Transformación

-Byron R.Titus / TRANSFORMACIÓN

«Cada transición empieza por un final», apunta William Bridges en su libro Transiciones refiriéndose al difícil proceso de «abandonar viejas situaciones de sufrimiento para aventurarse a otras nuevas oportunidades». La propia experiencia de reconstructores, profesionales dedicados a crear y proveer condiciones concretas de transformación, también lo afirma.

Según las etapas de cambio establecidas por James Prochaska y Carlo DiClemente, hay ventanas en estas etapas que se pueden aprovechar para provocar efecto transformativo encaminado a la sustitución del yo perjudicial, por un yo beneficioso, para lo que será preciso renunciar incondicionalmente a prácticas negativas. Ese cambio substancial requiere dar por cerrado el capítulo del pasado y empezar a crear uno nuevo.

Las etapas de cambio según Prochaska y DiClemente son: precontemplación, contemplación, preparación, acción y mantenimiento. La etapa de precontemplación ofrece modesta oportunidad de influencia, es un estado anímico indiferente, durante el cual no se identifica aun la necesidad de cambiar. Durante la contemplación se empieza a considerar dicha necesidad. La preparación es cuando ya surge la disposición, la voluntad a emprender dicho proceso, umbral a la etapa de acción, cuando se inicia el proceso transformativo. Una vez que agarra aviada este proceso, entonces el ¡mantenimiento! -reforzando los nuevos hábitos.

Eso es lo que en síntesis se trata de hacer en cuanto a proveer las condiciones de cambio necesarias a aquellos individuos que tienen potencial de transformar sus vidas, ayudarlos a contemplar posibilidades, a entender que con dedicación y trabajo sí es posible cambiar, que hay otras opciones, a motivarles al futuro, desmitificando y eliminando las conductas y prácticas que los llevan al descontrol de la personalidad, a la cárcel y muy probablemente al vicio.

Actualmente, 90 % de las personas que son tratadas en el Centro bajo mi dirección, presentan desórdenes concurrentes (mentales y dependencias de químicos). Varios casos que recurrieron a la actividad delincuencial para poder sufragar los gastos de drogas, empleadas en algunos casos como automedicación.

Existe suficiente evidencia científica que demuestra que la escasez de recursos económicos y falta de educación conllevan a la práctica delincuencial, aunque obviamente esto no es exclusivo a los estratos sociales bajos. Hoy en día hay casos documentados a lo largo y ancho de todo el espectro social.

¿Entonces qué es lo que debo cambiar? Preguntan con frecuencia los que consideran darse una oportunidad. Bueno, todo aquello que se debe y puede cambiar, respondemos. Por ejemplo, no podemos cambiar donde naciste, edad, genealogía, apariencia física, antecedentes penales (factores criminológicos estáticos). Pero sí podemos cambiar (factores criminológicos dinámicos) el nivel de educación, la situación de empleo, la relación con la familia, amistades, prácticas sociales, entre otros. Podemos pues mejorar la salud, controlar las deficiencias físicas, mentales y adicciones. Es posible encontrar razón para vivir, esperanza y seguridad personal. En sí, «reinventarse». A la fecha la experiencia ha demostrado que no todos cambian. Es más, solo un número muy modesto de los que lo intentan lo logran a base de sacrificio y persistencia. La pregunta del millón es: ¿cómo escoger quien merece la oportunidad de intentarlo?

Byron R.Titus

Sociólogo, investigador científico y transformador. Conferencista y asesor internacional. Actualmente director del Regional Resource Center en Webster MA. Fundador y director del Centro de Transformación a la Excelencia. Vivo fuera de Guatemala desde la noche del dia de la virgen de Guadalupe 1975. Mi cumpleaños es el 15 y 16 de julio, resido -hasta que San Juan baje el dedo- en Nueva Inglaterra, EUA. Amante de las artes, particularmente la literatura y la música.

Transformación

0 Commentarios

Dejar un comentario