Paola Cano | Para no extinguirnos / SOBERANÍA ALIMENTARIA
En sus recientes declaraciones, el Dr. Jafeth Cabrera, vicepresidente de Guatemala, afirmó que es muy difícil reducir la desnutrición crónica y admitió que, debido a la ejecución presupuestaria, no será posible la reducción del 10 % que prometió este gobierno en «La estrategia nacional para la reducción de la desnutrición crónica 2016-2020» [1].
Dr. Jafeth Cabrera, por supuesto que es difícil reducir la desnutrición crónica, pero no es imposible si tuviéramos gobiernos que trabajen para sacar avante a la población, sin embargo, este gobierno ha colocado todos sus esfuerzos y estrategias para expulsar a la Cicig y en esta lucha lo que menos importó fue la población.
Yo espero ver el informe final de desnutrición crónica, pero desde ya se debe admitir que la meta de reducir el 10 % en 4 años fue una demagogia, tomando en cuenta que hasta el momento se ha reducido un promedio de 0.45 % anual.
Por otro lado, señor vicepresidente, usted asegura que el problema fue la ejecución presupuestaria, pero el sistema de información SIINSAN, que usted conoce, indica lo contrario, pues la ejecución ha ido en aumento, empezando por 74 % en el 2016; 77 % en 2017; 90.5 % en 2018 [2].
A simple vista, los datos me hacen pensar que han optimizado la ejecución, sin embargo, sus informes de gobierno anual y los datos colocados en el sistema de información de la SESAN y el MSPAS me han dejado ver que la mayor inversión es administrativa y de planificación, mientras que las coberturas en la entrega de servicios directos a la población continua siendo insuficiente.
Un ejemplo básico es la operativización del Ministerio de Salud, donde se asignó la mayor cantidad de millones, no obstante, las coberturas de entrega de micronutrientes en menores de 5 años fue inestable en estos años, pues deberían atenderse más de un millón y medio de niños y niñas al año, pero:
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De vitamina A se entregaron 917 613 dosis en 2016 y se redujo a 280 655 en 2018.
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Micronutrientes espolvoreados se entregaron 670 913 en 2016 y aumentó a 1 164 641 en 2018.
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De hierro se entregaron 45 898 en 2016 y no hay reporte de entrega en 2018. [3]
Otro ejemplo es que, entre el 2016 y 2017, la ejecución del MIDES se redujo en más de 510 millones de quetzales, debido a que no se entregaron transferencias condicionadas a más de 18 000 familias con niños y niñas con desnutrición aguda, familias que tardaron más de 2 años en recibir la transferencia, y más de 13 000 que nunca recibieron nada, lo cual demuestra el poco interés en la población más pobre, pero sí asignaron recientemente 23 millones adicionales para el Ejército.
Además de lo anterior, en el último estudio de Plataformas Nacionales de Información sobre Nutrición (NiPN) que está colgado en la página del SESAN, se determinó que la estrategia de reducción de la desnutrición crónica tuvo un enfoque médico-asistencial con insuficiente cobertura y no se prestó la atención a las causas básicas, como la escolaridad de la madre, el limitado acceso a recursos productivos y la pobreza de las familias [4].
Yo pienso que la voluntad política empieza en la asignación presupuestaria, y en este sentido Guatemala está en el quinto lugar de los 6 países de Centro América y Panamá en cuanto al porcentaje del PIB asignado al problema de inseguridad alimentaria nutricional, ya que durante este gobierno únicamente han asignado entre 1.8 y 1.9 del PIB, mientras que en el 2012 se asignó 3.1, lo cual indica un retroceso.
Con todo esto, yo sigo pensando que aunque existe personal técnico con buenas intenciones en cada institución estatal, la voluntad del Gobierno a favor de la población debe ser indispensable. En este sentido, la estrategia ejecutada fue como darle un acetaminofén a un paciente con cáncer, y lo digo así porque lo que más me duele son los niños y niñas, pues al 6 de julio de este año se han detectado 8 318 casos de desnutrición aguda, mientras que el año pasado, a la misma fecha, se reportaron 6 938, lo que indica que vamos en retroceso [5].
Yo comprendo que usted,que preside la Conasan, no puede decir abiertamente que el fracaso en la reducción de la desnutrición crónica se debe a la corrupción que impera en este país, la cual no nos permite avanzar, pero lo digo yo y lo dicen muchos guatemaltecos y guatemaltecas que pensamos que la desnutrición infantil es la cara más amarga de la desigualdad y queremos con ansias un país justo para que la población entera se desarrolle y pueda ser feliz.
[2] Ver Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional.
[3] Ver Sistema de Información Gerencial en Salud.
[4] Ver Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, página 42.
[5] Boletín de la situación epidemiológica de la desnutrición aguda a la semana epidemiológica 27 (MSPAS).
Fotografía principal por Paola Cano.
Paola Cano

Nutricionista, con una Maestría en Ciencias Sociales, feminista y en permanente dedicación a la investigación en el tema alimentario nutricional con un pesamiento crítico. Viajera amante de la fotografía y la comida típica que guarda la cultura de los pueblos.
2 Commentarios
Que buena informacion, espero que sea veridica, por que me habre un panorama de mi pais
Que desgracia de gobierno, solo le importo sus intereses personales y la salud, justicia, educación y seguridad están por los suelos, donde impera la Corrupción que es el Cáncer de un país 🇬🇹
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