-Bienvenido Argueta Hernández / DANZA CÓSMICA–
A mi retorno de mis estudios de doctorado realizados en Estados Unidos, me incorporé al equipo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en 1999 como oficial encargado del tema de educación y salud. En contraste con mi trabajo burocrático, el Sistema de las Naciones Unidas contaba con un grupo de élite que realizaba investigaciones y se encargaba de redactar el Informe Nacional de Desarrollo Humano. Este último equipo estaba a cargo de uno de los economistas de mayor reputación en Guatemala graduado de la Universidad de Sussex, Inglaterra. Sobre sus hombros pesaba ser hijo de otro de los grandes personajes que ha tenido Guatemala, Juan Alberto Fuentes Mohr, quien fuera asesinado en la época más oscura del país y adepto a la socialdemocracia. Recuerdo que de Fuentes Mohr había leído en su libro sobre la crónica de su secuestro por parte de la guerrilla y sus vicisitudes durante el Gobierno de Méndez Montenegro en uno de los tantos intentos fallidos por impulsar una reforma fiscal en favor de un desarrollo humano en un país caracterizado por la pobreza, la violencia y la explotación.
A Juan Alberto Fuentes Knight lo volví a encontrar en un trabajo que realicé para el Informe de Desarrollo Humano durante el 2003 y en algunas reuniones de la Maestría de Políticas Públicas de la Universidad Rafael Landívar. La impresión que tenía de él en el plano profesional y académico era de la más alta valía, no obstante su trato humano marcaba un espacio como de alguien que le costaba desarrollar una confianza y camaradería; a veces trasmitía cierto sentimiento de superioridad frente a muchos de nosotros.
Sin embargo, cuando fui nombrado como ministro de Educación a finales del 2009 tuvimos un acercamiento por los temas de Estado. A todas luces Juan Alberto mostraba un liderazgo que se afianzaba por la honestidad, la integridad y la probidad. Esto motivó la unidad con otros ministros que mostraban no solo capacidad, sino también una actuación apegada a la ley y la moralidad, como fue el caso también del ministro Luis Ferraté. Con Fuentes Knight discutimos las prioridades del Ministerio de Educación y la responsabilidad que significaba el manejo de un presupuesto que siguiera una racionalidad en los márgenes de lo posible. Otras personas que se desempeñaron como funcionarios públicos dentro de la administración de la UNE, que al igual que yo no pertenecíamos a ningún partido político pero con ideales claros de pretender realizar cambios en favor de la población guatemalteca, nos atrevimos a dar un paso adelante.
El día 13 de los corrientes observé como un conjunto de exministros fueron aprehendidos y conducidos a los tribunales de justicia. En el marco de las actuales circunstancias y de la lucha contra la corrupción y la impunidad, estas personas están vinculadas por la firma del Acuerdo Gubernativo que autoriza el proyecto del Transurbano. Todos ellos tendrán que solventar su situación ante la justicia siguiendo el debido proceso. Estos son casos paradigmáticos pues quienes hemos desempeñado la función de ministros en un sistema político presidencialista sabemos que la buena fe puede traer sus malas consecuencias, como la firma de un acuerdo gubernativo o la acción formal que desconoce otros ámbitos que pueden ocurrir tras bambalinas.
En cualquier circunstancia, quienes conocemos a personas de la talla de Juan Alberto Fuentes y otras personas como Ana de Molina y Luis Ferraté estamos seguros que tendrán la posibilidad de demostrar su inocencia. No obstante lo vergonzoso, molesto y humillante que pueda resultar ser detenido provisionalmente y estar expuesto ante la opinión pública por la presunta comisión de hechos o de alguna falta que sin propósito directo se haya realizado, va mi solidaridad a Juan Alberto Fuentes en un momento complejo de su vida y que esperamos logre solventar de tal manera que su nombre recupere el valor que durante años ha construido.
Fotografía tomada de ElPeriódico.
Bienvenido Argueta Hernández

Aprendiz permanente de los relatos encantadores de las gentes y explorador de las historias que nos muestran mundos diferentes entretejidos entre poesía, cuentos y pinturas. Me gusta jugar, subir volcanes y cruzar arroyos, recorrer laberintos y ser capaz de observar estrellas, paisajes y sonrisas. Escucho jazz o rap y en los intermedios hago investigación social y escribo sobre filosofía y educación.
6 Commentarios
Bienvenido, estoy de acuerdo contigo, y tengo el mismo criterio de las personas que mencionas. Me parece que deben y lo lograran, demostrar su inocencia, y saldrán, relativamente ilesos, de este proceso absurdo, de firmas administrativas.
Conozco a Juan Alberto Fuentes Knight, hace muchos años, desde tiempos universitarios; comparto la opinión de Bienvenido Argueta Hernández; estoy segura que esta situación será aclarada para Juan Alberto, como para algunos otros ex funcionarios, para salir por la puerta ancha, y deducir las responsabilidades de aquellos que se aprovecharon de la buena voluntad de algunos, haciendo negocio con las necesidades de mis conciudadanos. CristoEsUnaMujer.com
Adherirse a un proyecto político implica necesariamente cierta afinidad con el mismo. La función de ministro es una de más cercanas al círculo de poder, participando en él sin duda alguna. Quiero pensar que es posible que alguien sin afinidades político partidistas participe como ministro de estado, sólo por la tentadora oportunidad de hacer cambios positivos en este país que tanto lo necesita. Sin embargo, dicha participación implica necesariamente una aceptación del proyecto político en el que se enmarca. Implica también una responsabilidad por el manejo de los recursos del estado. Responsabilidad que hasta hace un tiempo no significa prácticamente nada, pues quiénes ejercían el poder y tomaban las decisiones, buenas o malas, se sabían impunes sobre los resultados de las mismas. La justicia es hermosa cuando acampa en el patio del vecino, pero en el propio…. Se torna insoportable
Mejor es irse inmediatamente cuando se sabe y no se está de acuerdo. Nada ganó con quedarse. Y el prestigio ganado con honradez NO TIENE PRECIO.
Coincido con todo lo que expresa Bievenido Argueta. No dudamos de la honradez, honorabilidad y buena fe de Juan Alberto Fuentes. Indudablemente logrará desvirtuar legalmente lo que le imputan. Solidaridad en este difícil y duro momento de su vida.
Dr. Argueta.acabo,de leer,se necesita,conocer y valor,para hacerlo,yo pienso, igual,y mucha gente,cercana a mí.
Facil,es tomar,protagonismo,y hacer leña,y me quedo corta con los comentarios,un dia,despuès,de martin,nómada, no escribió,soloverdad,le tiro mucha dosis,de veneno….deseo,recupere,su libertadad, yvamos hacia adelante
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