-Francisco Villagrán de León / MIRADA SOBRE ESTADOS UNIDOS: ¿HACIA DÓNDE VA TRUMP?–
Después de haber transcurrido ocho meses desde que Trump asumió la Presidencia, todavía hay muchas interrogantes sobre su política exterior, como las hay también sobre temas internos. Lo que se ha visto son algunos cambios en relación con la agenda internacional, tales como el retiro del Acuerdo de Cambio Climático, el acercamiento con los regímenes autoritarios del Medio Oriente, un distanciamiento de los aliados tradicionales de Estados Unidos, y en general un retraimiento del sistema internacional. Al mismo tiempo, se ha visto una continuidad en la política hacia África, América Latina, y hacia Centro América en particular.
Muchos piensan que esto es reflejo de falta de interés en el resto del mundo por parte de Trump, pero su prioridad es la agenda doméstica, donde se encuentra su base de apoyo político. El hecho es que hasta ahora no se ha formulado una visión coherente de la política exterior y la misma no tiene el sustento intelectual que ha existido en el pasado, dado que en la últimas décadas han sido los estudiosos, académicos, políticos y diplomáticos con conocimiento y larga experiencia, tanto conservadores como liberales, los que han expuesto los lineamientos y han orientado la política de los Estados Unidos sobre los temas internacionales. Lo cierto es que hay un vacío en ese ámbito y los internacionalistas de peso afines al Partido Republicano han sido excluidos de este Gobierno, y muchos optaron por quedarse al margen. Trump no les perdona que durante la campaña, 80 de ellos hayan firmado un manifiesto oponiéndose a su candidatura.
En la política hacia América Latina los cambios que se han dado son el enfriamiento con Cuba, una mayor hostilidad hacia Venezuela, y en general, un distanciamiento en lo político y un retroceso en lo económico, lo que ha sido más visible en el caso de México. Sin embargo, hacia Centro América, y en especial hacia el Triangulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) las prioridades continúan siendo las mismas que bajo el gobierno de Obama y la lectura de los problemas es igual. La preocupación central es detener el flujo migratorio y el tráfico de drogas. A criterio de Washington, las causas son la falta de oportunidades, la corrupción, la violencia, la inseguridad y la debilidad de las instituciones, sobre todo del sistema de justicia. Todos estos problemas están relacionados y se ven de manera integral. El Plan de Alianza para la Prosperidad, que firmó Estados Unidos con estos países, representa la visión estadounidense.
A ese cuadro se agrega la percepción de que los gobiernos de esos tres países no están abordando estos problemas con la seriedad y efectividad requeridas, especialmente la corrupción. Es por eso que Estados Unidos considera el apoyo internacional al sector justicia como una parte fundamental de su política hacia el Triangulo Norte. En el caso de Guatemala eso incluye el apoyo a la Cicig, no solo financiero sino operacional (el Departamento de Justicia de los Estados Unidos le comparte información sobre transacciones y actividades ilícitas) y la cooperación cercana con el Ministerio Público. Es de esperar que ese apoyo a la Cicig y al MP continúe y se intensifique.
El problema migratorio tiene una importancia central para Trump. Su base de apoyo político interno espera una postura vigorosa en contra de la migración y a favor de la deportación de indocumentados. La construcción del muro en la frontera con México fue una promesa de campaña que Trump quiere cumplir. Hace poco tuvo acercamientos con los líderes del Partido Demócrata en el Congreso (el senador Schumer y la congresista Pelosi) para tratar de definir una política bipartidista sobre el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia –DACA- (que beneficia a más de 800 000 jóvenes en situación migratoria irregular), pero no hay grandes expectativas y se anticipa una negociación muy difícil. Este fin de semana la Casa Blanca anunció las condiciones bajo las cuales podría llegar a un acuerdo con los demócratas, las que son draconianas, e incluyen: 1) construcción del muro, 2) recortes a las cuotas de inmigración legal y 3) impedir el ingreso de menores no acompañados y proceso rápido de su deportación. Trump también argumenta que la presencia de inmigrantes indocumentados representa una carga elevada e injusta para los contribuyentes estadounidenses, así como pérdida de empleos (lo que es muy dudoso y no hay estadísticas oficiales que lo indiquen).
En el ámbito económico, no se sabe con certeza si el Tratado de Libre Comercio con Centro América y República Dominicana (CAFTA DR) tendrá cambios, aunque se esperaría que no sean mayores. La balanza comercial es favorable a Estados Unidos y la industria no está integrada a su aparato productivo como en el caso de México. Habrá que estar preparados para discutir y negociar lo relativo a algunos temas, como la facilitación de comercio (que podría incluir la valoración de productos en aduanas), servicios y comercio electrónico, propiedad intelectual y cumplimiento puntual del capítulo laboral. Por los efectos que pueda tener la renegociación del Tratado de Libre Comercio con México y Canadá (TLCAN), eso tendrá que seguirse con atención (como lo están haciendo los demás socios comerciales de Estados Unidos).
La relación de Estados Unidos con Centro América seguirá siendo compleja y desigual, como lo ha sido históricamente. Y la política estadounidense podría tener continuidad, aunque eso depende de la personalidad volátil e impredecible de Trump.
Francisco Villagrán de León

Diplomático retirado, ahora en la Universidad George Washington, en Washington DC. Sigue siempre con preocupación y con mucho interés los acontecimientos en nuestro país. Mantiene la esperanza que se fortalezcan sus instituciones y se consolide la democracia, consciente que eso tomará tiempo. Hay que contribuir a ese propósito desde espacios como gAZeta, y sobre todo hay que apoyar a los jóvenes que quieran asumir con convicciones democráticas el reto y la responsabilidad de lograrlo.
3 Commentarios
Gracias Embajador. Sus escritos son puntuales e integrales, su análisis es producto de su rica experiencia en el campo diplomático. Mi admiración de siempre para usted y su larga trayectoria.
Doctor Villagrán nos entrega valiosos análisis e información del gigantesco Estados Unidos y su gobierno.
Nuevamente excelente, no me pierdo sus artículos.
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