Pensar que veinte años es nada…

-Carlos Castro Furlán / PERSIGUIENDO EL HORIZONTE

Esta frase que pertenece al bello tango «Volver», bien se le podría aplicar a una evaluación de los Acuerdos de Paz firmados definitivamente un 29 de diciembre de 1996 entre el Gobierno-Ejército de Guatemala y los grupos de la insurgencia armada agrupados en la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) para decretar un alto al fuego y poner fin a una guerra que se prolongó por 36 años y que dejó como herencia 250 000 muertos, una población de de 1.5 millones de desplazados internos y 45 000 desaparecidos.

En el caso de Guatemala, podríamos afirmar que han sido 20 años perdidos, ya que de los 12 Acuerdos de Paz que se firmaron, la mayor parte de estos no se han implementado o se han implementado precariamente.

Si se leyeran con detenimiento y a profundidad todos los Acuerdos y se lograran implementar, tendríamos una patria distinta, ya que a partir de ellos se puede elaborar un mapa de ruta que nos ayude a construir una nación justa y solidaria donde se reconozca nuestro carácter pluricultural, con la participación de todos los sectores sociales para la construcción de una nueva Guatemala.

El documento en mención está lleno de propuestas e iniciativas que, si se aplicaran a la administración pública, así como a la sociedad civil guatemalteca, podrían constituirse en el nuevo «contrato social» necesario para regular el funcionamiento de todas las instituciones dando paso a la construcción de un Estado de derecho en donde la honestidad y el respeto a las reglas sea la constante y no la excepción.

Actos conmemorativos del día de la firma del Acuerdo de paz firme y duradera, fotografía tomada de Prensa libre.

Por supuesto que no nos vamos a poner a llorar sobre la leche derramada, sino que tenemos que ser críticos sobre el porqué no se han logrado hacer realidad los proyectos plasmados en estos documentos.

La razón fundamental (según mi opinión) es porque estos Acuerdos de Paz fueron una negociación entre cúpulas (Gobierno, Ejército, Cacif de un lado y la URNG del otro) del fin de la guerra, en donde se buscaba una salida honorable para una guerrilla que estaba casi derrotada militarmente a pesar de haber resistido durante 36 años, pero que indudablemente no obtuvo avances significativos en el proceso de guerra, como contar con territorios liberados o con un ejército guerrillero regular, a diferencia de Nicaragua o El Salvador .

Por su parte, el Ejército desarrolló una serie de fuertes ofensivas que no lograron aniquilar a la guerrilla, pero sí golpearon fuertemente a la población civil, especialmente a los grupos étnicos, por lo que la comunidad internacional y muchos grupos defensores de los derechos humanos calificaron a estas ofensivas castrenses como genocidio.

El Cacif y los grupos económicos y políticos dominantes hicieron el análisis de que a ellos les convenía más la paz que la guerra, ya que el esfuerzo de guerra de los años 80 al 85 significaron un millón de dólares diarios de inversión, el cual les tocaba financiar a ellos.

No se crea que fue fácil el proceso de la firma de los Acuerdos de Paz, este proceso tomó más de 10 años. La primera propuesta fue hecha en la Cumbre de Esquipulas, efectuada el 7 de agosto de 1987, cuando a instancias del presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo, todos los presidentes de Centro América presentaron una propuesta de una salida negociada a los conflictos armados de la región (Guatemala, El Salvador, Nicaragua).

Asistentes a la Cumbre de Esquipulas, fotografía tomada de Reflejos.

Los representantes de la URNG aceptaron la propuesta de la Cumbre de Esquipulas en octubre de 1987 y organizaron una reunión de acercamiento con el Ejército, el Gobierno, el sector político y el sector económico en España. Este proceso de negociación culminó con la firma del Acuerdo de paz firme y duradera, el 29 de diciembre de 1996 en el Palacio Nacional de la ciudad de Guatemala.

Pero estos Acuerdos de Paz vieron la vida con un defecto de nacimiento: la ciudadanía no fue tomada en cuenta, ni se le dio seguimiento a este proceso a través de programas de difusión radial y televisiva o a través de la publicación y difusión masiva de un libro que contuviera los Acuerdos de Paz en español y en los idiomas nativos. La única convocatoria que se le hizo a la ciudadanía fue para que se hiciera presente en la tarde del 29 de diciembre al Parque Central para celebrar la firma de los Acuerdos de Paz.

El Ejército de Guatemala sigue afirmando hasta la fecha que ellos derrotaron militarmente a la guerrilla, pero que fueron derrotados políticamente ya que la mayoría de violaciones a los derechos humanos durante la guerra les fueron imputados a ellos. La URNG perdió una oportunidad de oro, en estos últimos 20 años durante los que tuvo la ocasión de convertirse en la organización política que siempre soñó si hubiera tomado como plataforma política el cumplimiento de los Acuerdos de Paz y no se hubiera desgastado en luchas intestinas de poder y en creer con una visión mesiánica que eran los propietarios de las conciencias de la mayoría del pueblo. En la actualidad, la URNG es un partido político irrelevante en el seno del Congreso que no ha alcanzado ni un 10 % de votos en los últimos 3 procesos electorales. Por el contrario, el ejército y los grupos tradicionales de poder revirtieron la supuesta derrota política que se originó después de la firma de los Acuerdos de Paz puesto que en los últimos 20 años ellos han detentado el poder del Estado.

La implementación de los Acuerdos de Paz sigue siendo una tarea inconclusa y allí están las bases para la construcción de una nueva Guatemala y para aquellos que ya están pensando en la próxima contienda electoral, allí tienen una mina de oro política que pueden explotar.


La lista de los Acuerdos de Paz es la siguiente, tomada de la Secretaría de la Paz, Gobierno de Guatemala. Los Acuerdos de Paz. Guatemala, 1996:
1. Acuerdo marco sobre democratización para la búsqueda de la paz por medios políticos (Querétaro, México, 25 de julio de 1991)
2. Acuerdo global sobre derechos humanos (México, D. F., 29 de marzo de 1994)
3. Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el enfrentamiento armado (Oslo, Noruega, 17 de junio de 1994)
4. Acuerdo sobre el establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las violaciones a los derechos humanos y los hechos de violencia que han causado sufrimientos a la población guatemalteca (Oslo, Noruega, 23 de junio de 1994)
5. Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas (México, D. F. 31 de marzo de 1995)
6. Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria (México, D. F. 6 de mayo de 1996)
7. Acuerdo sobre fortalecimiento del poder civil y función del Ejército en una sociedad democrática (México, D. F. 19 de septiembre de 1996)
8. Acuerdo sobre el definitivo cese al fuego (Oslo, Noruega 4 de diciembre de 1996)
9. Acuerdo sobre reformas constitucionales y régimen electoral (Estocolmo, Suecia 7 de diciembre de1996)
10. Acuerdo sobre bases para la incorporación de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca a la legalidad (Madrid, España 12 de diciembre de 1996)
11. Acuerdo sobre el cronograma para la implementación, cumplimiento y verificación de los Acuerdos de Paz (Guatemala 29 de diciembre de1996)
12. Acuerdo de paz firme y duradera (Guatemala 29 de diciembre 1996)

Fotografía principal: acto de la firma del Acuerdo de paz firme y duradera, tomada de Prensa libre.

Carlos Castro Furlán

Ciudadano de Guatemala y del mundo. Sociólogo, economista, internacionalista y libre pensador. Exprofesor de la Universidad de San Carlos. Amante de la música, de los libros y de todo lo bueno. Mi pasión han sido el futbol, la carrera de larga distancia (maratón), los libros, las revoluciones y los procesos sociales en donde la organización popular ejerce cambios en favor de las mayorías.

Persiguiendo el horizonte

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