Tiempos de bonanza y frustración

María José Schaeffer | Política y sociedad / ETERNA PRIMAVERA ECONÓMICA

Se avecinan tiempos de bonanza económica que deben ser estratégicamente aprovechados para fortalecer las finanzas públicas de los países en desarrollo, y con ello se abre una ventana de oportunidad excepcional que en los últimos años estuvo ausente para acelerar el ritmo de avance hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En ese sentido, las principales organizaciones financieras internacionales alertan que, para poder afianzar esta fase económica ascendente, deben diseñarse e implementarse políticas y reformas que den respuesta a los problemas estructurales más arraigados que obstaculizan el desarrollo, especialmente la pobreza y la desigualdad.

En el caso de Guatemala, efectivamente las proyecciones apuntan a que en los siguientes tres años la economía repuntará por encima del promedio de los dos primeros años desde la adopción de los ODS, y posteriormente se desacelerará gradualmente. Sin embargo, en un país que históricamente se ha caracterizado por amplias brechas de desigualdad, esta recuperación económica por sí sola no garantiza una apropiada (re)distribución de la riqueza y mejora de las condiciones de vida de la población. En este contexto, y en línea con las recomendaciones internacionales, es urgente poner sobre la mesa medidas para afianzar la posición fiscal presente y las defensas fiscales futuras –asegurando márgenes necesarios de maniobra–, que permitan aumentar el financiamiento para el desarrollo sostenible, coadyuvando a su vez para un crecimiento económico más sólido e inclusivo.

Lo anterior se traduce simple y sencillamente en fortalecer las finanzas públicas del país a partir de hacer más eficiente y aumentar la recaudación tributaria que por décadas se ha situado por debajo del promedio de economías con el mismo nivel de ingreso per cápita, e invertir con calidad en salud para todas y todos, educación para el trabajo, acceso al crédito, seguridad e infraestructura. Todos estos elementos clave para dinamizar y diversificar la economía, aumentar la productividad y mejorar las condiciones de vida de la población.

No obstante, pareciera que la agenda de desarrollo del país ha sido relegada a un segundo plano –con suerte no completamente olvidada–, y conforme avanza el periodo político de la actual administración se hace cada vez más evidente que la estrategia imperante es mantener al Estado cooptado, razón por la cual los espacios clave han sido ocupados por cuadros sin voluntad y sin capacidad para impulsar políticas que promuevan los cambios transformadores que el país pide a gritos. Lo más frustrante es que mientras la mayor parte de los guatemaltecos viven en situación de pobreza y las brechas de desigualdad son palpables a simple a vista, si no se implementan a tiempo las reformas necesarias para aprovechar y afianzar la expansión económica en curso, esta ventana de oportunidad se cerrará frente a todos nosotros.

Queda claro que el liderazgo y el compromiso del sector público para lograr una transformación estructural de Guatemala es una condición sine qua non para el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y la débil institucionalidad actual del Estado está limitando la articulación de las políticas públicas con las metas de desarrollo que como país nos hemos trazado. Ojalá que en los siguientes 12 años logremos superar estos obstáculos y seamos capaces de lograr mejoras en términos de reducción de la pobreza, protección del medio ambiente, paz y prosperidad para todas y todos los guatemaltecos.


Fotografía principal tomada de Flickr.

María José Schaeffer

Economista por pasión. Comprometida con el desarrollo y la equidad desde frentes fiscales y rurales. Disfruta galopar con el viento sobre el infinito espacio rural del continente amado. Cree en la capacidad transformadora de las letras, el conocimiento y el diálogo. Rechaza cualquier forma de injusticia y no pierde la esperanza en un mundo mejor para todas y todos. Se describe curiosa, aprendiz incansable y constructora de libertades. Hija y nieta de mujeres transgresoras. Dicen por ahí que su lucha por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres le cambió el alma.

Eterna primavera económica

Un Commentario

Hania Cabrera Solano 02/05/2018

Sin duda se abre una importante ventana de oportunidad; esperemos que su luz supere la miopía de nuestros gobernantes.

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