Técnicas para acallar las denuncias I. El fascismo y la pedagogía de la crueldad en Guatemala

Mariajosé Rosales Solano | Arcoíris / ÍNDIGO EN LA VIDA

Realizar análisis de coyuntura desde la memoria y la resistencia te deja un sabor raro y una emoción de grito dentro del cuerpo. Al saberse en un territorio de disputa, muchas veces y conscientemente hacemos de todo para olvidar. Sin embargo, la sabiduría nos dice que sin la memoria, no transformamos.

En varios artículos trataré de elaborar un recuento de hechos y situaciones relacionadas para discutir sobre el fascismo y la contrainsurgencia que vivimos. Hacer un análisis desde este espacio de las disidencias sexuales como receptoras de los crímenes de odio y agresiones en esta sociedad.

Hace unos meses asesinaron a Willy René de Paz Bojórquez, en Poptún, Petén. Tenía 42 años y era una persona organizada por la nacionalización de la energía eléctrica. Lo mataron con tres disparos en la cabeza. Esa misma semana, en Mazatenango, desapareció Carina Mazariegos de Codeca, después de 10 días seguía sin aparecer. En la ciudad de Guatemala, golpearon y quemaron a dos personas que acababan de asesinar a un taxista.

El 8 de marzo, día internacional de las mujeres, en las primeras horas de la mañana, aparecieron asesinadas Sindy Pérez y Joseline Rodríguez, sus cuerpos se encontraban en formas crueles e impensables (desmembradas). Conmemoramos dos años de la masacre de 56 niñas que estaban resguardadas en el Hogar «Seguro» Virgen de la Asunción. Ese día, la oficina de la Alianza Política Sector de Mujeres fue allanada ilegalmente por desconocidos, se llevaron equipos de computación con información valiosa para el trabajo de esta alianza.

En agosto de 2018 se instaló el mecanismo de la alerta Isabel-Claudina en el Ministerio Público, para activar la búsqueda de mujeres desaparecidas. De esa fecha para marzo de este año se han activado 942 alertas, 4 alertas por día. Organizaciones de mujeres y feministas denunciamos que, en la actualidad, la desaparición forzada se enfoca en mujeres (niñas, jóvenes y adultas). El Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM), en su boletín, recuenta que en el primer semestre 2018 hubo 330 muertes violentas de mujeres (un promedio de dos mujeres por día) y de enero a octubre 2018 son 3 360 reportes de violencia sexual en jóvenes de 13 a 30 años.

Según un informe de Unicef sobre los asesinatos de menores de edad, Latinoamérica es una de las regiones más peligrosas, en 2012 fueron víctimas 25 400 menores de 20 años. Guatemala, que ocupa el segundo lugar, tiene una taza de 22 menores de edad asesinados por cada 100 000.

Según el informe de InSight Crime (2017), los departamentos con más tasa de homicidios son: Guatemala, Escuintla, Zacapa y Chiquimula. El 73 % de los asesinatos son con armas de fuego. Según los datos entregados por la Policía Nacional Civil, los homicidios de 2012 – 2015 fueron 20 184. Insight Crime afirma que no hay consenso sobre las «razones» del porqué en estos departamentos y el aumento o descenso de los asesinatos. Agrega que la falta de profesionalidad para registrar lo que sucede en los hechos de violencia, tanto en el registro en las denuncias como en la investigación, dificulta comprobar las «razones».

Tanto el odio como los hechos violentos son elementos permanentes de la convivencia, ¿por qué? ¿A quién le sirve ese mecanismo de repetir incesantemente estos elementos en nuestras relaciones?


Fotografía de la marcha días después de la sentencia del juicio por genocidio, 2013, por Mariajosé Rosales.

Mariajosé Rosales Solano

Lesbiana, feminista, antiracista. Fotógrafa, hierbera y lectora. Amante de la música y el cine. Urbana de casi cuarenta vueltas al sol.

Índigo en la vida

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