Teluria cultural VIII

Carlos René García Escobar | Literatura/cultura / TELURIA CULTURAL

Luego de las telurias pasadas, una por cada década desde los años cincuenta, una conclusión contundente me sobreviene con el fin de diagnosticar el estado de cosas de un país como el nuestro a la altura de las primeras dos décadas del siglo XXI. Y es que Guatemala es de los países peor educados en el consenso de las naciones en el mundo. Cincuenta años nos han servido para constatarlo. Si bien Finlandia y Singapur aparecen en los datos de Unesco como los países mejor educados de la Tierra, Guatemala, en comparación, se encuentra a una distancia relativamente incalculable respecto de ellos.

Sigo siendo de la opinión que para salir de este nivel en el que nos encontramos, necesitamos unos cien años para que dentro de unas tres o cuatro generaciones, Guatemala goce de un bienestar general envidiable.

Ello requiere que desde ahora se deba preparar un magisterio honorable en este sentido. Maestros dedicados y con vocación pedagógica que inicien una adecuada educación a los niños de hoy. Ello significa enseñar las realidades de la sociedad guatemalteca para aprender a resolverlas. La tecnología moderna y contemporánea debe servir para estos nobles fines y no la basura comercial y dizque «competitiva» como se estila hoy. Se requiere transformar desde sus bases el sistema educativo nacional. ¿Qué quieren saber los niños ahora? ¿En qué problemas se encuentran? Estas visiones no se deben tener como los adultos que somos ahora, porque dealtiro siempre nos equivocamos. Si bien es cierto, el razonamiento adulto es necesario en la conducción de la sociedad, da la casualidad que los razonamientos de los adultos que somos ahora no sirven mucho para la solución de los problemas ingentes de nuestra sociedad, ya que siempre perseguimos todo aquello que nos favorezca personalmente, como se nos ha enseñado desde décadas anteriores. (Esto lo he aseverado en mis telurias anteriores).

Así que debemos despojarnos del sentido individualista que hemos arraigado en nuestras personalidades, queriendo superar nuestras situaciones económicas a como dé lugar. El pensamiento de los sabios mayas, por ejemplo, debe ser inherente a la educación de los guatemaltecos. Así como en nuestro mestizaje hemos aceptado los pensamientos de los sabios hindúes, europeos y de otras nacionalidades y culturas. La apertura mental bien conducida llevará a nuestras nuevas generaciones por nuevos derroteros en el entendimiento de nuestros mundos, el particular y el de los demás. Es casi prehistórico el razonamiento universal que reza: Conócete a ti mismo y conocerás a los demás.

Desprenderse de sí mismo cuesta ahora mucho más que nunca. Muy pocas personas lo han logrado hasta ahora. Para el caso de Guatemala resalta un ejemplo de su tiempo: el hoy santo católico, Hermano Pedro de Bethancourt, para mencionar un personaje real. Porque irreales existen por montón, a cuales más diversos en nuestras mitologías culturales. Los menos imitables son los políticos aunque sean de carne y hueso. Los mejores, eso sí, deben servirnos de ejemplo y orientación. Pero esos se cuentan con los dedos de la mano. ¿Quieren ejemplos? En mi opinión: los líderes kaqchikeles Kaji’ Imox y B’leje’K’at, el líder k’iche’ Atanasio Tzul, el Dr. Mariano Gálvez, el Dr. Juan José Arévalo, el coronel Jacobo Árbenz, el Lic. Manuel Colom Argueta y paremos de contar. ¿Mujeres? debo mencionar a ciertas escritoras como María Josefa García Granados, Luz Méndez de la Vega, Margarita Carrera, Ana María Rodas e Irma Flaquer y también paremos de contar. En cuanto a escritores tenemos muchos, pero no quiero hacer omisiones involuntarias por ahora.

De modo que nuestro panorama a futuro es de construcción, debido a que somos un país incompleto, complicado, asolado por nuestras propias contradicciones. Necesitamos comprendernos a nosotros mismos y en este proceso debemos involucrar a nuestros niños y jóvenes, de lo contrario siempre iremos a la deriva, como ahora. Alejemos la vergüenza de nuestra inutilidad inveterada. Digámosles que nos ayuden a mejorar el país. Enseñémosles a comprendernos entre todos. Dejemos por un lado nuestros miedos, nuestras vergüenzas y los egoísmos que nos convierten en ignorantes premeditados.

Para más ejemplos, la prensa diaria. Escrita y de imagen, está más que atiborrada de ellos. Es decir, la realidad nacional en concreto y completa.


Carlos René García Escobar

Antropólogo. Escritor. 69 años. Columnista y colaborador en distintos diarios y revistas científicas y culturales. Miembro activo del Centro PEN Guatemala, Adesca y CIAG. Coordinador revista Egresados Historia-USAC. Consultor cultural, especializado en antropología de la danza tradicional y en culturas populares. Novelista, cuentista, ensayista.

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