Reconstruyendo una parte de la memoria del metal en Guatemala: entrevista a Joel Morales Castro, propietario de American Line Productions (II)

Mario Castañeda | Arte/cultura / EL ARCO, EL SELLO Y EL GRIMORIO

En la entrega anterior, Joel Morales Castro, de American Line Prods., nos hablaba sobre cómo fue su encuentro con el movimiento metalero guatemalteco en la década de 1990. Luego nos explicaba su percepción sobre parte de Centroamérica en ese circuito cultural, y ahora, en la segunda parte y final de la entrevista, nos cuenta sobre las grabaciones realizadas a bandas de la región y algunas anécdotas de sus viajes. Agradecimiento profundo a Joel Morales por su tiempo y camaradería, y a Adela Castañeda por la transcripción de la entrevista.

Joel Morales:  … entonces…

Mario Castañeda:  Ya.  Y ahí vuelvo a otro momento anterior, porque el tema de las producciones discográficas y todo esto pues… no es solamente de decir «ah, sí, ya se graban discos, ya se graban casetes, ya se graban vinilos» verdad, que ahora podés encontrar bandas guatemaltecas que mandan a hacer vinilos a Europa o a EE. UU., pero, para llegar a ese proceso, eh… se tuvo que atravesar por varias etapas, una de esas es, Guerreros del Metal graba un primer LP, es decir, eh… un LP que es significativo, como decías vos, a nivel tanto nacional como internacional, pero, American Line Productions llega a Centroamérica con grabaciones de bandas centroamericanas también, se logra, digamos, articular ese esfuerzo, verdad.

¿Cómo fue ese proceso para grabar?  ¿Qué implicó en ese momento, con los requerimientos técnicos  las posibilidades que habían? ¿Y hasta qué momento llegó también ese interés de las bandas, pero también esa posibilidad tuya como parte de American Line… para proyectarse más y qué faltó o qué no faltó para que se diera?

JM:  Cuando yo visito Centroamérica en esos años, desde principios de los noventas, veo que hay bandas en Guatemala con un nivel, con un demo grabado, hay bandas en El Salvador, con un nivel regular, con sus demos grabados, en Honduras también había bandas con buen nivel musical, con demos grabados, Nicaragua igual, Costa Rica no se diga, Panamá también había, incluso hasta Panamá tenía ya bandas que habían grabado discos con disqueras americanas.  Pero, entre las mismas escenas locales nacionales no se conocían las bandas, solo era así de oído… o sea, allá en El Salvador (…) o hay rock en Nicaragua o hay movimiento en Costa Rica, pero, no se conocían, no.

Entonces mi primera idea así de… bueno, pues por qué no hago un acoplado donde grabe solo bandas centroamericanas y se distribuya en esta zona, para que las mismas bandas se conozcan y vean que tienen una misma escena, un mismo interés por el rock, y grabo en el ’93, bueno hago la compilación de bandas  que se llama Masacres de la jungla en honor a un libro que había leído yo de un escritor guatemalteco del mismo nombre…

MC:  Ricardo Falla….

JM:  Ricardo Falla, y le pongo Masacres de la jungla porque a nivel geográfico, Centroamérica no se conoce, o sea, se conoce… los europeos dicen América y se refieren a EE. UU. y EE. UU. dice América y se refieren a EE. UU., pero la cuestión geográfica exacta de Centroamérica; el continente americano está dividido en tres zonas:  Norteamérica es EE. UU., México y Canadá;  Centroamérica, los países del istmo, Caribe, las islas del Caribe y Sudamérica.

Entonces, yo coloco ese recopilatorio con bandas centroamericanas, una venezolana y una cubana, edito ese casete me dedico a distribuirlo en la zona centroamericana y en México hace boom, porque me recuerdo que de ese casete he de haber vendido yo 1 000 piezas en México… fue… Ay… me asombré … de que se vendiera esa cantidad y que la gente de México dijera «¿a poco hay bandas en Centroamérica?», no, pos… no muchá si en Guatemala tenemos un dicho que dice «México malo y Guatemala Guatepeor» refiriéndose a que si estamos jodidos nosotros, Guatemala está peor y así te vas proyectando ese dicho con los demás pesos centroamericanos que era guerra y guerrillas, problemas de violencia, y cuando de pronto escuchan esto, es un boom.

Luego yo lo mando a Europa, y a EE. UU., también resulta un boom, porque los medios de allá no sabían que había bandas en Cuba, ¿cómo una banda en Cuba siendo un país socialista?  ¿Cómo una banda en Venezuela?, ¿Cómo una banda en Panamá?  ¿En Nicaragua?  Pues les resulta fashion.  Y a mí me va bien porque esos recursos que se trabajan de ese casete compilatorio me da pauta para poder darle trabajo a algunos proyectos de Guatemala, como fue Rotting Corpse, que sacó un casete, y un mismo boom verdad, «ah, una banda de Guatemala, escuchémosla», verdad.

Y las reseñas que iban hacia Rotting Corpse no eran lo malo o lo bueno que hubiese podido haber, sino que había metal, era una muestra.  Y lo mismo pasa con (El) Salvador no, metal, doom, bandas que de pronto se vuelven visibles para otras escenas y para las escenas regionales.  Y así me fue.

Bueno, pues ahora hay una muy buena banda en Guatemala que se llama Sanctum Regnum y sacamos el CD.  Costó trabajo porque los recursos en ese tiempo eran escasos y las formas de proyección eran también escasas y caras.  Te hablo de que cuando sacamos un compacto de Sanctum Regnum, el compacto, maquilarlo costaba $ 3 en ese tiempo.  Ahora, con esto que yo te digo de la tecnología, maquilar un compacto te cuesta treinta centavos de dólar.  Porque hoy en día las compañías de CD están en crisis, no venden.

Entonces, en ese tiempo sí fue un esfuerzo, pero queda el registro que es lo importante de esto, no…

MC:  Claro…

JM:  …el registro de que «No pues aquí hay un casete de Guatemala, dos de El Salvador, un compacto de Guatemala…»  y American Line crece su catálogo con bandas centroamericanas.  Fue un boom a nivel mundial, tanto así que… un francés, retomando mi idea original, se dedica a sacar puros vinilos de América.  Saca bandas de Venezuela en vinilo, saca bandas de Cuba en vinilo, saca bandas de Panamá en vinilo, saca bandas de Costa Rica en vinilo, y es un boom para él también, no.

Entonces, a partir de ahí, creo, con cierta humildad, no estoy tan seguro, pero creo que se muestran las escenas centroamericanas al mundo y voltean a ver que hay movimiento, que hay escena, que hay bandas.  Ahora la situación cambió, se atomizó todo, no, porque hoy en día no requieres de una disquera, ni el apoyo ni el equipo de una disquera para publicitar tu banda, porque hoy es fácil publicitar tu banda.  Pero hoy, el mundo sin internet no lo podemos concebir.  Nosotros los rucos sí, porque lo vivimos, sabemos lo difícil que fue, los costos, hoy es distinto, y la gente no puede tener una… no se pueden imaginar una película de los noventa sin celular, porque hoy estamos tan acostumbrados al celular, en los noventas no había, entonces la tecnología ayudó bastante.

MC:  Ya.  Y…. ¿después de Sanctum Regnum ya no se grabó nada más de Guatemala con American…?

JM:  Grabamos Abyssum, en tape, grabamos Rotting Corpse, de Guatemala.  Grabamos, en los acoplados grabamos… incluimos canciones de SoreSight, una canción que a mí me fascina que se llama F.M. y que yo lo pongo como los pioneros del rock tropical, no, más antes que Puya, no, porque Puya en ese momento hizo boom pero ya lo hacía Varela no,

MC:  Sí…

JM:  Tiene ese atrevimiento musical de fusionar metal con ritmos latinos, para mí creo que es el pionero, no, y esa canción para mí también sí es un parteaguas, no.  Y de ahí, ya no volvimos a trabajar con bandas de Guatemala.  Coincidió con que yo también ya no viajaba tanto a Guatemala, ya me iba más directamente a El Salvador, donde, pues por cuestiones de comercio, era más fuerte, y donde por bandas también era más fuerte, porque incluso, en las producciones que hicimos con las bandas de llevarlas a tocar, había más seriedad en la gente salvadoreña que en los guatemaltecos.

De pronto los guatemaltecos decían:  «pos tráete la banda vos», sí pero la banda ocupa por lo menos pasajes, el hotel, la comida.  Hubo casos donde no hubo nada, y las bandas, fue una mala experiencia con algunos promotores porque de pronto, yo pagué todo eso, no.  Porque yo tenía compromiso con la banda, yo no podía decirles «Mira, sabes qué, no me pagaron, aquí se quedan y ahí nos vemos».  Yo tenía que afrontar esa responsabilidad.

Y de pronto Guatemala cayó en un bache donde ya no se interesaron en hacer las producciones. El Salvador sí, Honduras sí, Costa Rica también, Nicaragua también, Panamá también, como decías tú, creció la escena centroamericana y Guatemala se quedó solo en la intención, no se concretó.

Hoy es distinto, porque incluso los promotores que llegan más a Guatemala no son ni guatemaltecos, no.

MC:  Mmm…

JM:  …son salvadoreños.  Entonces, ahí está el contraste.

MC:  Claro, hay otro aspecto importante, obviamente la difusión que vos mencionabas, pero, cuando vos llegabas a Guatemala al principio, eh… habían revistas, verdad, fanzines, eh… donde pues, se hacían notas y me recuerdo que vos publicaste a la par que estaban saliendo las grabaciones que hacías, sobre las bandas que habían y… bueno, el… se escribía algo, pero ¿considerás vos que ha hecho falta dejar registro escrito de todo eso?  Eh… porque un dato bien interesante es hasta… en los afiches… uno se da cuenta que ni siquiera los años

JM:  …los años….

MC:  … se escriben.  Y entonces, es como parte de esa falta de memoria o para pensar para más adelante lo que va a servir, para dejar registro, verdad.

JM:  Uno no es consciente de eso.  Uno no es consciente.  Porque… pues en ese momento ¿a quién le interesaba?, era un afiche, no.  O sea, nos reuníamos a la fiesta con la banda, pero no teníamos esa conciencia de que a futuro qué va a haber, no… porque el futuro era inmediato.  Hoy toco y mañana me curo la yema.

MC:  Mjm.

JM:  Sí es importante el registro porque la historia tiene ese método no, la historia en su término general tiene ese método, su protocolo para hacer…. En el rock no tenemos esa cultura.  Y los pocos que éramos en el rock con un poquito de preparación, no nos interesaba.  Hoy es distinto, porque sí, hoy, estamos tratando en retrospectiva de armar ese tiempo que vivimos y darle una forma con un protocolo sociológico.

Recuerdo un libro ecuatoriano que hablaba, la introducción así lo hablaba, que de pronto la historia del rock nos estaba quedando en la mesa entre botellas vacías de cerveza.  Que nos acordábamos de las anécdotas pero no le poníamos fecha.  Y la historia de ese metal ecuatoriano se quedaba en las anécdotas, en los testimonios, en el ideario colectivo pero, ¿quién tenía que escribir la historia?  Alguien que se interesara no, y en ese tiempo yo creo que nadie tenía la intención.

Yo tengo un registro porque yo sí hice formación de sociología, de historiador, y yo llegaba acá al D.F. después de visitar esos países y hacía mi reseña de bandas, porque trabajaba en dos revistas, era Heavy Metal Subterráneo y La Banda Rockera, dos revistas que tenían mucha difusión, y me daban espacio para publicar esas anécdotas.  Entonces allí eran espacios que aprovechaba yo para hacer el recuento.

En Guatemala está SoreSight, Psychophony, (…) algo elemental, con foto.  Hay un registro mínimo de esa época, de esos conciertos, de Cenotaph (…).  Tengo fotos por ahí, porque también este… porque como te decía antes, sin ser de formación historiador, yo llevaba mi registro, entonces tengo por años y por visita tengo un fólder, un sobre, en donde, pues meto los tickets, los afiches, las fotos y la reseña del concierto o la fotocopia de la revista donde publicaba.

Ahí lo tengo con cierto método armado, no.  Y al menos, bueno, me interesaba y lo hacía.  Y de pronto hoy es imposible porque las cosas suceden de manera diaria, a manera de horas, no, en un par de horas estaremos viendo King Diamond y mañana habrá 50 000 reseñas de King Diamond, crónicas personales, no, pero ya no hay medios informativos impresos imparciales y serios que marquen ese registro.

En Guatemala, yo recuerdo que había en ese tiempo, dos fanzines, Social….

MCDistorsión Zocial

JMDistorsión Zocial.  Tengo algunos números, y tengo algunos números tuyos, de los que tú publicabas.  Y es todo… porque no se publicaban notas en ese tiempo de… en los diarios, de los conciertos, ni se mencionaba.  Y la radio, pues la radio que todo mundo conoce con el señor… con el famoso locutor del top…

MC:  Ya.

JM:  Pero hasta ahí.  No hay tampoco mucho registro no.

Imagen tomada de Spirit of Metal.

MC:  Sí…  Y… ahora, ¿cuál es el estado de American Line Productions, y vos digamos, con tu empresa, en qué áreas de lo que tiene que ver el metal estás trabajando?  Porque… tenés tu puesto aquí en el Chopo, seguís editando eh… grabaciones, eh… tenés ya, digamos, años de trabajo en esto y estás, podría decirse consolidado, a nivel dentro de la escena metalera en México pero también a nivel mundial, verdad, y sobre todo con eh… variantes del metal muy particulares, verdad… ¿qué está haciendo ahorita Joel y American Line?

JM:  Seguimos…. American Line sigue trabajando con bandas de América, creo que los esfuerzos que yo he podido contribuir es a mi territorio local, a mis bandas locales, ya sea en México, en Centroamérica, en Sudamérica, y apoyo a esos proyectos que tengan ese poquito de originalidad, que se atrevan… sí a tocar metal bien tocado y un poquito de particular, que no sea tan clon de la tendencia de Europa.

¿Por qué no apoyo a Europa?  Porque… tienen todos los medios, tienen todos los recursos.  Y el esfuerzo que yo pueda hacer con ellos…. se puede conseguir… no lo necesitan….  Pero acá la situación latinoamericana en cuestión de economía y de todo sí requiere apoyo.  Entonces, mi compromiso es con las bandas de América Latina, mi compromiso es con las bandas que están… con las que trabajo, trato de darles la cobertura total como años atrás, donde pues sacaba un disco y trataba de difundirlo a nivel mundial, lo más que pudiera en mis recursos, y que tocara, eso es importante, que las bandas toquen, porque así expresan su mensaje y lo llevan a la parte final que es el público.  Esa es mi meta:  saco un disco, promoción, que toquen y que hagan gira.  Es la parte más sentida que yo le veo.

Ahora es diferente, porque para empezar, las bandas ya no… ni siquiera tienen interés en tocar ni de viajar, ahora muchas bandas quieren (…) tocar y vender 50 000 discos y que venga una compañía que oiga su música y se los lleve a tocar a los mejores festivales de Europa o de EE. UU.  Mi idea nunca ha sido esa, sino que las bandas locales tengan ese espacio y que se sientan cómodos de estar con nosotros.

MC:  Eh… me gustaría cerrar esta entrevista, que me contaras anécdotas de tus viajes a Guatemala o Centroamérica en general, pero Guatemala en particular; cosas que te hayan sucedido, buenas y menos buenas… en todo este proceso de lo que ha sido American Line, pero la experiencia también personal de Joel.

JM:  Tal vez sean muchas, muchas, por ejemplo recuerdo la vez que llevamos a… bueno, llevé a Arturo Huizar con Luzbel a tocar a Guatemala y a El Salvador.  Para mí, el mejor compositor de México en cuestión de metal, en letras, es Arturo Huízar.  Sus discos y más de no sé cuántas canciones lo avalan como un compositor prolífico, rico y elegante para componer.  Entonces, siempre lo ví como un héroe, como un referente.  Iba a sus conciertos, cantaba sus canciones, y de pronto cuando yo ya estuve trabajando con él, promoviendo un par de conciertos en Guatemala y El Salvador, me acerco a Arturo, acepta la propuesta, y en cuanto ya menos pensábamos, ya estábamos viajando a tocar a Guatemala, y había expectativa porque también Luzbel regresaba a tocar a Guatemala por segunda ocasión, la primera ocasión había sido en el ochentaitántos…. cuando me invitaron, cuando estaba el presidente Vinicio Cerezo y hubo un concierto gratis de Luzbel.

Luzbel regresaba con esa ilusión y ese nervio de regresar a ese país.  Fue muy bien, que por cierto, no estuvo exento de problemas en la aduana, la aduana siempre fue muy dura con los mexicanos, sigue siendo dura porque pues ahora los mexicanos tienen esa connotación de narcotraficantes, no.  Entonces, Luzbel en Guatemala fue una maravilla de concierto, nos trataron súper bien, Arturo se sintió súper contento, tanto que regresó al mes, a los dos meses y siempre quiere regresar Arturo a Guatemala porque le gusta el calor del público.

Recuerdo otra anécdota de Cenotaph, para la segunda fecha que hicimos, el grupo venía tocando un segundo disco, que es el Riding our Black Oceans, veníamos con gira a nivel sudamericano, centroamericano-sudamericano; la banda venía muy compacta, creo que fue el mejor show que yo… Cenotaph vivió en Guatemala, tanto que… bueno, a la fecha Oscar Clorio tiene un recuerdo muy grato de ese concierto, no…

Y anécdotas, sí me sé más de Guatemala, pero no del rock, verdad, porque… ya otras cosas de la idiosincrasia guatemalteca, no.  El choque con la palabra cerote siempre me ha conflictuado… siempre me ha conflictuado, no

(Risas).

JM:  Porque se oye muy imaginativo y no me imagino cuando dicen ellos… me lo imagino cuando dicen ellos «vos cerote»… me imagino un cacho de mierda caminando.

(Risas).

JM:  Eso para mí es muy escatológico, por eso… no me pasa esa palabra, va.  Pero de pronto ya lo había incorporado a mi forma de hablar, entonces «hey cerote» ya me puedo comunicar más fácilmente con ellos, pero siempre me ha conflictuado esa palabra.

Y también yo creo que el guatemalteco es una persona que tiene esa cualidad como los mexicanos, es muy amable y muy violento.
MC:  Mjm.

JM:  Lo amable trata de esconder la violencia, pero cuando al guatemalteco le sale la violencia, le sale la parte más humana y creo que es la parte más… y eso a mí no me gusta, eso de lo que me recuerdo….

MC:  Gracias Joel.  Bueno, terminemos….  vos sos prácticamente quien dirige American Line Productions, pero qué más hay de tu vida, es decir, estudiaste, qué… decís que estudiaste Sociología, ¿qué más has hecho?

JM:  Bueno, yo no estudié Sociología.  Yo, estudié Ingeniería Química.

MC:  Ah.

JM:  Estudié Ingeniería Química.  Ejercí seis meses en una compañía transnacional, como ingeniero químico en control de calidad, pero ese enfoque de atarme a un horario, a un jefe, no me gustó, porque estaba yo acostumbrado a la libertad de la escuela, la libertad de que cada semestre tenía un mes para viajar y lo aprovechaba, me iba de viaje.  Entonces, no me gustó trabajar, no porque no me gustara la Ingeniería Química, pero no me gustó el sistema.  Entonces, yo ya tenía esa… a esa altura yo ya tenía la compañía consolidada… entonces… lo mío es el rock, el rock también tiene sus ritmos, entonces alterné yo mucha… el rock lo alterno con muchas actividades que hago fuera del rock, como ha sido montañismo, como ha sido espeleología, como ha sido maratonismo, como ha sido de pronto intentar hacer una compañía editorial, que edite lo que a mí me gusta, me gusta escribir, no tengo esa facilidad de escritura, pero como te decía, sé que es la parte más fina, la escritura, pero no pierdo la intención ni la voluntad de que en algún momento le dé forma a esa editorial, porque es algo que también me gusta mucho.

¿Qué hago fuera del rock?  Leer mucho.  Me gusta leer mucho.  De hecho yo creo que he dejado de hacer muchas cosas por leer.  Ahora no leo con tanta intensidad porque pues, soy papá de unos gemelos y los gemelos ahorita están en la edad en que demandan mucha energía, me demandan mucho tiempo y, bueno, tengo que equilibrar esos tiempos, no… y mi actividad laboral, mi actividad de mi esposa, mi actividad con mis hijos… todo, no.  Pero estoy muy contento con lo que he hecho y no me quejo ni me arrepiento de nada porque es parte de la evolución y la transformación de mi vida.

MC:  Estás con tu esposa, tus hijos…

JM:  Sí, sí…

MC:  American Line… y bueno… el local en el Chopo.

JM:  Sí, el punto del Chopo es el punto «ritualístico» de cada sábado porque es mi punto de encuentro con mis amigos, con gente que comparte el mismo gusto, con gente de todos los géneros del metal, desde el punk hasta el hardcore, el stoner, donde… solo es una franja donde vienes a quitarte la presión de la semana.  Aquí es el gusto por la música, y para mí es algo muy vital aquí, porque pos como hoy, hoy que vine a un festival grande, un concierto grande, viene un amigo de Costa Rica que no veo hace años y me da mucho gusto verlos, igual gente de Colombia que no la veía y luego los encuentro en un concierto y me da mucho gusto porque eso es el rock, la comunión y la unión de gente con el mismo gusto.

MC:  ¿Algo que querrás agregar, Joel, para finalizar?

JM:  Pues, gracias por tu tiempo, Mario, nos conocemos mucho tiempo atrás, ya viste la foto

MC:  Sí… jaja

JM:  …estamos en la misma ruta, en la misma sintonía… Ojalá que puedas cristalizar tu proyecto histórico de Guatemala, del metal y de la música, ojalá que cristalice y sea productivo en el sentido de que quede ese testimonio histórico que el rock en Guatemala ha sido parte de la lucha que tienes que correr como  sociedad en Guatemala y que a la vez es parte de esa otredad para que también sea un puente para otras actividades y sea una sociedad más tolerante, más diversa.  México está igual, contrastante.  Pero yo creo que si el rock ha hecho mucho en el mundo ha sido eso, atenuar… el curso humano, crear puentes vitales de comunicación. Gracias.

MC:  Gracias Joel.


Imagen principal tomada de Rocktaminacion Zine Blogspot Ecuador.

Mario Castañeda

Profesor universitario con estudios en comunicación, historia y literatura. Le interesa compartir reflexiones en un espacio democrático sobre temáticas diversas dentro del marco cultural y contracultural.

El arco, el sello y el grimorio

Un Commentario

Giuseppe Risica Carella 22/06/2019

Excelente testimonio de vida, Saludos desde Perú,

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