Consuelo Carrillo | Política y sociedad / ESPIGAS
Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. Proverbio hindú
Escribo estas notas sobre la imprenta y el origen del libro, motivada por mi afición y cercanía a los libros, por ejemplo, me ocupé en apoyar bibliotecas rurales cuando viví en Costa Rica de 1974 a 78. «El libro es valor, es poder, es alimento, antorcha del pensamiento y manantial del amor», escribió en su tiempo el poeta nicaragüense Rubén Darío, dando al siglo veintiuno un mensaje revolucionario del cambio que había de construirse como un compromiso común de los unos hacia los otros.
Una casa en la que no hay lugar para una librera, un barrio o una ciudad en los que escasean las bibliotecas, son como barcos sin brújula. De la misma manera, un país en el que escasean los lectores, es solo un conglomerado humano integrado por una diversidad de individuos que, si bien ocupan un territorio común, están artificialmente unidos por lazos débiles que con facilidad pueden ser rotos. Un país sin lectores permanece en un letargo espiritual en el que se pierde la identidad y se paralizan las corrientes innovadoras de los cambios, perdiendo así su habilidad para manejar su nave. Este es un infortunado síntoma común en la mayoría de los países que son víctimas del analfabetismo o el analfabetismo funcional y la ignorancia. Costa Rica y Cuba se han logrado liberar cerca de un cien por ciento de este flagelo social que lastima la dignidad de la mayoría del resto de países de América Latina, y por esta ruta se encaminan hoy en día los esfuerzos de Bolivia y Venezuela. En todos ellos las estadísticas reportan una mayoría de población alfabeta y por tanto con capacidad suficiente para discernir la elección de sus gobernantes, sustentándose a la vez de un alto porcentaje del presupuesto nacional destinado a la educación.
La historia europea de los siglos XIII y XIV nos muestra características culturales similares a las que aún prevalecen en algunos países de América Latina que fueron conquistados y colonizados, y que aunque en el siglo XIX todos proclamaron su independencia de España y Portugal, aún conservan rasgos que recuerdan el Medioevo europeo, como el analfabetismo y la ignorancia.
Los países americanos de habla hispana tenemos por denominador común una misma historia. Como es bien sabido, bajo el reinado de Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla, los llamados reyes católicos, fueron descubiertos en 1942 y sujetados a la Corona española como sus colonias hasta el siglo XIX, cuando pasaron a ser naciones libres y repúblicas políticamente independientes, es decir que durante trescientos años estuvieron bajo el dominio y tutelaje tanto de la Corona española como la de Portugal, lo que dejó marcas y el sello de sus respectivas culturas en el idioma, costumbres, tradiciones, hábitos alimenticios, carácter, creencias y celebraciones religiosas, urbanismo, en síntesis, la influencia de la cultura occidental.
Prevalecen algunas similitudes entre la Edad Media europea y algunos países de la América Latina. Aquel continente era un mosaico de poblaciones autónomas independientes pero que mantenían entre sí, aparte de rivalidades, intercambios comerciales, culturales y un flujo de influencias recíprocas de gustos y creencias religiosas. Tenían en común la fe cristiana que ardía en el corazón de Europa y el culto a imágenes y leyendas inventadas para una población ingenua e iletrada, que incluían aun a miembros de la aristocracia y a ricos de una burguesía incipiente.
No obstante, a pesar de haber sido mal juzgada como el período oscurantista de la civilización occidental por ese sello marcadamente religioso que la caracterizó, no fue así como se ha creído, es decir, una época estéril u ociosa, porque contó con brillantes observadores, con personas ingeniosas, intelectuales y alquimistas precursores de la química, impresores y expertos tallistas del boj, artesanos fundidores que trabajaron en talleres equipados con maquinaria e instrumentos que aunque eran de una estructura primitiva, los habían ideado y producido para el fin que necesitaban . Fueron también constructores de grandes astilleros,en los que se hacían y reparaban barcos, y se aportó a la técnica valiosos inventos en los sistemas de tracción marítima y terrestre. Además, gracias a aquel invento fue que se hizo posible la navegación en alta mar que Cristóbal Colón aplicó a las tres carabelas que atravesaron el mar Atlántico, para luego llegar al continente americano. Pero el más importante de todos los aportes de aquella época fue la aparición de la imprenta, de la tipografía que le dio origen, siendo esta el más grande logro que ha producido la mente humana.
A mediados del siglo XIV, Europa vislumbró el ocaso de la Edad Media, época que enmarcó una etapa importante en el desarrollo histórico de la humanidad en la que se originaron y desenvolvieron después las más altas expresiones artísticas del Renacimiento. El criterio de oscurantismo del que se le acusa a la Edad Media puede derivarse del punto de vista religioso, dado que en aquella época germinó el amor cortés que se extendió por toda Europa y dio lugar al culto mariano de origen monástico y caballeresco, y el culto a los santos de origen popular, los que fueron llevados a América y prevalecen hasta el día de hoy en los países de habla hispana, cuyas creencias religiosas giran alrededor de aquellas leyendas inventadas por el clero reinante en el siglo XIII, la época medieval, en la que como referí anteriormente tanto la clase noble como el pueblo eran en aquel tiempo ignorantes e iletrados.
Continuará.
Consuelo Carrillo

Trabajadora social y escritora. Feminista preocupada de las dimensiones espirituales de la existencia al mismo tiempo que suscribe su apoyo a la justicia social y la democracia.
9 Commentarios
Querida Connie
Te felicito ,un excelente comentario sobre los libros y la necesidad de cultivar en nuestros jóvenes su uso.
Aunque la tecnología los ha ido desplazando no imagino mi vida si ellos,definitivamente es el amigo inseparable de los que nos gusta estar informados. Un abrazo
Excelente artículo que nos muestra la importancia del conocimiento que se puede adquirir a través de los libros , espero la continuidad del mismo
Muy interesante reflexion que nos ayuda a comprender porque necesitamos saber leer y escribir.
Conny. Como siempre tus escritos son siempre interesantes. Leer es un gran placer y nos da muchos conocimientos..Fomentar la lectura entre nuestros jovenes es.ideal pero esta costando aunque ahora en los colegios lo estan promoviendo. Felicitaciones y un abrazo
Querida amiga. Me agradan mucho tus escritos. Tienes toda la razon pues la lectura es una fuente de sabiduria y lastima que los jovenes no le dan mycha importancua, pero ya hay un poco mas de personas ahora que ya le van entrando a ese placer. Felicitaciones y un abrazo.
En mi comentario anterior olvidé felicitarla por tan precioso artículo. Es excelente
Estimada Cony: Muy interesante e ilustrativa la narración de la triste historia de los países latinoamericanos. No cabe duda que el libro ha sido la llave tanto para el desarrollo tecnológico, como para la apertura mental de los pueblos. Desafortunadamente con las excepciones que usted menciona, la gran mayoría de los pueblos latinoamericanos tienen un analfabetismo muy marcado. Como usted menciona, el oscurantismo del siglo trece impera en algunos de nuestros países. Sin embargo, creo que el libro está condenado a desaparecer. La tendencia al uso de los sistemas electdrónicos están desplazando cada vez mas a las imprentas. Esa situación provoca que se incremente el gap entre las personas que tienen acdeso, a estos sistemas electónicos, y el pueblo ignorante que no sabe ni siquiera leer. Creo que la situación principal de este estado lamentable de cosas es consecuencia del analfabetismo intelectual de los grupos de poder. Estos grupos no están interesados en que los pueblos se cultiven, probablemente por temor. Le temen a que un pueblo pensante no va a permitir que estos grupos de poder continúen usufructuando a granel los privelegios que han mantenido por siglos. La respuesta que se ha mantenido es tratar de que el pueblo siga en la ignorancia.
Muchas gracias Luis por el importante y estimulante comentario.
Muy interesante artículo sobre el libro,
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