Movimiento magisterial hondureño

-Hector Leonel Aguilera Montoya / HONDURAS Y SU ACTUALIDAD

Uno de los movimientos sociales más fuertes en Honduras, hasta principios del siglo XXI, fue el movimiento magisterial. Este se aglutinó en seis colegios magisteriales, conformando de hecho la Federación de Organizaciones Magisteriales de Honduras (FOMH), que en algunas ocasiones se presentaban fuertes como un solo gremio ante los gobiernos, pero en otras la FOMH salió debilitada porque se firmaban pactos entre el gobierno y una parte de los colegios magisteriales. El movimiento magisterial hondureño ha jugado un papel importante en la transformación de la educación nacional antes y después de la aprobación del Estatuto del Docente Hondureño en 1997. El origen de las acciones que buscaban la organización gremial magisterial data de 1895, con la fundación en Tegucigalpa de la Academia Central de Maestros, cuyo objetivo era propiciar el mejoramiento del docente, caracterizándose por el interés en la formación académica y no reivindicativa. Posteriormente, frente a la dictadura de Tiburcio Carías Andino, se somete al magisterio ideológicamente, imponiéndole una concepción apostólica de la labor docente, lo que le impedía reclamar sus derechos.

Con el fin de la dictadura y la llegada al poder en Honduras del presidente Juan Manuel Gálvez en 1949, se inicia un nuevo intento por crear una organización a nivel nacional mediante la formación de la Federación Hondureña de Maestros. En la década de los cincuenta, inicia en Honduras el proceso de modernización del Estado. La huelga bananera de 1954 da apertura hacia la organización social en el país y se emite el código del trabajo. Ya para la década de los sesenta se inicia en el magisterio una campaña organizativa y propagandística, y cuando se aprueba la Ley de Colegiación Profesional obligatoria en 1962, se da un mayor empuje por lo gremial.

A inicios de la década de los sesenta nacen el Primer Colegio Magisterial Hondureño de Maestros (PRICPHMA), el Colegio Unión Magisterial de Honduras (COPRUMH), el Colegio Profesional Superación Magisterial Hondureño (COLPROSUMAH), el Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras, (COPEMH), el Colegio de Pedagogos de Honduras y el Sindicato Profesional Hondureño de Maestros (SINPRODOH). Para los años ochenta, el movimiento magisterial se encaminó hacia la aprobación del Estatuto del Docente Hondureño, consignado en el artículo 165 de la Constitución de la República de 1982, y se materializa la aprobación en el Congreso Nacional en 1997. A partir de entonces, la lucha se convierte en presión por la implementación del estatuto, presiones que se volvieron muy fuertes durante el gobierno de Ricardo Maduro 2002-2006, llegando a su clímax con las huelgas a inicios del gobierno de José Manuel Zelaya (2006-2009), quien les reconoce a los docentes una “deuda acumulada” desde 2002. Con el golpe de Estado de 2009, el movimiento magisterial toma partido a favor de José Manuel Zelaya y se posiciona a la cabeza del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), sacando a los docentes de las aulas de clases para manifestarse permanentemente.

A partir de la llegada al poder del régimen nacionalista encabezado por Porfirio Lobo Sosa, se inician una serie de reformas que tocan la columna vertebral del magisterio y del movimiento magisterial: se crea la Ley Fundamental de Educación; se les prohíben las huelgas, paros y suspensiones de labores a través una ley de aulas abiertas, la Ley del Fortalecimiento de la Educación Pública y la Participación Comunitaria; se reforma la Ley de Previsiones y Pensiones del Magisterio elevando la edad de jubilación; se elimina la retención de las cuotas que los agremiados hacían a sus colegios y que el Ministerio Educación las canalizaba; finalmente, se aplica una reforma para que los colegios magisteriales no puedan hacer préstamos a sus afiliados, sino es con la autorización de la Comisión de Bancos y Seguros. En todo este proceso de reformas, el movimiento magisterial no asumió ningún papel protagónico para frenarlas, se cooptó a sus principales líderes y se desmovilizó a toda su base magisterial. Los principales líderes fueron acusados de cometer actos de corrupción y mal manejo de las finanzas de los colegios magisteriales y a partir de 2010 los docentes han estado desmovilizados.

Actualmente, los docentes están a la deriva, ya no aportan sus cuotas a estos gremios, varios de los colegios están perdiendo sus sedes y edificios por insolvencia. El panorama del movimiento magisterial en Honduras es sombrío y no se visualiza en el corto o mediano plazo una mejora, tanto por la falta de credibilidad de los líderes, así como la capacidad para volver a movilizar a la base magisterial. No se visualiza, además, interés para la formulación e implementación de propuestas educativas apegadas a la realidad, lo que coadyuvaría en el apoyo e impulso de los diferentes sectores sociales que coexisten en la sociedad y de esa manera elevar el prestigio a la carrera docente.


Imagen:Héctor Leonel Aguilera

Hector Leonel Aguilera Montoya

«Profesor en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), de Tegucigalpa, Honduras. Cuenta con una Maestría en Ciencias Sociales de FLACSO Guatemala y Licenciatura en Ciencias Sociales de la UPNFM. Ha sido investigador y consultor para el Instituto de Investigación y Evaluación Educativas y Sociales (INIES) de la UPNFM. Ha trabajado temas sobre el sistema educativo nacional, resiliencia, violencia, así como temas culturales, y políticos. Ha trabajado la educación a distancia en el Centro Universitario de Educación a Distancia (CUED) y en el Diplomado de Formación Pedagógica en Educación Superior de la FUNDAUPN, que da formación a nivel de postgrado, impartiendo el módulo sobre la Universidad y su evolución.
Cuenta con experiencia en todos los niveles del Sistema Eucativo Nacional, básico, medio y superior, impartiendo clases de Ciencias Sociales, Educación Cívica, Sociología e Historia Nacional. Asimismo, ha trabajado en la redacción y revisión de textos escolares. En materia administrativa se ha desempeñado como coordinador del Departamento de Ciencias Sociales en el Instituto Central Vicente Cáceres de Tegucigalpa y actualmente es el secretario académico del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán.»

Honduras y su actualidad

2 Commentarios

Flavia Rodríguez 19/10/2020

Interesante información! Sin duda alguna, esa es la realidad que actualmente atraviesa el gremio magisterial. Realmente es lamentable.

José Dario 11/09/2017

Excelente artículo. Es un retrato de la realidad del movimiento magisterial

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