Oro y Sombra, de Moisés Pascual

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Sombra que busca tu centro

Es muy probable que una de las mayores expresiones amorosas de esto que llamamos humanidad sea el lenguaje, sí, el lenguaje en toda su incapacidad –terrible paradoja– de sobreponerse al incontenible empuje de la materia. Queremos tocar con las palabras, queremos ser la espiral de las galaxias en la melodía del fonema, queremos ser todas las aves tragándose el cielo a punta de metáforas, y todo ese fervor y deseo va creando la asombrosa necesidad de codificar la rosa, de crearle signo al abrazo. «El amor es, / derrotado el hombre / una triste lanza invisible», afirma Moisés Pascual en uno de los muchos y hermosos momentos de Oro y Sombra, quizá porque aún con todo el peso del poema embestimos contra un deseo que exige más que versos, y el poeta lo sabe, y con todo lo que es capaz de dar eleva la escultura de humo que Papini refería en Gog y que en segundos perdía su forma y sustento.

Oro la palabra y Sombra ese amor que intentamos aprehender, la fascinación del mineral prometido en las cóncavas pulsiones del cuerpo – «sombra que busca tu centro»–, este poemario pide ayuda de una lectura alquímica igual a la que intentamos en el vértigo del primer beso: una lectura que busca transformar en piel y labios lo verdaderamente inaprensible, ese fondo de mar que está más allá de la amada, ese estrato de nubes que está mucho más arriba del amado.

¡Ay, amor perdido y encontrado,
en campanadas de polvo mordido!

Lanza en ristre, entonces, nos llega el despliegue poético de Moisés Pascual, en una efectiva fórmula de demiurgo que va convocando los elementos secretos de dos mundos literarios que, en él, no se oponen: la tradición modernista como un sensible homenaje y la poesía automática dadá, un recurso al que echa mano para expresar, sin contenciones de ningún tipo y transpolando a su antojo, la absoluta necesidad de materializar, empujar y moldear Oro y Sombra como si de barro se tratara. Tenemos entre manos un libro más de este autor panameño de alta vocación amorosa y con una auténtica conexión directa con la metapoesía, una realidad que él vive sin mediaciones prosaicas, verbalizada y trabajada en un cuidadoso proceso de cadencias muy difíciles de encontrar en las minas y contraminas de la poesía centroamericana.

Por Fabricio Estrada
Puerto Rico, enero 2018.


Este libro fue publicado en San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, Guatemala, por Pequeña Ostuncalco Editorial en 2018.

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