Música que enaltece a la naturaleza

-Sindy Hernández Bonilla / SIMBIOSIS

Seguramente diversas épocas y estilos musicales han dedicado y dedican sus composiciones a la naturaleza y al paisaje natural, sin embargo, desde mi punto de vista, la música barroca lo hace de forma tal que eleva y celebra todo lo que la naturaleza ofrece.

Una de las principales corrientes filosóficas de la música barroca buscó el surgimiento de ideas de la antigua Grecia y Roma, ya que tanto griegos como romanos creían que la música era una herramienta poderosa de comunicación y podría despertar alguna emoción en sus oyentes.

Y no cabe duda que lo lograron. Por ejemplo, Antonio Vivaldi, Friedrich Handel, Jean-Baptiste Lully, Johann Sebastian Bach o Henry Purcell, hacen vibrar con su lenguaje poético hecho música.

Menciono una obra barroca de Antonio Vivaldi, quizá la más conocida, que a través de cuatro conciertos describe bellamente cuatro períodos climáticos de un año: Las cuatro estaciones. Este compositor se sintió inspirado por las pinturas de las estaciones del también italiano, Marco Ricci. El compositor les dedica bellos sonetos a través de texturas diferenciadas en cada uno de los conciertos. Al escuchar esta composición es inevitable sentirse en medio de una tempestad o disfrutando una cálida tarde de verano.

El invierno, sazonado con un pizziccato de las cuerdas altas, provoca imaginar una lluvia fría. Describe las sensaciones del frío, el castañetear de dientes, el tiritar del cuerpo o la furia de la tormenta. En su segundo movimiento, largo, con una placentera y dilatada melodía del violín solista, Vivaldi, evoca una tarde de lluvia, disfrutando de esta al abrigo de la casa, al calor del fuego de la chimenea.

El verano, en la agitada atmósfera de su movimiento final, recuerda una canícula. Vivaldi, a través de lánguidas melodías y tímidas intervenciones de la orquesta, describe los diferentes colores que vemos en el otoño: ocres, verdes oscuros, amarillos y todo un abanico cromático propio de esta estación.

Otro compositor, Ludwig van Beethoven, aunque moderno y romántico, logra transmitir una visión sensible de la naturaleza como emanación del yo íntimo en su sinfonía op. 68, “Pastoral”. Beethoven incluso utiliza el subtítulo de Recuerdos de la vida campestre.

Los cinco movimientos de la Pastoral expresan el amor a la naturaleza:

  1. Empfindungen bei der Ankunft auf dem Lande (Despertar de alegres sentimientos con la llegada al campo)

  2. Szene am Bach (Escena junto al arroyo)

  3. Lustiges Zusammensein der Landleute (Alegre reunión de campesinos)

  4. Gewitter. Sturm (Relámpagos. Tormenta)

Otro compositor de esta época fue Franz Joseph Haydn, en su oratorio Las estaciones, también expresa su amor por la naturaleza a través de danzas campesinas, la tormenta y el canto de los pájaros.

Podría continuar mencionando otras hermosas composiciones de aquellos que han amado a naturaleza y por ende la vida, y que inspirados en esos sentimientos lograron describirla y codificarla, pero de momento les dejo con un extracto del soneto de La primavera de Vivaldi:

Llegó la primavera, y los rientes pájaros la saludan con su canto.
Bajo el soplo del céfiro, las fuentes con dulce son discurren entretanto.
Cubren el aire con su negro manto, nuncios electos, trueno y rayo ardientes.
Callados estos, las aves silentes tornan de nuevo a su canoro encanto.
Y así, sobre el florido ameno prado, al caro murmurar de la arboleda duerme el cabrero con su can al lado.
Pastor y ninfas, en la choza amada, danzan al son de la zampoña leda en esta Primavera iluminada.

Y con el concierto para violín op. 6, “Le Coucou”.

Sindy Hernández Bonilla

Amo la naturaleza y por ende la vida. Me apasiona trabajar y siempre estoy aprendiendo. Tomo en serio y empeño lo que hago: el trabajo, mis relaciones, mi entorno. Escribir es un ejercicio que además de estimular mi creatividad, permite compartir algunas de mis inquietudes y reflexiones principalmente de la biología o la ecología.

Simbiosis

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