Ricardo Barrientos | Política y sociedad / MANIFIESTO
La actividad criminal de Jimmy Morales no para. Después del escándalo de los aviones argentinos, ahora quiere convertir a Guatemala en un campo de concentración.
El supuesto nacionalismo al vestir la camisola de la selección guatemalteca de fútbol, la verborrea de la defensa de la soberanía, la atención que le puso durante su campaña a los migrantes, su eslogan de «ni corrupto ni ladrón», sus lloriqueos en contra de los controles anticorrupción en las leyes, sus quejas en contra de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), y, en general, todas las palabras y acciones de Jimmy Morales han quedado demostradas como lo que siempre han sido: mentiras y demagogia. Él y su gobierno quedan como grandes embusteros, corruptos y traidores, capaces de divertirse mientras la mitad de la niñez guatemalteca languidece desnutrida.
Negligente, Jimmy Morales no hace lo que la Constitución Política de la República le ordena para solucionar los gravísimos problemas que aquejan cotidianamente a la gran mayoría de la población. Sus acciones demuestran que las vergüenzas nacionales enormes, como la desnutrición infantil, le importan menos que un bledo, desprecio y desdén que también demuestra por lo que dicen las leyes y su pueblo. Se presenta ebrio a actos públicos y ya no le importa refrenar sus vómitos incluso frente a las cámaras, mientras el alcalde capitalino da declaraciones a la prensa.
No sorprende que Jimmy Morales carezca de escrúpulos para doblegarse ante las exigencias de Donald Trump y haga lo que mejor sabe hacer, su papelito de presidentito idiota de una Banana Republic que emerge del patio trasero de la gran potencia del norte para firmar un papel en el que acepta convertir a Guatemala en un gigantesco campo de concentración de migrantes. No hace falta ser un científico social de elevadas credenciales académicas para darse cuenta que si en las condiciones actuales, con alrededor de 890 000 niñas y niños menores de 5 años desnutridos, con 1.9 millones de niñas, niños y adolescentes menores de 18 años fuera del sistema educativo, con un sistema de salud pública cuyo primer nivel de atención tiene la capacidad de cubrir a la población que Guatemala tenía en 1955, aceptar esa condición de «tercer país seguro», la tragedia humanitaria generalizada ya prevaleciente empeoraría aún más con consecuencias en extremo graves.
Jimmy Morales ha perdido todo pudor, y con tranquilo descaro está despilfarrando los recursos públicos en gastos estúpidos, descaradamente para agradar a los militares, sus verdaderos jefes y amos, al mismo tiempo que la capacidad fiscal de Guatemala, medida por la carga tributaria, ha caído al nivel de hace 20 años. Si con semejante restricción fiscal era una estupidez destinar escasísimos recursos para comprar dos aviones militares, ¿de dónde piensa sacar el dinero para financiar el costo del campo de concentración que crearía en Guatemala si firma un acuerdo con Trump?
Nada bueno se puede esperar de Jimmy Morales, por lo que toca apoyar las acciones y esfuerzos para, con base en las leyes, ir frenando en las cortes cada una de las fechorías que perpetran él y sus ministros. Quedó demostrado que la compra de los aviones argentinos era ilegal, además de ser profundamente ilegítima, y por el momento se logró detener esta fechoría. Si Jimmy Morales firma un acuerdo para que Guatemala sea un tercer país seguro, o algo similar, será una fechoría que también estamos obligados a impedir.
Debemos estar alerta, porque al igual que con los aviones argentinos, Morales actúa con alevosía, en secreto y de espaldas a la ciudadanía. ¡No a que Jimmy Morales convierta a Guatemala en un campo de concentración de migrantes!
Ricardo Barrientos

Especialista en temas de política fiscal. Fungió como viceministro de Finanzas Públicas de Guatemala en 2009-2010. Consultor independiente sobre política fiscal, evaluación y seguimiento de políticas públicas. Ha publicado trabajos sobre política tributaria y análisis de la evasión tributaria en Guatemala.
Correo: ricardobarrientos2006@yahoo.com
Un Commentario
Que pena, se va perdiendo el sentido de informar, solo se repite lo que se especula en las redes y y noticieros, habiendo temas de mas necesidad y relevancia Nacional como la salud y la educación. Es incomprensible como se osa dar por hecho un acuerdo ó tratado que ni el Congreso de la República sabe ó tiene en agenda y del que el Presidente (aún siendo tan incompetente) debe contar con ese aval.
No es bueno escribir con el hígado, distorsiona el sentido de los temas.
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