Víctor Manuel Reynoso Angulo | Política y sociedad / INTERÉS PÚBLICO
En su cuarto día de actividad, la mayoría en el Senado nos dio una muestra de lo que puede ser el nuevo sistema de partidos. En una acción sin precedente, votó dos veces el mismo asunto, y en sentido contrario: primero negó al entonces senador y gobernador con licencia de Chiapas, Manuel Velasco Coello, licencia como legislador para regresar a gobernar su estado. Horas después repitió la votación, y el resultado fue inverso: con los votos de la mayoría de los morenistas, el PRI y el PVEM, Velasco es hoy senador con licencia y volverá a ser gobernador de Chiapas.
La pregunta obligada: ¿cuál es el bien público en ese acto público? La respuesta no es clara. El mismo día, cinco diputados del mismo partido del hoy senador licenciado, el Verde, pasaron a formar parte del grupo parlamentario de Morena. Con lo que el partido del presidente electo alcanza la mayoría absoluta: 252 diputados.
De los cinco, hay dos que tienen un historial cuestionado. Humberto Pedroza Moreno, quien fuera secretario de Hacienda en el gobierno chiapaneco de Velasco Coello, fue acusado de incumplir el requisito de tener raíces indígenas y de falsificar documentación. Francisco Elizondo Garrido fue delegado de Comunicaciones y Transportes en el estado de Quintana Roo, y ha sido señalado por cometer diversas irregularidades.
Partiendo del principio de que no hay casualidades en política, hay quien ha interpretado estos dos hechos (el del Senado y el de la Cámara de Diputados) como un intercambio. El grupo mayoritario de senadores que aprobó la licencia del senador lo habría hecho a partir de un acuerdo, parte sustancial del cual es que esos cinco diputados pasaran del PVEM a Morena.
Sin duda se trata de una situación novedosa. Lo del intercambio es una interpretación plausible, no una realidad confirmada. Pero los hechos evidentes son en sí mismos una novedad: que un grupo mayoritario repita una votación el mismo día para cambiar el sentido de la misma no es algo habitual; tampoco que cinco diputados pasen a otro grupo parlamentario para darle la mayoría absoluta.
Varias preguntas surgen de estos hechos. La ya planteada: ¿qué bienes públicos hay en estos actos tomados en recintos, tiempos y con recursos públicos? Otras: ¿indican estas decisiones del grupo mayoritario algún rasgo de la «Cuarta Gran Transformación»? ¿Qué significado tienen, qué contenido le van dando a esa transformación? Dado que tenemos ahora un gobierno «de izquierda», ¿en qué sentido la decisión mayoritaria de los senadores, y el transfuguismo de los cinco diputados mencionados, en un acto de izquierda? Y dado también que la fuerza política en el poder Ejecutivo y Legislativo es vista como la que va a terminar con el «neoliberalismo», ¿en qué sentido estos actos van contra la realidad neoliberal?
Las preguntas podrán parecer extrañas, pero son indispensables. Hay que ir observando los actos relevantes del nuevo Gobierno para ver cómo le van a ir dando forma a esas novedades: la gran transformación prometida, el gobernar de izquierda, el fin del neoliberalismo.
Hay otra pregunta, más personal. Tatiana Clouthier, en una de las declaraciones que le costaron, al parecer, la Subsecretaría de Gobernación, dijo que no invitaría a Manuel Barttlet a cenar a su casa. ¿A cuántos diputados y senadores de Morena tampoco invitaría Clouthier a cenar a su casa?
Víctor Manuel Reynoso Angulo

Profesor investigador de la Universidad de las Américas, Puebla. Doctor en Ciencias Sociales por el Colegio de México, maestro en Ciencia Política por FLACSO México y licenciado en Sociología por la UNAM.
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