Sindy Hernández Bonilla | Para no extinguirnos / SIMBIOSIS
El día más largo del año lo vivimos el pasado 21 de junio, día en que el solsticio de verano marca una época caracterizada por días largos, noches cortas, amaneceres tempranos y atardeceres tardíos. Los días anteriores y posteriores al día 21 la altura máxima del Sol a mediodía no cambia mucho en el cielo. La palabra proviene del latín, solstitium que significa Sol quieto.
Esto significa que durante unos noventa y tres días el Sol saldrá más temprano y gozaremos de más luz solar, de más claridad, resplandor y luminosidad hasta el 23 de septiembre, cuando llegue el otoño. Esto no necesariamente conlleva más o menos calor ya que el astrónomo Mark Hammergren ha explicado que durante el verano el hemisferio norte se encuentra más alejado de la Tierra.
Posiblemente este momento astronómico pasa desapercibido para la mayoría de los seres humanos, sin embargo para algunas especies animales, la perpetuación de su especie constituye uno de los objetivos esenciales de la reproducción, la cual se desarrolla bajo la influencia del ambiente.
Las condiciones ambientales repercuten sobre el potencial genético de los individuos y son determinantes de los períodos de reproducción. Por ejemplo, el inicio y fin de la actividad sexual de pequeños mamíferos silvestres está condicionada por factores muy diversos. En el caso de zonas tropicales, y subtropicales, pequeños mamíferos han desarrollado una estrategia reproductiva oportunista: inician su actividad sexual cuando los factores ambientales son propicios, como la temperatura, la alimentación, la presencia de individuos del sexo opuesto, entre otros.
Todas las especies son sensibles a las variaciones que ocurren durante todo un día, fotoperíodo, la intensidad de las respuestas a los cambios luminosos y sus efectos varían mucho de una especie a otra. Especies como los ovinos y los caprinos son bastante sensibles al fotoperíodo, porque la iluminación provoca una respuesta que da como resultado la estimulación de la actividad ovulatoria, particularmente los equinos, como las yeguas, asnos o las zebras.
Así, este periodo se caracteriza porque las plantas crecen y proporcionan alimento a diversas especies de animales, es una época de reproducción, en donde aves y mamíferos tienen crías; los insectos experimentan la etapa de su ciclo de vida y ponen sus huevos. En general es un momento en donde las especies animales, incluido el ser humano tienen acceso a alimentos frescos.
Disfrutemos pues del Sol, de la luminosidad, de ver a las familias de aves con sus crías, de alimentos frescos… ¡Contemplemos y gocemos estos días más largos!
Sindy Hernández Bonilla

Amo la naturaleza y por ende la vida. Me apasiona trabajar y siempre estoy aprendiendo. Tomo en serio y empeño lo que hago: el trabajo, mis relaciones, mi entorno. Escribir es un ejercicio que además de estimular mi creatividad, permite compartir algunas de mis inquietudes y reflexiones principalmente de la biología o la ecología.
Un Commentario
Excelente articulo…los dias mas largos, las noches mas cortas…las fuerzas de la naturaleza nos hacen pensar que es un periodo donde todo crece, la primavera resplandece con sus arboles frondosos, las flores con sus lindos colores y aromas…la lluvia cae a cantaros,el aire mueve las palmeras, todo, todo esta en constante movimiento…
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