Trudy Mercadal | Política y sociedad / TRES PIES AL GATO
Aparte de la entretención y el lucro, una de las más importantes funciones de la cinematografía de Hollywood es la didáctica, o el enseñarnos cómo pensar y cómo vivir. El poder de diseminación ideológica de Hollywood queda claro en Misión: Imposible, repercusión, película de acción que recién se estrena, protagonizada por Tom Cruise como el agente Ethan Hunt. Como siempre en la franquicia de Misión: Imposible, de la cual esta es la sexta entrega, la acción se lleva a cabo dentro en un marco tipo «guerra fría», con Hunt como la encarnación de las naciones más poderosas, llamadas a salvar al mundo a través de la violencia, el secuestro y otras formas «justificadas» de obviar leyes internacionales y los derechos de todos los que se interpongan en su camino.
En esta edición de la trama, todo conflicto social se reduce a un mínimo común denominador: un pleito entre los buenos –Estados Unidos– y los malos, un grupo variopinto de terroristas anarquistas llamados Los Apóstoles. Como cosa rara en Hollywood, esta vez los terroristas no son musulmanes o rusos. La trama soslaya el hecho de que, en el sistema capitalista tardío, son las corporaciones multinacionales y sus aliados políticos quienes, en su implacable persecución de lucro, van moliendo todo a su paso: seres humanos, derechos, recursos públicos, el medio ambiente. Al borrar la raíz del sufrimiento social del mundo, se oculta el motivo por el cual se generan grupos radicalizados como Los Apóstoles. Se borra también la memoria histórica de los grupos anarquistas y de su contribución histórica –y mayoritariamente pacifista– a la lucha internacional por la justicia de los pueblos y los obreros.
Irónicamente, a la vez que se sataniza al anarquismo, olímpicamente obviando sus principios comunitarios y pintándolo como un grupo sociópata e irracional, Hollywood promueve una especie de anarquía individual: Ethan Hunt y su pequeño equipo actúan siempre por su cuenta y con lujo de violencia, haciendo caso omiso de la autoridad e institucionalismo de su Gobierno, así como de toda noción de estado de derecho. Bajo la fachada de la solidaridad al amigo cercano –Hunt pone en riesgo a millones de personas por salvar a un amigo– impera el comportamiento autoreferente que reprime la solidaridad con el bien común y plantea a una de las grandes falencias de las sociedades desarrolladas –el individualismo extremo– como la ética necesaria para que nuestros héroes puedan salvarnos de los terrores de este mundo.
Los Apóstoles, como anarquistas que son, están en contra del sistema establecido; pero lo están por «engañados», porque están cegados por ideas anticapitalistas. Su deseo de imponer su visión de paz a través de cataclismos y sufrimiento incluye destruir el glaciar que suple de agua a China, India y Pakistán, causando hambrunas y muerte, lo cual carece de toca lógica. En otras palabras, no se explica cómo semejante catástrofe conllevaría a la paz mundial, en lugar de, como es más lógico, detonar las guerras de agua que sin duda se avecinan ya en la vida real.
Cabe subrayar que el anarquismo incluye muchos modelos, la mayoría de los cuales son netamente pacifistas. Puesto que alguna razón hay que dar a aquellos que no comulgan con el capitalismo, se debe explicar el anarquismo como el deseo de causar enorme sufrimiento en aras de una ideología equivocada. Porque, claro, creer en la paz mundial sin el capitalismo, ¡tendría que ser una locura! La misión de la película es eliminar semejante idea de tajo.
Las espectaculares vistas panorámicas de Misión: Imposible, repercusión celebran la estética del imperialismo globalizante, eliminando toda visual de injusticia social y contribuyendo a eliminar la posibilidad de implementar otro sistema que no sea el capitalismo rampante.
Véase, por ejemplo, el último segmento de acción que se lleva a cabo en la región de Cachemira. La acción ocurre a través de acrobacias aéreas en helicópteros y es asombrosa, fantástica y, admitámoslo, absurda. El resto de la historia en Cachemira ocurre en un campamento médico de socorro, ocupado por médicos norteamericanos. Todo Cachemira, aire y tierra, es un vasto panorama vacío de habitantes cachemires, de sus poblados y de sus históricos conflictos territoriales –el dilema de India y Pakistán–. Es como si Cachemira existiera solamente como campo de acción para que los juegos de guerra de héroes y villanos occidentales.
Los clichés de la película son tan abundantes y problemáticos que no alcanza el espacio para nombrarlos todos. Es importante, sin embargo, recalcar el impacto cultural y didáctico de una película tan popular entre los fans y la audiencia general. Lo cierto es que Misión: Imposible, repercusión, celebrada por muchos críticos como la mejor de la franquicia es, a pesar de su indiscutible belleza cinematográfica, un vehículo de propaganda y de los estereotipos más ramplones de Hollywood.
Imagen tomada de Cinerama.
Trudy Mercadal

Investigadora, traductora, escritora y catedrática. Padezco de una curiosidad insaciable. Tras una larga trayectoria de estudios y enseñanza en el extranjero, hice nido en Guatemala. Me gusta la solitud y mi vocación real es leer, los quesos y mi huerta urbana.
2 Commentarios
La cantidad de películas violentas o de veneración por las armas y la transgresión de las normas y leyes que nos rigen es desbordante y absurdo. Es esa cuestión de que los buenos están con Dios y los malos son los que deben pagar con todo. Creo que desde la segunda guerra mundial se ha explotado en cine y literatura todas las hazañas de los «buenos» por el hecho de haber ganado la guerra y se aplica el principio de que los que ganan la guerra son los que escriben la historia. La aceleración de estos tiempos provoca ese deseo insaciable y deshumanizado de querer consumir más este tipo de productos como lo es este género de películas.
Muy buenos puntos, gracias. Estoy totalmente de acuerdo.
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