Luis Melgar Carrillo | Política y sociedad / NUESTROS HIJOS
Esta posición es una concepción pobre, tanto de sí mismo como del mundo. Las personas etiquetadas de esta manera se ubican en un lugar negativo y a la vez sitúan a los otros en una condición también negativa. Es una respuesta a no creer en sí mismos, en nada ni en nadie. Es una posición ingrata que genera desinterés por la lucha y por la superación.
Cuando esta condición se presenta como la más frecuente en una persona, esta tiende a vagabundear. Las personas así se encierran en sí mismas y se vuelven ociosas. Pierden sus objetivos, si alguna vez los tuvieron. Se caracterizan por la incapacidad e interés para satisfacer las demandas de la vida. Llevada a un extremo, esta condición finalmente puede conducir al suicidio o al homicidio.
Es una posición en la cual se le da poca o ninguna importancia a las cosas. Esta situación conduce a la tendencia a abandonar toda esperanza. En un extremo, los que viven esta condición comienzan a distanciarse de su realidad, por lo cual se la considera una posición esquizoide. La esquizofrenia es una patología mental, que se caracteriza porque el paciente pierde el contacto con su realidad. Esta situación incluye alucinaciones, como ver o escuchar cosas que no existen.
Se le ha llamado una posición existencial nihilista por su similitud con las filosofías amargas y sin salida. El nihilismo es una concepción de rechazo de todos los principios religiosos y morales, se fundamenta en la creencia de que la vida no tiene sentido, por lo cual no hay ningún propósito o meta por la cual luchar. La persona nihilista no arriesga, ni está dispuesta al cambio.
El pensamiento nihilista conduce a la angustia existencial y al desaliento. Se les suele escuchar a quienes tienen este tipo de pensamiento expresiones como «No vale la pena», «No vale la pena esforzarse» «Todo es malo», «La vida es una porquería», «No creo en nada, ni en nadie». El desinterés por todo lleva a proyectar la renuencia al cuidado personal de sí mismo. Total, «nada vale la pena».
Esta actitud conduce a presentar incapacidad para disfrutar de los placeres. También conduce a que se tengan problemas en las relaciones interpersonales. Son personas que terminan por perder a los amigos. La consecuencia final es llegar a tener problemas sociales como soledad, desempleo, pobreza y baja calidad de vida. Algunas personas se vuelcan a comer sin límite, por lo cual llegan a engordar exageradamente.
El origen de esta posición es el resultado de una infancia trágica matizada por abandonos, persecuciones, amenazas, malos tratos, golpes, caricias negativas tanto condicionales como incondicionales, ausencia de estímulos y en general experiencias dolorosas y traumatizantes. En paralelo, los padres, quienes generalmente son los agresores, constantemente han estado criticando a las demás personas y restándoles su importancia personal.
Un pequeño que ha crecido en esta ola de críticas llega a formarse un criterio de los demás, hacia quienes comienza a percibir que no valen y hasta sentir desprecio. En gran cantidad de casos, los dueños de esta condición son hijos de padres alcohólicos que los han golpeado sin misericordia, ante una madre que no los defiende. Esta madre, en muchas ocasiones, también es agredida sin misericordia tanto física como verbalmente.
Los programas de televisión que presentan a personas exageradamente gordas, con peso arriba de doscientos cincuenta kilos, en gran cantidad de casos han revelado que fueron niños agredidos sexualmente y en muchos casos violados por su padre, tíos, abuelos u otros parientes cercanos. En muchos casos no se han atrevido a decirle a su madre del abuso, por temor a no ser escuchados. En otros casos, la madre no ha salido en su defensa.
Por otra parte, los niños agredidos han llegado a considerar a sus agresores como personas de poco valor, por haberlos tratado así. El resultado final es un desprecio acumulado por todo y por todos. El infante con todas esas experiencias amalgamadas finalmente llega a creer que es un ser sin valor, y que las demás personas, incluyendo a sus padres, también son personas sin valor. El desenlace final de muchas vidas así es la cárcel, el manicomio, la mendicidad, la extrema obesidad o llegar a tener una vida de mugre y de suciedad.
La condición permanente de pensar «yo estoy mal, tú estás mal» conduce a que las personas así tiendan a aislarse. Este autismo las convierte en indiferentes y apáticas. Desde su perspectiva «nada merece la pena». Esta condición puede desencadenar en un sentimiento de autodestrucción y menosprecio de todo. Las personas en esta posición, en ocasiones, llegan a sentir como si fuesen culpables de haber nacido. Por tal razón, su condición conduce muy frecuentemente a la depresión, al alcoholismo o a la drogadicción.
Cuando se vive una gran crisis, cualquier persona puede pasar por esta posición (-/-), se trata de una posición transitoria que se puede presentar en momentos de gran aflicción y desesperación. Sin embargo, las grabaciones positivas recibidas en la primera infancia influyen para que esta situación transitoria se revierta.
La posición permanente (-/-) es el tipo de pensamiento tanto del suicida como del homicida. En una situación de frustración, de aflicción y de estrés se puede llegar a pensar en que si no se encuentra una salida, la solución es la muerte, total, «mi vida a quién le importa». En un extremo, es capaz de morir matando. Cuando lucha por algo, lo hace para demostrar que nada vale la pena, en vista de que todo está mal.
Como conclusión, es muy importante que los padres reflexionen acerca de las consecuencias desastrosas a las que se puede llegar, tanto por el trato que tengan para con sus hijitos, como por las calificaciones y críticas que hagan acerca de las demás personas.
Imagen tomada de Brněnská Drbna.
Luis Melgar Carrillo

Ingeniero Industrial, Colombia 1972. Máster en Administración de Empresas, INCAE 1976. Autor de 9 libros (tres aparecen en Google). Autor de 50 artículos (24 en gAZeta, Guatemala 2018; 20 en revista Gerencia, Guatemala 1994-95). Director de Capacitación (Asociación de Azucareros de Guatemala). Director de Recursos Humanos (Polymer-Guatemala). Excatedrático en universidades de Costa Rica, Guatemala y Tepic, México. Residencia en Tepic.
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