Claudia Navas Dangel | Política y sociedad / ORDINARIA LOCURA
Septiembre, amo septiembre, pero así como lo amo también me choca un poco, bastante en realidad. Esta contradicción se debe, según dicen algunos, a mi poco sentido patriótico, hasta de falta de identidad me han acusado y ya no sé la verdad si sea así. Lo cierto del caso es que no me gusta cantar el himno, escuchar o recordar los lunes cívicos y la jura a la bandera. Los desfiles me revientan y más, mucho más las bandadas de personas corriendo tras las antorchas, cuyo significado en este país no tiene sentido, así lo veo yo.
Pero lo que más me molesta, y lo he remarcado desde hace unos cinco o seis años, es lo de vestirse, cuando lo dicen menos brusco o «disfrazarse» con traje típico para celebrar a la «patria». Mi respuesta siempre es la misma, no es un disfraz, un güipil, un traje regional es algo tan especial que debe llevarse con dignidad y respeto. Esto es algo que he tratado de inculcarle a mi hija, mientras le voy explicando el significado de palabras que debe repetir sin conocer ¿qué es el yugo? Excelsitud ¿qué es?, ¿por qué jurar eso?
Mi hija comprende que no veneramos la paz, que esclavos que lamen el yugo y tiranos que escupen su faz son solo palabras, que las caravanas con niños montados en un picop son riesgosas y que muchos niños en este país no pueden sentirse dichosos de ser guatemaltecos, porque aquí no se respeta su vida, o sea, no hay patria digna. Hablamos de eso, porque es la verdad, porque no me gusta decir mentiras y porque deseo que sea crítica y crezca pensando en hacer algo por cambiar las cosas en Guatemala. En septiembre todo esto se me viene encima con tanta bandera, tanto fervor y al final tanta hipocresía. El punto es que sería lindo que en los establecimientos educativos dejaran de perder el tiempo con juras, actos cívicos, mercaditos y folclor, y se enfocarán en hablar sobre ¿qué es ser ciudadano-ciudadana?, ¿cuáles son nuestros derechos? y ¿qué debemos hacer para que todos los que habitamos el país gocemos de ellos? Esto solo para empezar, luego pensar todos sobre lo ocurrido el 14 de septiembre, sobre cómo se vulneró a la niñez y si esta es la forma como queremos seguir viviendo.
Claudia Navas Dangel

Periodista, mamá, catedrática de periodismo y literatura. Lectora y redactora nocturna de algo parecido a los cuentos, gestora cultural, comunicadora y gatera.
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