guatemala. Tengo una licenciatura en Estudios Latinoamericanos y trabajé varios años en Guatemala. Actualmente soy estudiante de Estudios de Paz y Conflicto.
2 Commentarios
Felicitaciobes Isadora, es hora de desmitificar la fe y de desmontar la estructura patriarcal perversa de las iglesias…
Muchas gracias Milton, totalmente de acuerdo contigo!
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