-Ramón Urzúa-Navas | POESÍA–
Big Bang
Existe un lado oscuro de la fecha
donde mece el cosmos su universo.
Negrura de agujero es su reverso
en silencio de física deshecha.
De eso y de lo cuántico aprovecha
un estruendo de estímulo diverso:
es secreto del éter que está inmerso
en creaciones de luces que cosecha.
No sabe que fabrica el infinito,
ignora por completo sus cuadrículas,
habiendo legislado sobre el tiempo.
No tiene autoconciencia de este rito
que engendra nebulosas y partículas,
y a nosotros nos deja el pasatiempo.
Reencuentro
El poeta sostiene un libro liliputiense
en el mismo vagón del metro
y a la misma hora que ayer.
Somos coincidentes
somos estadística
de chispa las diez de la noche
entre la calle 34 y la 125.
El poeta me sonríe
al sentarse
a cincuenta centímetros
de mi temperatura material.
¿Es poeta o novelista o dramaturgo
o es nigromante o tarotista?
No lo sé.
Lo intuyo por su calzado,
lo infiero por su par de calcetines
que no son espías
en la entraña de
una masa desértica.
O’Hare
Este aeropuerto [como todos los aeropuertos, perdóneme,]
tiene el élan saqueado por el aire
[arrendado y efímero] de biografías errantes
sin anclas ni rizomas
que le presten una onza de hogar.
Y hay en él un barténder terminante
que cree haber vivido
con toda la sapiencia de lo nulo y de lo cínico,
[según él,] tras cuatro millones de plumas
de metal.
Prisionero es
en la jaula de las perras
a quienes debe servir elocuencias
porque tiene que comer,
después de dar de bebera
esos tres maricones
de la lejana Bélgica,
a quienes ve con la vasca
de quien ve la enfermedad.
La botella pálida.
El mármol. Pudrimiento.
Perseguir sin gratitud
al despistado pasajero
que a pesar de todo
se llena de soberbia y displicencia.
frente al gesto provinciano
del bisoño en lides volantes.
Oh, y la señorita ocasional,
la adulada de Oceanía
por el fin de su proclama
[mientras reprende a la pareja de tejanos],
ahí está ella.
Es territorio comanche.
Suplantación
La cornucopia con que ves
no existe más.
Hay otra cornucopia
a la que han invitado otros
a la cesta de tu globo.
Asesinarás esta pena
con un batallón a tu servicio
y troqueles
no baratos de apoteca.
Habrá cardenales pasajeros
que dejarán su gentileza de carmín
en pago por la misma invitación.
Dicen que el mediodía aflorará
en el globo a las cinco semanas
para agradecer los remiendos finos.
El hilván fue regalo de Aracnea
entregado por dedos que deciden
indultar el castigo de Tiresias.
No hay paradoja más macabra:
una porción de cadáver
da vida a la porción de otro difunto.
Pero tus ventanas no son ya mellizas:
Una está rota y la suplanta la frescura
de un vidrio caduco en conserva de alquimistas.
Aunque menos empañada que tu bruma
una partícula arrancada es remedo
de la aventurera virtud de la anterior.
Por una mímesis a punto del ultraje
un extraño cuerpo se corrompe con el tuyo
en abrazo forzado y violador.
Gestarás con lentitud otros perfiles
y otros contornos y otras vértebras:
El amplexo será luz.
¿Lo será?
Nueva York, 26 de septiembre 2013
Antimagníficat
Llega un dios y con oros me penetra.
Es platino atrapado en su diafragma:
oración que, carente de sintagma,
favores de gramática me impetra.
Con sadismo, en fonemas kilometra
los llantos derretidos en mi magma;
soy después caracol en su epifragma
por honrar todo efluvio que perpetra.
Quiero un vientre hilvanado por estigmas
en leyendas de parto sin obstetra,
sin lirio seminal, sin pie de letra.
La simiente de dios son tres enigmas,
pero oculto y sin falo se idolatra…
Que eres, dios, caballero de mohatra.
Alfa y omega
Vuela el tiempo y con alas multiplica
el inútil intento por asirlo,
por matarlo, por verlo, por oírlo
y sitiar los segundos que amplifica.
Bisturí que tejidos modifica:
cirujano cleptómano al que birlo
minutos de ficción para cubrirlo
de dudas e incertezas que no explica.
Juventud y calavera: esto es.
Pero no es juventud ni calavera
ni cálculos de álgebras ni huesos.
Es el número gúgol al revés.
Es ira de una extinta primavera.
Es mentira de pólenes aviesos.
Poemas tomados del libro En un diluvio de úvulas y lenguas, ganador del Premio de Poesía Luis Cardoza y Aragón, 2017.
Ramón Urzúa-Navas

Poeta guatemalteco, licenciado en Letras de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Reside en Nueva York donde hace estudios de doctorado en literatura en la Universidad de Nueva York.
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