Liza Fuentes | gAZeta joven / IDEAS, IDAS Y VENIDAS

Parar un momento, dejar a un lado la carga.
Decidí parar por mí y por ella.
Hace rato no la veía.
Recibió tantas bofetadas, recibió tanto odio.
Me cambió.

No he conocido en vida tal amor como el de ella.
Parar un momento, parar para verla.
No pude verle siquiera los ojos, ella lloraba callada.
Parar un momento, despejar el espíritu.

Tomé su temblorosa y pequeña mano llena de líneas rojas.
Quise acariciarlas, quise besarlas, quise curarlas.
Esas líneas la conectaron conmigo, nos unieron.
Mas, ambas sabíamos que era el momento, había que borrarlas.

Yo le curé las manos, ella sanó mi interior.
Yo la abracé por lo hombros, ella abrazó mi alma.
Yo me quedé callada, ella rompió el silencio, ella preguntó.
Yo no supe contestarle, ella ya no lloró.

Ahora me marcho con algo en pedazos.
Me despido, pero prometo regresar.
Ella sonríe, sabiendo que lo cumpliría.
Volteo la mirada, continúo el camino.

Liza Fuentes

Soy una joven a la que le encanta enredarse en el hilo de sus pensamientos y soñar en ordenarlos.

Ideas, idas y venidas

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