Jorge Mario Salazar M. | Política y sociedad / PALIMPSESTO
Debemos repetirlo hasta la saciedad, el neoliberalismo capturó el pensamiento de la academia. En las universidades y los centros de investigación (think tanks) ya ven como verdades incuestionables de la economía y política lo que ayer fueron medidas de emergencia para salir de la crisis del capitalismo generadas por la recesión y la deuda externa. Aunque estas medidas y políticas hayan fracasado rotundamente durante los últimos 40 años, construyendo brechas económicas profundas e irreversibles en la sociedad mundial.
La privatización de los activos del Estado fue una de esas medidas que, según decían, acelerarían el funcionamiento del Estado y que generaban pérdidas a la sociedad. En Guatemala, sin embargo, Guatel pagaba mensualmente 90 millones de la deuda del Estado contraída para la construcción de carreteras y la enorme hidroeléctrica de Chixoy, dinero defraudado por un puñado de funcionarios de la dictadura militar, de los cuales ninguno fue procesado por dichos desfalcos. Sin embargo, los costos sí los ha pagado la población.
Aparte de esto, los servicios de electrificación rural, construidos con la participación de comunidades en aportes de 50 % por pago de insumos y mano de obra que salió de los bolsillos exiguos de las familias pobres, luego se le otorgaron a la red corrupta de Unión Fenosa y demás empresas de la corporación como Deorsa y Deocsa, que usurparon «legalmente» los beneficios que le correspondían a los comunitarios, incrementando el costo de la electricidad sin aviso previo a todos los usuarios. Por eso me da mucha pena cuando los políticos acusan a las organizaciones campesinas de San Marcos, como Frena, de robar fluidos eléctricos.
En su momento, la generación por medio de las plantas del INDE se convirtió en centro de las críticas por costosa e ineficiente. Se les acusó de ser administradas políticamente por amigos de los gobiernos de turno, entonces, la salida triunfal, quitarles a las generadoras la parte de la comercialización de la energía y fomentar otras fuentes de producción, dando libertad de oferta a otras entidades interesadas y con capacidad. Así, los ingenios azucareros comenzaron a producir energía eléctrica mediante el consumo de los deshechos del proceso de producción del azúcar. La condición, aceptada por la Comisión Nacional de la Energía Eléctrica, es pagar a estas plantas generadoras, permanentemente, aunque no estén generando ni un watt. Aquí se les olvidó la eficiencia y la economía.
Qué vamos a decir de la privatización de la educación, en donde se volvió tan difícil construir edificios escolares desde la administración de la Unidad de Construcción de Edificios Escolares, porque esta unidad era un elefante blanco, una entidad innecesaria. Se trasladó la responsabilidad de la gestión a las comunidades, la finaciación de las construcciones a los fondos sociales (FIS, Fonapaz) con fondos de préstamos internacionales del Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo, en donde las comunidades pagaban la mitad de la obra en los costos preinversión y una empresa constructora «calificada» ejecutaba la construcción, sin tomar en cuenta el paisaje social y rural o urbano de la comunidad ni la ecología humana del lugar. Había que eficientar el negocio de la construcción de escuelas, propósito que luego abandonaron regresando a la UCEE que se convirtió en gestora de créditos, nuevamente lenta e imposible de desarrollar una debida diligencia y una estrategia del Ministerio de Educación.
Esta privatización fue cruel y es la más cara para la población. El 80 % de los educandos asisten a colegios privados construidos con cascaritas de huevo huero, en donde la calidad educativa es aún más escasa y más «libre» en este modelito neoliberal que significa irresponsabilidad del Estado sobre las necesidades de la población.
Insisto, y lo haré hasta el cansancio, que no podemos seguir fomentando gobiernos que profundicen esta barbarie de Estado ineficiente para la población. Necesitamos de un Estado comprometido con las tareas estratégicas de la Nación, que atienda con prioridad estas necesidades que garanticen que el país saldrá del atraso profundo en el que está sumido como consecuencia de la corrupción y la ineficiencia disfrazada de corrección política.
Llegamos al momento en que hay que decidir, nuevamente, quien va a conducir la administración pública. Se oyen promesas de todo tipo, relacionadas con la preocupación polarizada entre la lucha contra la corrupción y la intervención extranjera, pero no sobre este modelo que hoy quiere privatizar carreteras, IGSS, salud pública, aeropuertos, puertos, aduanas, etcétera. Hasta ahora no se ha hecho y durante los tres meses de campaña tampoco se hará, sostener una discusión, un debate sobre un proyecto político de larga duración. El modelo electoral cooptado sigue reflejando la concepción de lograr partidos políticos para una sólo gobierno.
En esta línea se funda el Movimiento Semilla, de quien se tiene la mayor expectativa por la alianza de los buenos, pero cuyo pensamiento sigue siendo el de la corrección política que asume el neoliberalismo como algo que no se puede evitar por conveniencia frente a los organismos financieros internacionales, las corporaciones transnacionales y su propio pensamiento colonizado por las universidades y la tecnocracia.
Fotografía tomada de Meteorología en red.
Jorge Mario Salazar M.

Analista político con estudios en Psicología, Ciencias Políticas y Comunicación. Teatrista popular. Experiencia de campo de 20 años en proyectos de desarrollo. Temas preferidos análisis político, ciudadanía y derechos sociales, conflictividad social. Busco compartir un espacio de expresión de mis ideas con gente afín.
Un Commentario
Muy interesante el análisis, si pudiera compartir de una manera más amplia cada punto central, como generar la historia del concepto de la privatización en nuestro país, la intervención del congreso en estos procesos y la poca gestión o capacidad de las autoridades en tratar de hace un cambio o al menos el inicio de un verdadero proceso que busque la sostenibilidad de manera integral. Somos parte de estos cambios y por eso decidimos estar en esta plataforma.
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