Posible surgimiento de una policía política

Mario Polanco | Política y sociedad / NO MÁS IMPUNIDAD

La población guatemalteca enfrentó en el pasado reciente la existencia de una policía que servía a los intereses políticos de la clase de dominio, siendo utilizada para la persecución de todo aquel que fuera considerado como un opositor, muchas veces por el solo hecho de expresar públicamente alguna idea crítica a quienes manejaban las instituciones.

Esa policía fue utilizada para cometer abusos, violaciones a los derechos humanos, entre ellas ejecuciones extrajudiciales, torturas y desapariciones forzadas, sobre todo limitó las libertades de la población y fomentó la creación de una cultura de miedo. En ocasiones, sus integrantes incurrieron en acciones delictivas, incluso contra los mismos sectores a los que protegían.

En la actualidad, cuando esas prácticas autoritarias debieran haber sido desterradas de Guatemala, vuelven a germinar acciones que pueden dar lugar a las prácticas que generaron ese tipo de policía en el pasado. El actual ministro de Gobernación ha adoptado actitudes autoritarias, y en algunos casos contrarias a lo establecido por la legislación, lo cual sienta las bases para implantar el control sobre la policía. Entre algunas de las acciones que ha puesto en práctica se encuentran:

  1.  Destitución de quienes, desde el Ministerio de Gobernación y de la PNC, han colaborado en la lucha anticorrupción impulsada por el MP y la Cicig.
  2.  Destitución de más de 250 agentes de la PNC que se habían caracterizado por su honestidad, honradez y profesionalismo, pero que no se alinearon a las autoridades dirigidas por el actual ministro.
  3.  Ascender sin respetar la carrera de la PNC a decenas de agentes y oficiales, provocando que la moral descienda y afecte el accionar de la institución.

    Las acciones impulsadas desde el despacho del ministro están encaminadas a generar lealtades a través de dádivas que se otorgan de diferentes maneras como: bonos en dinero, uso de infraestructura –como vehículos– por parte de comisarios leales al ministro, ascensos no merecidos. Oficiales medios están ocupando puestos de dirección para los cuales no cuentan con la preparación adecuada, pero que, aprovechando la oportunidad de ocupar cargos de conducción, son proclives a cometer abusos contra sus propios compañeros o contra la población en general.

Como consecuencia del rompimiento de prácticas, de estructuras y de la posibilidad de que haya carrera dentro de la PNC, se abre la posibilidad a que se retorne a actitudes que podrían estar enmarcadas en la corrupción.

Paulatinamente se ha puesto en evidencia la intención de crear una policía política que sea útil para perseguir a quienes critican la forma en que se está administrando al Estado o al Ministerio de Gobernación.

Esa policía política podría detener a cualquier opositor, argumentando que cometió algún tipo de delito, e implantar supuestas pruebas que podrían poner fuera de acción a muchas personas a través de procesos en los que se les enviaría a prisión o se les deslegitimaría frente a la opinión pública.

La libertad e integridad de quienes son considerados opositores se encuentra en condiciones de fragilidad, por lo mismo, los avances democráticos que se habían registrado podrían encontrarse en condiciones de debilidad.


Mario Polanco

Graduado en la Universidad de San Carlos de Guatemala de licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, con Maestría en Seguridad y Defensa por la Universidad Mariano Galvez, actualmente director del Grupo de Apoyo Mutuo. Activista de derechos humanos, haciendo esfuerzos para que no haya más impunidad.

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