Sindy Hernández Bonilla | Para no extinguirnos / SIMBIOSIS
La variedad de mieles que hay en Guatemala es tan vasta como sus flores, plantas y cultivos. Como se sabe, las abejas logran producir miel a partir de la polinización, así, en países como el nuestro, la agricultura no sería posible sin estos himenópteros y sin su papel como polinizadoras naturales de las plantas, al llevar el polen por los campos con una eficiencia aún no superada por ningún método artificial. Es decir, sin ellas no sería posible la reproducción de plantas y cultivos ni la conservación de especies vegetales y animales.
Las abejas, al igual que las hormigas, son insectos colectivos. Se distribuyen el trabajo, son muy organizadas y laboriosas. Las obreras son quienes se encargan de construir panales a partir de la cera que ellas mismas producen. También son las que alimentan a la abeja reina y a larvas en desarrollo; para ello deben ir en busca del néctar de flores y del polen con el que elaboran la miel. Pueden recorrer hasta un radio de tres kilómetros.
Además, como cualquier ser vivo, necesitan agua para su metabolismo y para refrescar el aire en la colmena o en el enjambre. El agua la obtienen de ríos, manantiales o del rocío de las plantas. Es decir que mientras las abejas dispongan de vegetación para polinizar y agua, habrá miel.
Los enjambres de abejas se pueden encontrar de manera silvestre, en rocas, huecos de árboles, techos de casas o en colmenas artificiales. En el país hay una variedad importante de especies nativas. Biólogas de la Escuela de Biología de la Universidad de San Carlos registran al menos 33 especies de abejas, entre ellas las productoras de una exquisita y delicada miel con propiedades medicinales del género Melipona o abejas sin aguijón, estas, al igual que la abeja más común, la Apis mellifera, se distribuyen en zonas tropicales y subtropicales.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación –MAGA– menciona que los principales países compradores de la miel producida en el país son Alemania, Reino Unido, España y los Países Bajos. La Asociación Guatemalteca de Exportadores –AGEXPORT– registró que entre 2014 y 2015 subieron las ventas en el exterior, entre otros, debido a la calidad y las propiedades nutritivas de la miel producida en el país. No obstante el MAGA advierte que uno de los principales retos que enfrentan los pequeños apicultores es la falta de iniciativas para la comercialización local y una estrategia de rentabilidad.
Como ha sido y es común en Guatemala, son principalmente personas extranjeras quienes aprecian y pagan el valor de ciertos productos o un recorrido en una montaña, un lago o un parque porque reconocen su importancia y la labor que significa su producción o protección.
También, opuesto a una política de valorización y protección de las abejas, en el país se contribuye a destruir su hábitat; a la deforestación para incrementar el área de cultivos o actividades escasamente beneficiosas como la palma aceitera, la caña de azúcar o la ganadería; a promover el uso excesivo de algunos pesticidas que contribuyen en el desarrollo de plagas y enfermedades en ciertos cultivos; a favorecer la sequía que, además de reducir el área para cultivos alimenticios, perjudica a las abejas.
En Europa, en cambio, se preocupan por el sector apícola, el Parlamento Europeo propuso prohibir los pesticidas dañinos, endurecer los controles sobre la miel importada e incrementar las ayudas a los productores.
Cuánta riqueza natural, cultural y humana hay en Guatemala, pero cuánto nos hace falta aprender y valorar. Cuánto podríamos mejorar si tan solo tomáramos como muestra el trabajo organizado y colaborativo de las abejas. Por ejemplo, si los restaurantes se asociaran con pequeños productores de miel, lo cual, además de favorecerlos, serviría para promocionar el consumo de productos naturales guatemaltecos, contribuiría a proteger el hábitat de las abejas y la producción de otros cultivos, incrementaría la demanda nacional… Pero ello significaría plantear un plan económico, natural y social, ello demandaría gobernantes con visión de país y no mediocres, egoístas, corruptos ni oportunistas como los actuales.
Abejas, trabajadoras puras, ojivales obreras, finas, relampagueantes proletarias, perfectas,
temerarias milicias que en el combate atacan con aguijón suicida, zumbad, zumbad sobre
los dones de la tierra, familia de oro, multitud del viento, sacudid el incendio de las flores,
la sed de los estambres, el agudo hilo de olor que reúne los días, y propagad la miel
sobrepasando los continentes húmedos, las islas más lejanas del cielo del Oeste.
Oda a las abejas, Pablo Neruda
Fotografía principal tomada de Marquesina
Sindy Hernández Bonilla

Amo la naturaleza y por ende la vida. Me apasiona trabajar y siempre estoy aprendiendo. Tomo en serio y empeño lo que hago: el trabajo, mis relaciones, mi entorno. Escribir es un ejercicio que además de estimular mi creatividad, permite compartir algunas de mis inquietudes y reflexiones principalmente de la biología o la ecología.
Un Commentario
Excelente llamada de atencón y una valiosa enseñanza sobre el rol de las abejas en la naturaleza, su solidaridad en la división del trabajo en la construcción del panal donde producen la miel de consumo humano e Inteligente propuesta para » garantizar la protección de las abejas confíando en que no estará lejano el día en que podamos elegir gobernantes justos e idóneos, lo cual depende de cada uno de nosotros. .
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