Tu historia/mi historia. ¡Tamal de viaje le gritaban! (II)

-Judith González / BIPOLARIDADES

Cony rondaba los catorce años cuando junto con sus dos hermanos y su madre, Eleonora Cortéz, desaparecieron sin dejar huella. Murmullos a puerta cerrada mantuvieron a la población entretenida durante largo tiempo.

Una tarde Paulo, el marido vividor, regresó al vecindario encontrándose con la inesperada sorpresa que se había quedado sin casa y sin familia. Y por más que fue de puerta en puerta tratando de averiguar el paradedo de su mujer e hijos, ningún vecino supo darle información alguna. Paulo desesperado vagó varios días por los alrededores, hasta que un día los vecinos no lo vieron más. Dicen las malas lenguas que se fue a vivir a un pueblo vecino, se hizo de otra mujer con la que tuvo otros hijos, pero que nunca dejó las malas costumbres.

Estela Cortéz viene al mundo

– ¡Dios mío!, ¡¿qué es esto?!
– ¡¿Cómo y cuándo sucedió?!
– ¡¿Cómo no nos dimos cuenta antes?!

Expresaban angustiadas, casi horrorizadas Eleonora Cortéz y su hija mayor mientras escudriñaban de arriba abajo, de un lado al otro el cuerpo de Cony, pero sus miradas se concentraban especialmente en una parte, el vientre. En las últimas semanas a su madre le había llamado la atención los rápidos cambios en la silueta de su hija. Cony, que había sido regordeta desde niña, había logrado bajar algo de peso al entrar a la pubertad, sobresaliendo de su mullida silueta un enorme busto y un trasero redondo.

– ¿Quién fue? ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¡¡Contestá!! ¡¡Contestá, te digo!! – gritaba enfurecida la madre repetidamente, mientras la hermana de Cony le palpaba el vientre a la muchacha como midiéndoselo. Y por más que las dos mujeres, madre y hermana, insistieron bajo toda clase de amenazas, de nada sirvió, de boca de Cony no salió ninguna explicación, testaruda la muchacha, la sangolotearon, la jalaron de los pelos, la abofetearon, pero ningún nombre salió de su boca. Desde aquel día la encerraron en un apartado de la casa, fuera de la vista de conocidos y extraños. Seis meses después dio a luz una pequeña niña, su madre y su hermana la ayudaron con el parto. Cony sufrió muchas horas los dolores antes de dar a luz, pero lo peor de esas horas fueron las humillaciones verbales que sufrió de parte de su madre. Todavía cuando la criatura estaba a punto de salir del cuerpo agotado de Cony, la madre le interrogaba a gritos por el nombre del hombre que le había robado la honradez. Jamás nadie más que Cony supo la identidad del padre de su criatura. El secreto quedó sellado en su boca para siempre. La niña fue inscrita en el registro civil del pueblo solamente con el apellido de la abuela, le llamaron Estela Cortéz.

La mala suerte persigue a Cony, se enamora de un policía

Después de estar encerrada mucho tiempo en casa, Cony recibió autorización de su madre para salir a hacer algunos mandados, pero siempre bajo la estricta vigilancia de su hermana mayor y a veces de su hermano. Poco a poco se hizo menos estricta la vigilancia. Y cuando menos lo esperaba, recibió la buena noticia de que iría de aprendiz de enfermera al hospital de Zacapa. Atender enfermos no le provocaba mucho entusiasmo, especialmente cuando le tocaba trabajar en el pabellón de los tísicos, es decir tuberculosos. Eran tan quisquillosos, se molestaban y quejaban por todo.

De la casa al hospital se podía ir caminando. Cuando pasaba por el parque del pueblo, Cony sentía un gran alivio, qué alegría estar libre unas horas, fuera del alcance de su familia.

Fue en ese parque donde se torció el destino de Cony, poco le duró la libertad y la confianza que había logrado de su familia.

Cony tenía veintiún años cuando una tarde, insoportable por el calor, Perpetuo Alvarez, la siguió a través del parque vestido con su uniforme de policía. Haciendo uso de su verborrea barata de casanova de mala monta, hizo que la crédula muchacha cayera redonda en sus redes infames.

El parque fue testigo de las citas furtivas de ambos. Cony comenzó a faltar al trabajo y la jefe contactó a su madre. Las restricciones en casa iniciaron de nuevo.

En esos días Perpetuo Alvarez fue avisado que en pocos días sería trasladado a otro pueblo. Así que en la siguiente cita a escondidas con Cony, le avisó de su traslado. Le propuso fugarse juntos. Perpetuo estaba seguro de que ella se fugaría con él, que ese día ya no volvería más a su casa. Al principio Cony se negó, hasta pensó que él bromeaba, pero al darse cuenta que no bromeaba sintió un fuerte cosquilleo en el estómago y una oleada de emoción invadió su cuerpo de arriba abajo. Era mejor escaparse con ese hombre que la amaba, a seguir siendo prisionera en su propia casa. Pero había un detalle importante que su amado aún no había mencionado, Estela su hija de seis años de edad, ¿que pasaría con ella? Cony no pensaba abandonarla, no se iría sin su hija. Así que lo discutieron un momento y quedaron de acuerdo, Cony iría a su casa a recoger a Estela para luego reunirse con Perpetuo en un lugar y hora definidos.

Con las piernas temblorosas y el corazón desbocado Cony se fue para su casa. Recogió rápida y silenciosamente lo que pudo y lo echó en una pequeña maleta, tomó a Estela de la mano y justo cuando estaban a punto de salir, apareció doña Eleonora, su madre.


Continuará.

Judith González

Medico y cirujano por la Universidad de San Carlos de Guatemala, teatrista e investigadora, vive en Suecia desde el 2003. En Suecia ha trabajado como consultora en programas de salud para emigrantes y como médico general en la región de Södermandland.

Bipolaridades

6 Commentarios

Julio César Santos 29/10/2017

Muy buen texto.

Luis Pedro 29/10/2017

No me pierdo los textos de Judith: lirismo delicado, intensidad existencial,todo junto.

Kenneth 29/10/2017

Historia contada con vehemencia, de esos relatos que se repiten constantemente en nuestros pueblos. Felicidades a la escritora, que logra envolver y cautivar de una forma sencilla pero efectiva, el interés del lector!

Lidia Fernández 29/10/2017

Excelente relato. Espero la siguiente parte . Saludos

Luis Antillón 28/10/2017

Excelente historia cargada de muchos detalles hermosos de sus personajes. Espero con entusiasmo la publicación de su continuación. Exitos

Luis Antillón 28/10/2017

Excelente historia cargada de muchos detalles hermosos de sus personales. Espero con entusiasmo la publicación de su continuación. Exitos

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