Otro espacio para dialogar

-Jorge Mario Salazar M. / PALIMPSESTO

La sociedad guatemalteca se encuentra fragmentada por una gran cantidad de factores que la inciden, muchos reales, estructurales, históricos y otros tantos como productos de políticas internacionales y experimentos sociales dirigidos desde élites económicas multinacionales. Todos estos factores son causa y efecto, a la vez, de una ausencia de proyecto de nación y de una dispersión de esfuerzos que convierte a esta sociedad en un conjunto de debilidades, incapaces de aliarse, sumarse y debatir a profundidad acerca de su futuro.

Por donde se le vea, el subdesarrollo es lo más relevante en nuestro país. La pobreza y la marginación, la infraestructura social y económica, los niveles de educación, salud y seguridad ciudadana muestran los índices más bajos en relación con nuestros vecinos. El sistema de justicia acusa una falta de cobertura del sesenta por ciento, sumado a un analfabetismo conceptual, se convierte en una víctima propicia de la corrupción. Esta, a su vez, en causa fundamental de la impunidad. Aun así, nada es tan grave como el retraso en el campo político, es decir en el marco de las grandes decisiones para armonizar los recursos de todo tipo que posee el país, con las necesidades de la población. De toda la población que debe ser el objeto de preocupación del Estado y el sujeto principal de la dinámica social y cultural.

Tenemos un Estado débil como consecuencia de la falta de dirección y acuerdos políticos. Un Estado corrompido por la acción de personas y grupos que ven al gobierno como una fuente de enriquecimiento personal. Un Estado ineficiente por la indolencia de funcionarios elegidos a dedo por autoridades con una concepción privatizadora y un enfoque empresarial que privilegia el ahorro sobre el servicio. Un Estado corporativizado en el que no importan los ciudadanos sino las ganancias de las empresas. Un Estado que ha pervertido sus funciones para justificar la violencia institucional contra los más pobres. Un Estado que ha abandonado a los más vulnerables, ofreciendo únicamente servicios de tercera y cuarta categoría, principalmente en salud y educación. Un Estado que utiliza, cada vez más, argumentos religiosos para esconder la mala fe de las autoridades coludidas. Sin mencionar todos los vicios de la estructura de poder que hemos heredado de la colonia, del autoritarismo y el militarismo, del conflicto armado y de la corrupción continuada y ratificada cada cuatro años en procesos electorales amañados por los financiamientos oscuros.

Los guatemaltecos no dialogamos, no nos escuchamos, no nos toleramos en medio de nuestra diversidad y de esa inmensa fragmentación y dispersión de planteamientos, propuestas, proyectos, sueños, ideas que guardamos, cada quien, como aspiraciones de una Guatemala mejor. Hasta ahora comenzamos a formar una consciencia de sociedad política, y para ello debemos cultivar el diálogo y aprender de una cultura de paz para la transformación de la realidad y dejar de ser esclavos de un sistema electoral vicioso. Empezamos a ser ciudadanos.

Por todo eso es importante que se abran más ventanas y puertas para el diálogo, para la argumentación seria de las posibilidades que tenemos como sociedad. Para que cada una de ellas contribuya al acercamiento de los opuestos y, sin perder su naturaleza, vean en la misma dirección los cambios posibles. Este sistema político está agonizando y el modelo económico demuestra su fracaso. También agonizan las generaciones que se confrontaron en conflictos violentos, porque así fue el signo de sus tiempos. Percibo en este esfuerzo de gAZeta un aporte valioso para el encuentro de los nuevos valores que unirán a nuestra sociedad para renovar la esperanza en un futuro posible con justicia, equidad y paz.


Imagen tomada de: serescritor.com

Jorge Mario Salazar M.

Analista político con estudios en Psicología, Ciencias Políticas y Comunicación. Teatrista popular. Experiencia de campo de 20 años en proyectos de desarrollo. Temas preferidos análisis político, ciudadanía y derechos sociales, conflictividad social. Busco compartir un espacio de expresión de mis ideas con gente afín.

Palimpsesto

0 Commentarios

Dejar un comentario