AlenKa Tenas | Política y sociedad / HILOS DE TERNURA Y DE MEMORIA
Durante agosto se llevaron a cabo jornadas de análisis de dos temas que, por mucho, eran impensables de abordar antes de la octava legislatura. Pero, a finales de 2017, fueron presentadas dos iniciativas de ley para restituir los derechos fundamentales de dos grupos vulnerables de la población. El primero, las niñas víctimas de violencia sexual, de 14 años o menos, y el segundo, las personas trans.
5376
Número que identifica a la iniciativa que propone aprobar la «Ley para la protección integral, acceso a la justicia, y reparación digna y transformadora a las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, explotación sexual y trata de personas», planteada en 5 capítulos y 19 artículos que buscan la prevención, atención y reparación digna y transformadora a niñas víctimas de estos graves delitos.
La iniciativa propone 11 definiciones y 8 principios, que aportarían a la legislación guatemalteca en materia de derechos. Mismos que fueron duramente atacados y distorsionados por quienes se oponen más que a la ley en sí, al avance de una agenda progresista y a la transformación de las condiciones estructurales que llevan a más de 4 000 niñas a convertirse en madres, a causa de la violencia sexual de la que han sido víctimas, en el 84 % de los casos, dentro de su círculo familiar cercano y, de ellas, 39 % agredidas por sus padres biológicos.
Algo que causó profundo rechazo fueron los términos embarazo y maternidad forzados, y es que resulta duro, impensable, que el Estado obliga a niñas a parir y asumir la crianza, manutención y cuidados de ese recién nacido, sin contar con apoyo, condiciones y acompañamiento de la institucionalidad que debió protegerlas. Sin embargo, esa es la realidad de estas niñas y de sus recién nacidos, alejados de una vida digna, de oportunidades.
Un día dedicado al número 7
Durante el debate se programó un día para el debate exclusivo de un solo artículo, que incluye la posibilidad de que la niña solicite la aplicación de un segundo kit medicamentoso, dentro de las 12 semanas de gestación.
¡Arderán!
Ese día, en los pasos perdidos del Congreso había más biblias y rosarios que en una misa de domingo. Haciendo de lado las nociones del Estado laico, representantes de iglesias llevaron la promesa de las llamas del infierno a ponentes y defensores de la ley. Incluso hubo quienes, dotados de una inquebrantable indiferencia a la problemática, afirmaron que de aprobarse la iniciativa, las niñas inventarían haber sido violadas para «andar abortando» y justificar «su travesura».
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Es el artículo del Código Penal que define como violación «siempre que se comenta violencia física o psicológica, tenga acceso carnal vía vaginal, anal o bucal con otra persona, o le introduzca cualquier parte del cuerpo u objetos, por cualquiera de las vías señaladas, u obligue a otra persona a introducírselos a sí misma, contra personas menores de 14 años o cuando sea una persona con incapacidad volitiva o cognitiva, aun cuando no medie violencia física o psicológica».
5395
Así se identifica a la iniciativa de identidad de género que plantea el reconocimiento de la identidad autodefinida en el documento de identificación y, con ello, garantizar derechos tan elementales como la educación y la salud a las personas trans.
Otra iniciativa que, de forma integral, plantea la prevención de la violencia y discriminación en contra de las personas trans, así como medidas que permitan garantizarles derechos que no gozan.
Números negativos
Dos dictámenes desfavorables basados en fundamentalismos, miedo, discriminación e intolerancia a la tolerancia, pero, ante todo, por el hambre insaciable de votos en la próxima contienda electoral.
Siete diputados y diputadas que legislan en contra de los derechos de las niñas y las personas trans.
Una diputada que pide que se retire el término «reparación digna y transformadora», porque las niñas no están descompuestas, así que no hay que repararlas.
Un diputado que afirma que lo que buscan las personas trans con el cambio en el DPI es casarse con sus parejas homosexuales y cometer fraude de ley. ¿Tendrá alguna remota idea de lo que significa ser una persona trans en Guatemala?
Cinco mujeres trans han sido brutalmente asesinadas desde que la Comisión de la Mujer le diera dictamen desfavorable a la iniciativa 5395, a finales de agosto.
Dos serán las niñas que diariamente parirán como resultado de la violencia sexual. Dos recién nacidos vendrán al mundo diariamente sin oportunidades, alimentos, salud, sin donde vivir, ni abrigo y, en algunos casos, hasta sin amor.
2 102 niñas de 10 a 14 años están embarazadas de su violador, cifras registradas de enero a julio de 2018.
5 584 adolescentes de 15 a 19 años afrontan embarazos, según el OSAR.
Números positivos,
unos que suman
Una diputada que se atrevió a llevar esa realidad de las niñas y de las personas trans al Congreso. Sandra Morán, que, junto a Mujeres Transformando el Mundo –MTM– y organizaciones trans presentó las iniciativas, no sin que eso significara tensiones, denuncias y campañas en su contra. Dos diputados que se sumaron a estos esfuerzos, Enrique Alvarez, también de Convergencia, fue ponente de la iniciativa 5376 y Walter Félix, de URNG, suscribió la iniciativa 5395, ambos han defendido y exigido los derechos de estos grupos.
Una funcionaria que fue destituida 24 horas después por enfatizar las obligaciones del Estado en cuanto a la protección de las niñas y los marcos internacionales suscritos por Guatemala. Ana Leticia Aguilar, una funcionaria que no les dio la espalda a las niñas.
Una hora de lactancia materna para niñas de cuarto primaria, exigió una joven abogada, que con fortaleza descomunal interpeó al Congreso para legislar por las niñas y sus recién nacidos.
Un artículo, el número 7, que fue retirado para que eso no fuera justificación para no proteger a las niñas.
Más de 130 organizaciones que dieron sus opiniones al respecto de ambas iniciativas durante las jornadas de análisis. Un hecho histórico.
Incontables medios, periodistas y columnistas que mantienen la problemática vigente en la agenda mediática.
Un dictamen pendiente, de la Comisión de Salud.
Incógnitas sin despejar
Se desconocen aún las cifras exactas de los menores a quienes se les aplicó la violencia sexual como medio de tortura y para la obtención de información durante el conflicto armado interno. Cuántos menores nacieron producto de la tortura en forma de violencia sexual a mujeres y niñas, tampoco se conoce cuántos de ellos fueron vendidos «en adopción» en el extranjero, o quiénes son los autores materiales e intelectuales de esos delitos.
Cuántas niñas se han quitado la vida al encontrarse, saberse solas, sin salida, o cuántos bebés serán abandonados, para engalanar las portadas de medios amarillistas que, una vez más, criminalizarán a esa otra niña que no puede, no sabe cómo criar.
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El amor y la ternura que se consolidó entre organizaciones que defienden derechos, elementos que alimentarán el trabajo que no abandonarán.
AlenKa Tenas

Mujer, mestiza, diseñadora, comunicadora, defensora del derecho fundamental de todas las personas a gozar y ejercer todos sus derechos. Sobreviviente de la guerra y, cada día, de un Estado patriarcal y misógino. En contra de las violencias provocadas por el odio y la discriminación
2 Commentarios
Gracias Vinicio. Y así es ¿cuándo restituirá el Estado sus derechos a las niñas víctimas de violencia sexual? ¿cómo reparará sus vidas luego de obligarlas a asumir los embarazos engendrados por sus violadores?
¿Lograrán trazar sus proyectos de vida, recobrarán la confianza en las personas, en sí mismas?
Tantas preguntas sin respuesta, porque el gobierno está más ocupado procurando su impunidad.
Exelente artículo, nos queda para la reflexión y después de la coyuntura comon les restituira el estado de Guatemala el derecho a las niñas vilodas sexualmente a seguir siendo niñas y tener un proyecto de vida?
Esa es la pregunta que continúa sin respuesta.
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