-Carlos Enrique Fuentes Sánchez / EL EDUCADOR–
Como se dijo en el anterior artículo de esta columna, ante la herencia sociopolítica que dejó el 2017, sería muy difícil tener un año nuevo diferente, bueno, positivo, alegre. Los primeros veinte días de enero lo confirman: salario mínimo que no alcanza para cubrir el costo de la canasta básica alimentaria, mucho menos la general; más desempleo; gastos municipales incontrolables; más redadas y deportaciones de migrantes; una ANAM vista y empleada como brazo político; crisis en la emisión de pasaportes; nuevos modelos de delinquir de parte de las maras; más agresiones sexuales; cárceles incontrolables; extorsión en las escuelas; infraestructura escolar deficiente, escasa cobertura en algunos niveles; etcétera. Es que no se pueden esperar cosas buenas después de dos años de desaciertos, de mentiras, de fracasos.
Lo más negro, no obstante, aparte de la pobreza y la violencia, es lo relativo a la política. A pesar del mensaje de las luchas y exigencias de la ciudadanía, a pesar de la sugerencia del embajador estadounidense, la nueva Junta Directiva del Congreso está integrada por personas impresentables que han sido señaladas de haber incurrido en actos contra la justicia, como haber firmado el llamado «pacto por la impunidad y la corrupción» en septiembre del año pasado y estar algunos señalados de otros hechos ilícitos. Basta revisar un breve currículum de los elegidos para darse cuenta de quiénes han llegado. Entonces, ¿qué se puede esperar de esa nueva Junta Directiva? Solo cosas negativas, como el impulso de leyes a favor de los empresarios nacionales e internacionales; leyes a favor de la impunidad de los corruptos de siempre; así como a favor de los señalados de delitos de lesa humanidad. Igual, más negocios oscuros, defensa de los diputados involucrados en actos corruptos anteriores o nuevos, etcétera. ¡Ah!, y un total olvido por leyes de interés nacional, como la ley de aguas, la ley de desarrollo rural integral, la ley de minería a cielo abierto, así como un interés particular en la aprobación de las reformas constitucionales, pero a su sabor y antojo. Todo un futuro oscuro. Como dice el columnista Villacorta (Prensa Libre): «la corrupción se elige a sí misma».
¿Por qué ocurrió que se nombrara esta Junta del Congreso impresentable? Porque los diputados de la oposición no encuentran los caminos adecuados para conformar otra planilla; porque no tienen la capacidad de negociar y porque, como todos, al final, también tienen intereses personales y de partido. No les importa el país, sino los beneficios personales. Así no se puede contrarrestar las acciones del oficialismo y sus aliados, que saben lo que quieren y hacen los negocios para lograrlo.
Por otro lado, se efectuó la elección de la Comisión Postuladora para elegir al nuevo fiscal general, la cual también ya fue juramentada. Revisando sus integrantes se pueden pensar muchas cosas, pero la mayoría negativas. Si es cierto que algunos de sus miembros estuvieron ligados a la exmagistrada Blanca Staling y que algunos de los decanos de algunas universidades privadas están para obedecer a sus patronos, los empresarios nacionales, ya se puede uno imaginar qué pasará en el futuro inmediato.
Se debe agregar a lo anterior dos hechos más: el segundo informe presidencial parcializado hacia los logros alcanzados, hacia lo positivo, sin mencionar algunos hechos que demeritan el quehacer del Gobierno y que le restan credibilidad a dicho informe. No es nada raro de parte de un presidente que continúa en manos de asesores que no asesoran o lo hacen mal, así como en manos de la oligarquía nacional y una élite del Ejército. Por otro lado, la remoción de Solórzano Foppa de la SAT, por causas y argumentos, de parte del ministro de Finanzas, que dan risa y cólera, pues ninguno de los anteriores superintendentes había logrado lo planificado; influirá en el futuro inmediato en la recaudación fiscal y el destino del país, al dar paso de nuevo a la corrupción. Además, el cambio de otros tres ministros que, sin haber dado mayores luces, fueron sustituidos por otros que evidencian la conveniencia del Gobierno de tenerlos en el gabinete para que se ajusten más plenamente a las exigencias de quienes en verdad gobiernan.
Fin. La conspiración contra la Cicig denunciada por el procurador de los derechos humanos, cierra el futuro inmediato. De aquí en adelante, la lucha social deberá ser mucho más intensa, más decidida, más valiente. Si no es así, Guatemala llegará a la debacle integral.
Carlos Enrique Fuentes Sánchez

Pedagogo y Educador, con 40 años de experiencia docente en los diferentes niveles del Sistema Educativo nacional; surgido de los barrios pobres de la Capital pero formado en diferentes departamentos de la republica. participante y decisor en procesos y redacción de documentos de trascendencia en la educación nacional en los últimos años. Asqueado de la historia de injusticia social que vive Guatemala desde la invasión Española, así como de la historia de masacres y crímenes políticos sufridos por la población, aspira a una Guatemala diferente, justa, democrática y humana, a la cual se pueda llegar por medio de una educación popular y revolucionaria, para todos y todas.
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