Saludo navideño

Carlos Castro Furlán | Política y sociedad / PERSIGUIENDO EL HORIZONTE

Mis queridos lectores, el día de hoy no escribiré uno de los artículos a los que los tengo acostumbrados, hoy no denunciaré a los gobernantes corruptos, no expondré los índices de desarrollo humano cuasiafricanos a los que nos han conducido la plétora de gobernantes corruptos, de empresarios corruptores (léase Cacif y Corporación Multi-inversiones del clan Gutiérrez-Boch), de políticos venales y «achichincles» que forman parte de ese sistema de corrupción que se ha entronizado en Guate-Maya.

Por respeto a ustedes y al espíritu de convivencia, tolerancia y fraternidad que se debe guardar en esta época navideña, no mencionaré ninguno de los grandes problemas que aquejan a nuestro país.

Me daré una tregua de tres semanas, y aun cuando sé muy bien que los problemas siguen allí latentes, tendré el buen tino de no preocuparme por ellos por unos pocos días para compartir con mi familia y con mis amigos el verdadero sentido que tiene el nacimiento de un niño allá en Belén hace ya 2018 años.

Quisiera aclarar que yo no profeso ninguna religión, pero respeto las creencias de todos, ya que me considero un libre pensador a quien lo único que le interesa es dar su pequeña contribución, a través del ejemplo de que es posible construir un mundo mejor en donde la fraternidad entre los seres humanos y la búsqueda del bienestar deberían de ser la regla y no la excepción.

Que nos sirvan estos días para reflexionar y hacer un autoanálisis de si hemos sido buenos seres humanos en nuestro accionar diario y tratemos de ser honestos con nosotros mismos, ya que solemos ser muy benévolos a la hora de señalarnos nuestros errores y nuestras actitudes erradas, para señalarnos conductas y acciones que debemos cambiar y así superar los lastres que no nos dejan avanzar en la construcción de un nuevo ser humano cuyo motivo de vida sea contribuir a construir de una manera justa la casa común que todos habitamos.

Mis queridos lectores, espero que ese ejercicio de autoanálisis sea productivo para ustedes, ya que les ayudará a descubrir áreas insospechadas que no sabían que allí estaban.

Las pocas virtudes que descubramos, tratemos de afianzarlas y fortalecerlas, y el sinnúmero de defectos que identifiquemos, tratemos de trabajar en ellos para corregirlos y así avanzar en la formación de un ser humano integral.

Ya lo enunciaba Ho Chi Minh al plantear que un «ser humano integral no es aquel que nunca se equivoca, si no que es aquel que se equivoca y reconoce sus errores y que más que reconocerlos, trata de corregirlos y enmendarlos y al final los supera».

Celebremos el nacimiento de Jesús de Galilea, ese humilde carpintero cuyo ejemplo ha marcado la historia de la humanidad y que nos dejó el legado más grande que cualquier personaje histórico nos puede haber dejado; buscar el bien común a través del respeto y el amor a nuestros semejantes para construir en la tierra el reino de la justicia. Pero también nos enseñó que, cuando es necesario, es valedero usar la fuerza para echar a latigazos a los mercaderes que se han apropiado del templo, que para nuestro caso sería nuestro amado país llamado Guate Maya.

Espero que estas fiestas las pasen imbuidos del verdadero espíritu de fraternidad y compartiendo momentos inolvidables con la familia y los amigos, además, que se alejen del espectáculo mercantil en que los vivos de siempre han convertido a la Navidad y al Año Nuevo.

Alejémonos del consumismo y de pensar que al comprarles regalos caros a nuestros seres queridos los estamos haciendo felices. Mejor pasemos más tiempo conversando con nuestros hijos y brindémosles abrazos de cariño y cálidos apretones de manos a nuestros querid@s amig@s.

Asistamos a las posadas y tomemos unos cuantos vasos de ponche acompañados de chuchitos, tostadas, tamales, paches y buñuelos, para recordarnos de las tradiciones que gozamos cuando éramos patojos. Estoy seguro que en las posadas hallaremos a más de uno de los viejos amigos y haremos nuevos amigos que están celebrando el nacimiento de un niño que cada año nos trae la esperanza de que este mundo y nuestra Guate Maya tendrán un futuro mejor.

Para despedirme, les quiero mandar un fraterno abrazo de Navidad y desearles lo mejor para el 2019 a cada uno de ustedes. Aprovechen bien este descanso, que el próximo año nos demandará mucha energía, entereza, constancia y tenacidad para enfrentar los nuevos desafíos que nos esperan.

Fotografías proporcionadas por Carlos Castro.

Carlos Castro Furlán

Ciudadano de Guatemala y del mundo. Sociólogo, economista, internacionalista y libre pensador. Exprofesor de la Universidad de San Carlos. Amante de la música, de los libros y de todo lo bueno. Mi pasión han sido el futbol, la carrera de larga distancia (maratón), los libros, las revoluciones y los procesos sociales en donde la organización popular ejerce cambios en favor de las mayorías.

Persiguiendo el horizonte

Un Commentario

Enrique C. 16/12/2018

Mi querido Carlos » cebollita», gracias por ese desfile de puntuaciones contextuales y esa guirnalda de expresiones culturales y ese rasgueado de colores y sabores q pones a las letras. Y ese papel rayado de escalas, acordes y vibratos propios de la estacion final a donde llega el año. Pasala bien vos (con quien querras y podas) y el abrazo fraterno de siempre…salud.

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