Principio de realidad

-Vinicio Barrientos Carles / PARADOXA

El pasado miércoles 28 de febrero se presentó el Frente Ciudadano contra la Corrupción -FCCC-, a través de un evento mediático en el cual personajes de diversos sectores de la sociedad guatemalteca manifestaron su incondicional apoyo a la lucha contra la corrupción, al MP-Cicig, y en particular, al binomio de Iván Velásquez y Thelma Aldana. A pesar de tratarse de una acción esencialmente positiva, diversidad de actores sociales manifestaron su abierta inconformidad con tal iniciativa, cuestionando, descalificando y llegando al extremo del insulto a varios de sus miembros.

¿Cómo comprender esto de jugadores del mismo equipo atacándose entre sí? Un tercer grupo destaca, descalificando a diestra y siniestra, argumentando una vil manipulación y planteando una nueva dicotomía: «farsantes» (los de la tarima) versus «auténticos» (los que no están en ella); estos últimos, ni proponen ni participan, con la única excepción de la censura y la injuria sistemática. Todos expresan sus decepciones y como resultante emerge una confusión universal.

Un símil bosqueja un barco que se hunde en medio de la tormenta. La tripulación solicita ayuda de los pasajeros: dos equipos contrarios, casi enemigos de muerte. La prioridad: evitar la zozobra. Se requiere trabajar en equipo: olvidar las rivalidades, trabajar en las reparaciones, remar juntos, sacar el agua, atender las prioridades. Sin embargo, vemos finalmente a los pasajeros vociferar: «con ese … ni a la esquina». Mil y una explicaciones afloran, seguramente válidas. Y allí estamos… hundiéndonos.

Típica actitud de guerra, con uniformes y estrategias. O estás en un bando, o estás contra él. La guerra: esa realidad horrorosa y terrible. O estás de azul, o estás de rojo. No es un juego, es el infierno mismo en donde debes eliminar, o ser eliminado. Nada importa, la vida misma no importa… solo un objetivo: destrucción, sin importar los costos. Dos bandos enarbolando la misma bandera de la anticorrupción, persiguiendo la Guatemala que todos decimos amar, bandos contrarios con un discurso similar, casi idéntico. Y allí estamos… hundiéndonos.

Ante esta aparente paradoja, un análisis científico se hace necesario. La psicología analítica profunda de Carl Jung aporta conceptos clave en torno al inconsciente colectivo. El descubrimiento del inconsciente marca el surgimiento de la psicología moderna, estableciendo que las acciones primarias son dictadas de forma imperativa y silenciosa desde lo profundo de nuestra psiquis, sin tomar plena conciencia de la orientación de las mismas.

Estos motores primarios, o pulsiones, se encuentran gobernados por un principio de placer, que es una categoría esencialmente económica, dedicada al ahorro de energía. Estas pulsiones responden a demandas inmediatas (del id), y poseen una naturaleza dual, eros y thanatos, producción y destrucción. Este tipo de inmediatez es fundamental en las acciones de guerra, e implican una irracionalidad intrínseca. Se trata de mandatos muy intensos.

Sin embargo, estos motores primarios son insostenibles en el mediano plazo, y se hace necesaria la aparición de un principio equilibrante, denominado principio de realidad. A diferencia de los procesos primarios, inconscientes, el principio de realidad se caracteriza por procesos secundarios del sistema preconsciente-consciente, que utilizan energía «ligada», permitiendo experiencias mentales que ponen en primer plano la racionalidad de todo el sistema.

La oposición entre los principios de placer y de realidad constituye una dinámica fundamental. El principio de realidad aparece justamente cuando las pulsiones (eros o thanatos) amenazan la supervivencia del sistema, dada la potencia e irracionalidad de estas. El principio de realidad se impone como regulador, y resuelve los conflictos internos haciendo uso de las condiciones demandadas por el mundo exterior. Esto es evidente en las guerras, cuando la imposibilidad de sostenerse ad eternum lleva al pacto racional por vías alternas de resolución.

No se trata de política, sino de la psicología fundamental de nuestra naturaleza humana. Ante las evidentes secuelas de una confrontación que nos ha fragmentado en varias dimensiones de nuestro coexistir, resulta crucial el reconocimiento de un cuarto grupo de actores, cuya propuesta propugna por la creación de alianzas para la construcción conjunta de soluciones. Identificamos acá al principio de realidad actuando en nuestra conciencia colectiva, propendiendo la acción racional en favor de objetivos de mediano plazo.

El país se encuentra detenido y el combate frontal a la corrupción no bastará por sí solo. Debemos superar el caciquismo, esa imagen patriarcal del líder autocrático, y evolucionar a una visión democrática de equipos conformados por una diversidad de integrantes disímiles, pero encausados hacia un objetivo común. El liderazgo genuino debe promover la integración de los dispares, construir sinergia entre ellos, eliminando sobre-estructura y controlando la entropía del sistema. Una nueva dicotomía fundamental se le plantea a la ciudadanía: destrucción o construcción.

Se está insistiendo en cuán importante es la mea culpa colectiva: un explícito reconocimiento que hemos obrado mal. Es momento de aceptar que la guerra ha terminado, y en congruencia con el principio de realidad proceder a la reconformación integral de nuestro tejido social, sobre una sólida y sostenible cultura de paz positiva. No solo es posible… ¡es imprescindible!


Fotografía principal tomada de La Hora, editada por Vinicio Barrientos Carles.

Vinicio Barrientos Carles

Guatemalteco de corazón, científico de profesión, humanista de vocación, navegante multi-rumbos… viajero del espacio interior. Apasionado por los problemas de la educación y los retos que la juventud del siglo XXI deberá confrontar. Defensor inalienable de la paz y del desarrollo de los Pueblos. Amante de la Matemática.

Paradoxa

4 Commentarios

AblaCarolyn 07/03/2018

Thanatos: I don»t think the problems with Wansink»s research programme were philosophical. I think the problems were: (a) his theories were weak, (b) his data were of low quality, (c) he had no control over his data (over and over, he seemed to be surprised by very basic features of what was being measured and who was in his experiments), and (d) his writeups presented incomplete and misleading information. Details matter. It»s hard to do science with weak theories and poor data, especially when you don»t even accurately report the data you have.

    Vinicio Barrientos Carles 17/09/2018

    I think your comment refers to another topic, not about this article. Sincerely

Julio Muñoz 05/03/2018

Excelente enfoque.

    Vinicio Barrientos Carles 09/03/2018

    Sin dejar de lado la innegable pobreza que nos aqueja, y el poco desarrollo funcional en las estructuras del Estado guatemalteco, puedo reconocer que dos de los más grandes males que nos aquejan como pueblo son: la ignorancia y la poca o nula capacidad para comunicarnos, principalmente cuando nuestras ideas parecen no coincidir con las del otro, o cuando las etiquetas nos impiden ver claramente, fenómeno más frecuente de lo que podríamos pensar. Por ello es que estoy convencido que los intercambios de opinión en los medios digitales nos ayudaran grandemente a desarrollarnos como Ciudadanía, superando muchos temores, y aprendiendo a reconstruirnos como partes del mismo todo.

    Sirva esto de preámbulo para agradecerte, Julio, primero tu participación, y segundo por tu amable comentario en el que manifiestas tu acuerdo con respecto a mis percepciones. Sin embargo, aún se tratara de opiniones adversas, me parece valiosísimo que todo tipo de opiniones sean vertidas en los medios, pues nos ayudan al enriquecimiento de la pluralidad, la diversidad y el concierto de realidades que nos constituyen y nos conforman, fundamentales en el proceso de CONSTRUCCIÓN de los procesos democráticos tan requeridos en nuestro país.

    ¡Saludos!

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