Reflexiones: las elecciones del 2018 en Costa Rica (I)

-Fernando Zúñiga Umaña / EN EL BLANCO

Los problemas sociales y económicos que enfrenta Costa Rica, requieren de cambios casi mágicos a nivel de la estructura de poder. Quien gobierne al país a partir de mayo de 2018 debe ser una persona que al menos tenga esto claro y opte por el cambio. No basta la demagogia populista, debe valorarse en esta persona la posibilidad de que así será. La corrupción, que ha venido dando pasos gigantescos, carcomiendo todas las estructuras del poder, la delincuencia, el desempleo (9.4 % de desempleo, 214 mil personas sin empleo, con una amplia migración a la informalidad), la pobreza y como resultado, una enorme desigualdad.

El próximo presidente de Costa Rica debe ser capaz de relanzar al país, de reinventarlo, y que esté convencido de que nuestro modelo está agotado. La estructura social y política que ha caracterizado al país, de la cual en el pasado nos habíamos enorgullecido, está resquebrajada. Cada día somos más corruptos, más pobres, más desiguales y menos felices. Económicamente, seguimos tan dependientes como antes, pero con mayor riesgo de serlo, porque el emperador no nos quiere. Ante un panorama inédito, donde la propuesta de cambio elegida en el 2014 ha fracasado como alternativa de cambio, queda poco por esperar, no obstante que en este juego que llamamos “democracia” hay ni más ni menos que 14 candidatos inscritos para las elecciones de febrero de 2018, muchos candidatos, pocas alternativas. En un país donde votarán cerca de 3.3 millones de personas, con un promedio de abstencionismo de 30.0 %, vamos a tener un candidato por cada 165 mil habitantes. Voy a clasificar a estos 14 candidatos, de forma breve, el espacio no me permite más, en alternativas de poder (AP) y en alternativas de cambio (AC). Solamente se dará el cambio si se da llega al poder, con esto voy a demostrar que nuestro país en las elecciones del 2018 no tiene opción para superar la crisis en que se encuentra sumergido. O sea, de nada valen las buenas intenciones, si no hay una opción real de poder.

Podríamos establecer un filtro. Hay renovadores, restauradores, demócratas cristianos, liberales progresistas y libertarios, también hay un invidente que llama a su partido accesibilidad sin exclusión. Se excluyen como alternativas de poder y de cambio a esos seis partidos anteriores. Además supongo que no son opción de poder. El menos débil de los que excluyo es al Movimiento Libertario, con su eterno candidato, dueño de su partido, de pensamiento neoliberal, pero que está muy desteñido como para ser opción, y antes tampoco obtuvo la fuerza necesaria para ir más allá de la obtención de diputados. Si fuera AP, lo que dudo, jamás sería AC.

Quedan 8 partidos, uno de ellos, con un candidato joven, capaz de darle un refrescamiento, un baño de agua fría a este triste panorama. Se llama Partido Nueva Generación, pero además de eso no tiene nada que ofrecer dado que sus posiciones no son novedosas, reaccionarias para el provenir de un grupo joven. De los 7 que quedan, no tiene opción el Partido de los Trabajadores, de filosofía trotskista, en un ambiente sindical universitario, pero incapaz de movilizar masas y mucho menos a nivel electoral. Por supuesto que con alternativas de cambio (AC) pero totalmente sin alternativas de poder (AP).

Nos quedan 6 partidos. Antes del gobierno actual, el bipartidismo gobernó de manera alternativa el país: socialdemócratas y socialcristianos. Hoy los socialcristianos están divididos: el Partido Unidad Social Cristiana y el Partido Republicano Social Cristiano. En el primero tenemos a un señor de nombre Rodolfo Emilio Francisco Manuel de Jesús Piza Rocafort, pinche nombre burgués, abogado de profesión. Hijo de ilustre magistrado, nació en 1958 y tuvo importantes puestos en la estructura jurisdiccional del país, hasta que se metió en política en las elecciones pasadas y aparece nuevamente como candidato para el 2018. En las elecciones de 2014 fue la cuarta fuerza y obtuvo una cantidad importante de diputados.

Este tiene más opciones que su otra fracción, el Partido Republicano, cuyo candidato se llama Rodolfo Fernández, médico prestigioso, sin cuestionamientos, con un pobre manejo del discurso económico y político, pero apadrinado por el líder socialcristiano y expresidente, casi exconvicto, Rafael Ángel Calderón Fournier, quien hoy vaticina que su candidato va a ganar. Le damos al PUSC opciones para una alternativa de poder, su candidato tiene atracción para muchos sectores, pero como alternativa de cambio no ofrece nada especial que no sea el continuismo.

Ahora nos quedan 4 partidos. El Partido Acción Ciudadana, actualmente en el poder, el Partido Liberación Nacional, el Frente Amplio y el Partido Integración Nacional.


Continuará.

Ilustración: Banderismos por Fernando Zúñiga.

Fernando Zúñiga Umaña

Costarricense, estudioso de la realidad económico social y política nacional e internacional. Economista de formación básica, realizó estudios en la Universidad de Costa Rica y en la Flacso México. Durante más de 30 años laboró en la Universidad Nacional de Costa Rica. Actualmente es director del Doctorado en Ciencias de la Administración de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica. Consultor privado en el campo de la investigación de mercados, estudios socio económicos.

En el blanco

9 Commentarios

Roye flores 27/01/2018

Ningún Partido indica claramente cómo logrará sus propuestas. La desigualdad avanza, aún entre funcionarios públicos que llegan a servir(se) con cucharón grande. Nadie toca temas sensibles como los mencionados en Estado de La Nación.

Rafael Solís Bolaños 04/11/2017

Muy interesante el método AC/AP;da orden y consistencia .Preocupa el «picadillo» en el Congreso…¿un país sin destino presumible?
Ah,el trabajo artístico, de lo mejor.

Rolando 04/11/2017

Interesante y objetivo análisis. Quedó pendiente del resto de análisis.

Fernando Zúñiga Umaña 04/11/2017

No deje de mencionar al Partido Restauración Nacional, solo que lo coloco dentro de un grupo de 6 partidos que no son alternativa de poder ni de cambio, En este caso, considero que la religión y la política deben andar apartados. Como estructuras sociales, deben ejercer cada una control sobre la otra, pero no entrometerse. Que tal si en una secta religiosa estuviera presente un político controlando y proponiendo políticas, sobre por ejemplo como controlar el gasto del diezmo. Protestarían de inmediato los pastores y los curas.
Por otra parte el PRN es una organización ubicada en la derecha, totalmente conservadora, el Sr. Alvarado en un homofóbico, intolerante a los nuevas propuestas ciudadanos y a los movimientos sociales relacionados con la diversidad y la justicia social

    Rolando 10/11/2017

    Yo diría que además de homofóbico, reaccionario y conservador, RN adolece de una visión país integral. Que presente serias alternativas de desarrollo y no sólo de crecimiento económico.

Rosibel 04/11/2017

Muy interesante análisis objetivo y sin favoritismo de ninguna especie. Quedo pendiente y anciosa de la continuación. Votó inteligente es de quien se informa.

Danilo 04/11/2017

Que todo el país conozca nuestro plan de Gobierno!

En la página web http://www.fabricioalvarado.com usted puede encontrar y descargar el plan de gobierno de Restauración Nacional para el período 2018-2022

Este plan es producto de varios meses de trabajo serio y consecuente con las necesidades de los costarricenses.

#HagámosloJuntos
#FabricioPresidente
#RestauraciónNacional

Danilo 04/11/2017

Hagan democracia de verdad dandole participación a todos candidatos y partidos en igualdad de condiciónes

Andres 04/11/2017

Porque excluye a Restauración Nacional… Me gustaría leer su opinión sobre el candidato Fabricio Alvarado…

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