Nubarrones sobre la Casa Blanca

-Francisco Villagrán de León / MIRADA SOBRE ESTADOS UNIDOS: ¿HACIA DÓNDE VA TRUMP?

Las últimas semanas han sido tumultuosas en Washington (más de lo que ya se ha vuelto algo habitual), y reflejan al mismo tiempo la disfuncionalidad del Gobierno -que ha sido exacerbada por Trump-, así como los problemas legales que se ciernen sobre él y sus asesores más cercanos. El Senado votó el viernes en la noche por una reforma fiscal profunda y de amplio alcance, y ese mismo día uno de quienes fueran sus principales asesores admitió a un fiscal haber cometido delitos durante el periodo electoral, lo que va cerrando el círculo de una investigación criminal que podría implicar incluso a familiares cercanos del propio presidente.

El voto en el Senado resultó ser una victoria agridulce para Trump que podría ser solo una gratificación temporal frente a una tormenta política que se avecina. La reforma fiscal incluye la mayor reducción de impuestos en las últimas tres décadas, reduce $ 100 de la carga impositiva para muchos en la clase media con ingresos entre $ 50 000 y $ 75 000. Pero a la vez elimina deducciones (entre ellas las colegiaturas universitarias y los interés sobre préstamos estudiantiles), hace recortes al programa de salud para personas mayores de 65 años (Medicare), el seguro social y otros programas asistenciales que brinda el Gobierno federal. La reducción impositiva para la clase media es temporal y desaparece en ocho años. Más de 13 millones de personas podrían perder el seguro de salud por los cambios al financiamiento del programa de salud que introdujo el presidente Obama. Esta reforma fiscal tiene, en cambio, enormes reducciones para las grandes corporaciones (de 35 % a 20 %); el propósito habría sido que podrían repatriar sus utilidades depositadas en “paraísos fiscales” en el exterior, a fin de invertir en sus industrias y en generar empleo en Estados Unidos. Históricamente las utilidades se reparten entre los accionistas y nunca se ha demostrado que con impuestos más bajos aumente el empleo.

La forma en la que se aprobó esta ley (que todavía tiene que ser reconciliada con la versión de la Cámara de Representantes) tendrá como consecuencia mayores divisiones políticas que complicarán aún más la gobernabilidad del país. El texto de la ley (que tiene más de 500 páginas) se presentó al pleno del Senado unas horas antes de la votación, la negociación del mismo se dio únicamente entre legisladores republicanos, y no siguió el proceso normal de discusión abierta en las subcomisiones y comisiones correspondientes –como es habitual en cualquier sistema democrático alrededor el mundo-. Es claro que esta ley nunca habría sobrevivido un proceso legislativo transparente.

A pesar del contenido de la ley, es cierto que representa el primer éxito político de Trump. Sin embargo, hay que ponerlo en contexto: en los primeros diez meses de su Gobierno sus iniciativas no consiguieron el apoyo del Senado o de la Cámara de Representantes, y otras las detuvieron las Cortes. Este triunfo de los republicanos, por importante que sea, no augura una gestión exenta de dificultades mayores.

Mientras tanto, la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la posible colusión entre la campaña de Trump y Rusia en las pasadas elecciones continúa. El viernes pasado Michael Flynn, quien fuera asesor de Seguridad Nacional de Trump (y su asesor cercano durante su campaña), confesó haber violado la ley previo a la toma de posesión del nuevo presidente, y optó por un arreglo con el fiscal a cambio de que se atenúen los cargos en contra. Esto significa que tendrá que dar información sobre todo lo que pasó en ese período, lo que incluyó varias consultas e informes a los más altos niveles de la campaña de Trump, posiblemente con su yerno Jared Kushner.

El encausamiento de Michael Flynn es el más reciente, y se agrega al de George Papadopolous (asesor de la campaña de Trump), Paul Manafort (jefe de campaña), Rick Gates (otro asesor de campaña). Los dos primeros admitieron responsabilidad y están colaborando con la investigación; los dos últimos no (al menos hasta la fecha). Además de ellos, la Fiscalía está investigando al yerno de Trump, y su hijo mayor ha tenido que declarar y contrató un equipo de abogados. El fiscal especial Mueller, exdirector del FBI, está haciendo un trabajo metódico y armando un caso penal que podría implicar a más personas. Los medios de comunicación reportan que Trump le ha pedido a varios senadores claves que den por terminada la investigación del fiscal especial, lo que es altamente improbable. Lo que muy pocos pensaron a principios de año comienza a vislumbrarse como algo plausible: que se siga cerrando el círculo alrededor del y que él no logre terminar su periodo.

Francisco Villagrán de León

Diplomático retirado, ahora en la Universidad George Washington, en Washington DC. Sigue siempre con preocupación y con mucho interés los acontecimientos en nuestro país. Mantiene la esperanza que se fortalezcan sus instituciones y se consolide la democracia, consciente que eso tomará tiempo. Hay que contribuir a ese propósito desde espacios como gAZeta, y sobre todo hay que apoyar a los jóvenes que quieran asumir con convicciones democráticas el reto y la responsabilidad de lograrlo.

Mirada sobre Estados Unidos: ¿hacia dónde va Trump?

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