Recuperando la dignidad ciudadana

-Bienvenido Argueta Hernández / DANZA CÓSMICA

La profundidad de la crisis política del país es inimaginable. El referente de sociedad pos Acuerdos de Paz resultó ser una fachada del falso modelo democrático, el cual en realidad consiste en la consolidación de grupos que se enriquecen de manera fraudulenta. El Gobierno, como representación del poder público, ha sido privatizado haciendo una alternancia de personajes y de partidos controlados por ciertos nodos del poder. Las supuestas autorepresentaciones o proyectos con fines de alcanzar el bien común son vaciadas de contenido y los principales líderes negocian su enriquecimiento a cambio de mantener el privilegio de intereses que han convertido el libre mercado en una estafa. Con ello, los representantes organizados en partidos políticos responden exclusivamente a quienes los financian, dejando de lado el sentido que legitima su accionar en el poder del pueblo.

El principio de soberanía basada en la voluntad del pueblo ha partido de un engaño. La división de los tres poderes, lejos de convertirse en una garantía del equilibrio y contrapesos, solo constituye parte de la misma maquinaria que habiendo financiado a candidatos hace que las elecciones sean un nuevo instrumento para el sometimiento de los individuos. Por consiguiente, el lema y la práctica de participar en política no es una alternativa suficiente, a menos que se cambien las reglas y las prácticas del juego. Sin embargo, las propuestas y la aprobación de las reglas para la representación política han caído en manos de quienes secuestran el poder público. En esta misma lógica, ser de izquierda o de derecha, verde o naranja, no hará una diferencia para la resolución de los problemas o hacer justicia, pues lo único que cambiará serán los personajes que rendirán cuentas a quienes han financiado sus campañas o pagado favores.

Los individuos, luego de haber sufrido una guerra tan atroz y desigual o de manera intuitiva enterarse por diversos relatos de ese pasado trágico, han preferido huir de la situación y se colocan el pañuelo en los ojos para seguir el juego. Más allá de comprometerse con la ampliación de sus espacios autonómicos y los niveles de su libertad, así como de la capacidad para desarrollar proyectos de beneficio individual o colectivo, solo se encierran cada vez más en espacios heteronómicos. La organización política de esta naturaleza rompe de por sí los lazos que articulan a la sociedad y la hacen solidaria, pues ahora las únicas reglas que valen son aquellas que se han impuesto por una nueva especie de religión que promete una sociedad rica a pesar de que las evidencias muestran todo lo contrario.

A pesar de ello, y aunque resulte aparentemente contradictorio, este viaje a las profundidades de Xibalbá o Hades guatemalteco, yendo en una especie de Transurbano o Transmetro y viendo por la ventana los casos de La línea, La coperacha, Bufete de la impunidad, Impunidad y defraudación, Redes, Patrullas, Lavado y política, Corrupción en Occidente, Aceros de Guatemala, Lago de Amatitlán, Cooptación del Estado, IGSS-Pisa, Negociantes de la salud, Botín Registro de la Propiedad, Corrupción y construcción, TCQ, Plazas fantasmas, Caja de Pandora y Odebrecht, constituye una especie de inevitable terapia psicoanalítica, que aun siendo dolorosa, es una de las formas que nos recuerda nuestro compromiso ciudadano con la verdad, la honradez y la justicia.

Sin el despertar ciudadano que articula un poder público capaz de construir una nueva democracia con nuevas reglas del juego y quiebra el cielo falso de tradiciones de la impunidad y del engaño, lo único que nos queda es el derrumbe y la evaporación de la dignidad de la persona.

Bienvenido Argueta Hernández

Aprendiz permanente de los relatos encantadores de las gentes y explorador de las historias que nos muestran mundos diferentes entretejidos entre poesía, cuentos y pinturas. Me gusta jugar, subir volcanes y cruzar arroyos, recorrer laberintos y ser capaz de observar estrellas, paisajes y sonrisas. Escucho jazz o rap y en los intermedios hago investigación social y escribo sobre filosofía y educación.

Danza cósmica

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