América es la planta de tu pie,
con el gran talón de Aquiles en el norte…
Miguel Ángel Asturias
Miguel Ángel Asturias de Guatemala para el mundo es el título elegido para este trabajo donde reunimos las letras que sus amigos le brindaron cuando nuestro premio Nobel de Literatura «se fue al encuentro de su destino». Tenía razón Otto Raúl González al decir que Miguel Ángel venía de Xibalbá y con ese fuego místico escribió sus novelas, sus poemas y sus discursos. «Ese primer incendio lo tituló: El Señor presidente».
De Xibalbá lo dejaron salir para que viviera en el barrio de la Candelaria, en una calle ancha que le decían la Avenida Central, recordó en una oportunidad doña Amalia Herrera viuda de Muñoz Meany. Así fue como Miguel Ángel Asturias fue convirtiéndose en un experto en lumbres.
De esos fulgores ahora tenemos Hombres de maíz, Mulata de tal, El espejo de Lida Sal, Viernes de Dolores, Viento fuerte, Los ojos de los enterrados, La audiencia de los confines, Week-end en Guatemala y toda su obra.
En 1966, gana el Premio Lenin de la Paz y va, en agosto, a recibirlo a Moscú. En 1967, el 19 de octubre (día de su cumpleaños) se anuncia que se le confiere el Premio Nobel de Literatura. Anders Österling, secretario permanente de la Academia Sueca, señaló que «hoy en día Latinoamérica puede alardear de un grupo activo de prominentes escritores, uno como de voces múltiples en el cual las contribuciones individuales no son discernibles. El trabajo de Asturias es vasto, valiente, y sobresaliente para generar interés fuera de su propio círculo literario, más allá de su país y su tiempo, más allá de nosotros».
Han transcurrido 50 años de ese anuncio oficial (19 de octubre), aunque el premio se lo otorgaron en diciembre de 1967. Aún resuenan sus palabras dichas en la Conferencia pronunciada en Estocolmo, Suecia, aquel 12 de diciembre:
Empezaremos analizando los antecedentes de la literatura latinoamericana en general, deteniendo nuestra atención en aquello que más atingencia tiene con la novela. Vamos a remontar las fuentes hasta los orígenes milenarios de la literatura indígena, en sus tres grandes momentos: maya, azteca e incaica.
El nombre de Miguel Ángel Asturias está unido a través de sus obras a las luchas más sentidas de los pueblos. Así se infiere en su discurso:
Nuestros libros no llevan un fin de sensacionalismo o truculencia para hacernos un lugar en la república de las letras. Somos seres humanos emparentados por la sangre, la geografía, la vida, a esos cientos, miles, millones de americanos que padecen miseria en nuestra opulencia y rica América. Nuestras novelas buscan movilizar en el mundo las fuerzas morales que han de servirnos para defender a esos hombres…
Si Miguel Ángel Asturias es admirado en el continente y más allá, y sus obras son traducidas y leídas, ¿por qué en Guatemala se quedan desamparadas? No son leídas. Será que los guatemaltecos aún consideramos a «Miguel Ángel Asturias como el poeta de por allí de la Parroquia», como somos tan dados a restarle méritos a nuestros compatriotas. No hemos tomado conciencia de la importancia de la obra asturiana (novela, cuento, ensayo, teatro y poesía).
El 2017, por acuerdo del Ministerio de Cultura, es llamado el «Año del cincuentenario en que se le otorgó el Premio Nobel de Literatura, a Miguel Ángel Asturias». Como bien dijo el doctor Carlos Martínez Durán «estamos en deuda con nuestro Premio Nobel». Por esa razón, en este trabajo he agrupado en un primer capítulo las palabras de los amigos de Asturias, escritas para homenajearle cuando cumplió 60 años.
En el segundo capítulo, se rescatan los textos de varios autores, escritos al conocerse el fallecimiento de Miguel Ángel Asturias, textos que fueron publicados en la Revista Alero y en la Revista USAC Universidad de San Carlos de Guatemala.
Además, como tercer capítulo se incluyen textos escritos por Miguel Ángel Asturias. Finalmente, hay un apartado en donde se incluyen fotografías de Asturias, las cuales han sido extraídas de un álbum familiar de otro gran escritor guatemalteco, Flavio Herrera.
Árqueles Morales al escribir sus versos dedicados a Miguel Ángel Asturias apunta:
El tiempo ha sido duro
con el pueblo.
Y ahora más que nunca,
—lo sabemos—
hay que comprometer la voz
en el combate,
hay que romper el rostro
en la tormenta
y escupir los fusiles que nos atan.
Por Roberto Cifuentes
Reseñas gAZeta

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Un Commentario
En razón de que se tuvo la valiosa oportunidad de participar en el coloquio relacionado con la presentación de tan especial libro, fue publicado un breve trabajo el 6 de marzo de 2018. Ver por favor:
• https://www.academia.edu/36087076/Antojolog%C3%ADa_Miguel_%C3%81ngel_Asturias_de_Guatemala_para_el_mundo_Ariel_Batres_Villagr%C3%A1n_Guatemala_3_de_marzo_de_2018
• https://ensayosbatres.wordpress.com/2018/03/06/antojologia-miguel-angel-asturias-de-guatemala-para-el-mundo/
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