Jesse Reneau | Arte/cultura / EL CUARTO AMARILLO
Esta historia es (ir)real, sin embargo, algunos nombres y lugares han sido cambiados para proteger la identidad de sus verdader(fals)os protagonistas.
Son las 12:53 a. m. y la televisión de la sala sigue encendida. Encendida, pero yo ya sé que está muerta. O mejor dicho, que se ha ido a otra parte.
Cuando era pequeña, recuerdo que cuando se iba el cable en casa, millones de huevecillos blancos aparecían en la pantalla, rebotando unos contra otros desenfrenadamente. Me divertía verlos. Cambiaba de canal y era lo mismo. Los miraba hipnotizada desde un banquito azul y un castillo mental, pensando en cómo podían correr tan rápido hasta que la bendita señal se dignaba en regresar a la normalidad.
Ahora era lo mismo; miles de huevecillos de hormiga, blancos, erráticos, saliendo por el televisor y llegando hasta mis ojos. Y yo, ahora sentada desde un solitario sofá café, pienso de nuevo en todo lo ocurrido, en el maldito televisor y en ______.
Una ola de nostalgia arrasa con todas las fuerzas que me quedan, con la simple mención de su nombre. Me siento como un huevecillo, obligada a rebotar contra las paredes del apartamento por toda la eternidad, sin llegar nunca a ningún lugar. Sus cosas siguen aquí, como si fuera a regresar, encasilladas en una posibilidad rota desde hace tiempo.
Verán, hace dos meses a _____ le entró en la cabeza la magnífica (y lo digo con todo el sarcasmo del mundo) idea de comprar un Smart TV. Para qué, le había dicho yo. Que ahora todo mundo tiene uno, que quiero ver Netflix, Narcos y Club de cuervos, y no sé cuántas series más, respondió rodando los ojos. Y yo los rodé de regreso, a fin de cuentas qué me importaba. Alerta spoiler: me paró importando, porque al final mi corazón me hizo pagar la mitad.
En fin, después de tantas vueltas, paramos comprando esa porquería, la verdadera máquina de la manipulación del siglo XX; y al contado, para que vean que ______ no se andaba con juegos. Sospecho que al principio quería ese televisor para empezar a invitar a nuestros amigos al apartamento y pretender que de alguna manera, empezábamos a permitirnos lujos. La próxima vez que nos veas, ¡estaremos en Hawái!
Otro spoiler: el Smart TV fue el fin de nuestra relación, si es que alguna vez pudimos llamarla así.
Hubo un tiempo en el que me llevé bien con aquella pantalla maquiavélica, que me reflejaba con desdén cuando estaba apagada. Cuando regresábamos del trabajo, ____ y yo pasábamos incontables horas viendo películas, comiendo lo que sirviera del refri, y en ese espacio de tiempo y en nuestra pequeña burbujita de ensueño, todo estaba bien. Hasta que ya no lo estuvo.
Despertaba a media noche en una habitación carente de _____. Buscaba en un laberinto de sábanas, pantuflas, habitaciones. Estaba frente a la televisión, durmiendo. Creí que era cosa mía, que algo le molestaba. Revisaba mis acciones diariamente para descifrar qué hacía mal, pero todo seguía como siempre.
Era aquí en donde me entraba el pánico y una frase me sorprendía en los espejos de nuestro nido de mentiras: «No eres tú, soy yo». ¿Cuánto tiempo faltaría para que me salieras con eso? ¿Eras tú realmente o era el televisor? Aún ahora, que te tragó el televisor, no sé por cuál de las dos opciones decidirme. Con pasitos de bebé, fuimos descendiendo el abismo de la incertidumbre.
En fin, renunció a su trabajo a los dos meses. La noticia me cayó como un balde de agua fría, ahora el peso económico del hogar caía en mí. Tenía miedo, pero tampoco iba a reprocharle nada. En ese sentido siempre he sido paciente, y más con ______. Muchísimo más.
– Mirá, necesito un poco de tiempo –dijo–. Siento que no estoy viviendo mi vida al máximo, estoy en un trabajo que odio, el otro día vi en la televisión que…
Hablaba por horas sobre lo que miraba allí. La televisión le mostraba nuevos mundos, jirafas e hipopótamos de colores, países como Islandia y Noruega, tantas realidades que ya la nuestra le parecía estúpidamente aburrida. Y no, ______ no miraba noticias, bueno hubiera sido. O tal vez no, posiblemente enfrentar nuestra realidad no le hubiese caído nada bien. De igual manera, empezaba a detestarl@, y también al televisor.
Fue allí cuando empecé a tener pesadillas con el aparato. En unas yo le terminaba cortando los cables, en otras, el televisor extendía sus brazos hacia mí y me ahorcaba. Era una lucha constante entre sueños que me hacían despertar sobresaltada y sola, mientras «mi amorcito» se encontraba en la sala con el televisor encendido, con el acento raro de Wagner Moura y el eco de los balazos en Narcos que me atormentaban el escenario.
Estaba terminando por aceptar nuestro destino. Iba al trabajo y, cuando regresaba, harta de la vida, _____ seguía frente al televisor, con una bolsa de poporopos al lado. Le preguntaba si ya había comido, que cuánto tiempo llevaba viendo tele e incluso le preguntaba sobre algunas series para intentar sacarle algo de plática, solo para obtener un «hay buenas series, no podría explicarlas todas», a lo mucho.
En algunos momentos, lograba sentarme a su lado y tomarle la mano. _____ seguía ensimismad@ en lo que miraba en la pantalla. Yo no estaba allí, solo lo estaba el televisor. Y yo trataba de ver, de verdad trataba. Me ponía los lentes, me levantaba a tratar de arreglar el cable, intentaba cambiar de canal, pero para mí, los huevecillos blancos seguían rebotando en la pantalla.
Imagen tomada de Wallpaper Safari.
Jesse Reneau

Estudiante de Ciencias de la Comunicación. Amante de la música, la playa y la literatura. Su gran sueño es llegar a ser periodista y tener una motocicleta negra.
Correo: jessereneauv@gmail.com
Un Commentario
II CONCURSO INTERNACIONAL DE TROVAS, GUATEMALA 2019
https://www.creatividadinternacional.com/forum/topics/ii-concurso-internacional-de-trovas-guatemala-2019?fbclid=IwAR15YDtHFRFXenn8GeW9luBvMysnPJTAxz44IHEioCjfQqxsyDll6lS0L9shttp://sociedadvenezolana.ning.com/forum/topics/ll-concurso-mundial-de-trovadores-guatemala-2019
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MARIA CRUZ ARROYO
https://www.creatividadinternacional.com/profiles/blogs/i-concurso-internacional-de-trovas-ubt-omt-guatemala-2017
Iº CONCURSO INTERNACIONAL DE TROVAS – UBT – OMT GUATEMALA – 2017
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