Nery R. Villatoro Robledo | Política y sociedad / HECHOS E IDEAS DE NUESTRO TIEMPO
No conocí personalmente a Meme Colom; ni en el campo de la práctica y la lucha políticas, ni en ninguno de los otros en los actuó. Solo recuerdo que siendo él el alcalde de Guatemala, siendo yo un crío, acompañé a mi padre en un viaje a la capital (mi familia y yo vivíamos en occidente), habrá sido en 1973, y entre las tantas cosas que hicimos esos días fue ir a la Municipalidad, pues mi padre le hizo una visita. No recuerdo más que haber entrado a lo que me pareció un cuarto pequeño que rápido se llenó de gente, del que por unos minutos no nos movimos (mucho después entendí que se trató de uno de los elevadores del Palacio de la Loba) hasta llegar a donde se encontraba su oficina. No sé de qué hablaron, ni recuerdo a Meme Colom, seguramente me quedé fuera de esa oficina esperando. Pero recuerdo que siempre, desde pequeño, escuché hablar de él, en mi casa y en la calle, y hablábamos de él con los amigos.
Escribir sobre Meme Colom es hacer venir de golpe a la memoria, acontecimientos que forman parte de la historia. De esa historia llena de atrocidades por la que ha pasado el país y que, justamente por eso, revela a la Guatemala profunda, esa que se ha construido sustentada en la exclusión, el racismo, el machismo y misoginia, la intolerancia, de lo que es solo una manifestación la violencia estructural que reprime y asesina a quienes cuestionan e interpelan a este sistema construido por y para beneficio de la minoritaria clase dominante, que los condena a persecución, cárcel, muerte y exilio por tremenda osadía.
Meme Colom, sin duda, fue un intelectual, académico y dirigente político que, siendo socialdemócrata por convicción, de una socialdemocracia extinguida hacía décadas en Europa, supo distinguir que los problemas de la Guatemala de su tiempo no eran superficiales y solo consecuencia y obra de políticos y militares que en connivencia y al servicio de la oligarquía defendían intereses particulares.
El entendimiento de Colom Argueta sobre Guatemala, fue el de un país con problemas estructurales producto de un capitalismo sometido al dominio extranjero, que dio lugar a la configuración de un Estado oligárquico y contrainsurgente, con una dictadura militar «fascistoide» como régimen político, como él lo denominaba. La producción intelectual y académica de Meme Colom es tan vasta como fue su vida política. Por eso afirmo que, si bien es posible estudiar y entender cada una de sus facetas, para tener una idea abarcadora de su vida no basta con ello; es necesario abordar esas facetas en sus íntimas relaciones y prolongaciones, porque son indisociables. En ellas dejó plasmado no solo su conocimiento en las áreas de su formación y campos de investigación, sino también sus ideas en el campo de su práctia política; no de la política mezquina que hoy practican las maquinarias electorales y los políticos de la derecha al servicio de la oligarquía y la burguesía, sino de la política como él la entendía: puesta al servicio de la gente.
En su vastísima obra, producto de su quehacer investigativo, se encuentran trabajos sobre la integración centroamericana desde diversos ángulos (político, económico, jurídico, social), la política interna e internacional, la economía, el fenómeno urbano, la historia político-económica del país y el tema fundamental de la democracia.
De todo cuanto produjo Meme Colom, hago referencia y cito aspectos de dos documentos en los que se ve esa conjunción entre el intelectual, el académico y el político. Uno es el texto de su última actividad académica, una conferencia dictada en la Facultad de Arquitectura de la USAC el 21 de marzo de 1979, en la víspera de su asesinato, sobre el significado de las jornadas de marzo y abril de 1962 [1]. En esa conferencia, Meme Colom plasma la perspectiva histórica con la que entendía las condiciones económicas, políticas y sociales de la Guatemala de su tiempo. Una historia entendida no como ocurrencia y sucesión de acontecimientos, sino como un proceso de acontecimientos interrelacionados, desencadenantes de otros; a fin y al cabo, la historia como proceso social, colectivo. De acuerdo con su planteamiento, para entender lo que ocurría en ese momento (1979), era necesario comprender la historia reciente del país y los factores de orden externo que lo influían.
Creo que la historia contemporánea de Guatemala la dominan dos hechos:
Por un lado, la Revolución democrática de Octubre iniciada en 1944 truncada abrupta y violentamente en 1954. Y por otro, el proceso contrarrevolucionario que, de 1954 en adelante, va marcando nuevas formas de intervención imperialista asociada a diferentes formas de subordinación de la oligarquía terrateniente y de la burguesía nacional. Desde ese momento, quienes detentan el poder y tratan de legitimarlo, desarrollarán las primeras formas fascistoides que caracterizarán a la mayoría de gobiernos de América Latina.
Ambos momentos que estamos analizando, están marcados pues, por condiciones internas y externas específicas que, en su desarrollo y culminación incidirán en el cauce que tomen los acontecimientos que en la actualidad vivimos. De ahí que su análisis detenido, dará luz acerca del cómo y bajo qué condiciones ha tenido que impulsarse la lucha popular y qué experiencias podemos sacar de ese proceso para la lucha revolucionaria (Colom, 1995, p. 7).
En ese sentido, al analizar las jornadas de marzo y abril de 1962, las entiende como un acontecimiento que forma parte de un proceso histórico en el que influyen factores internos y externos, profundamente relacionados con la dominación y sometimiento y la lucha contra estas. Así, afirmaba que
Considero que deberíamos pensar que [las jornadas de] marzo y abril fueron gestas populares, hechos populares, en que el nivel de organización logró una resistencia contra un sistema antidemocrático y represivo. Pero… no es un hecho aislado, forma parte de un proceso histórico social que no ha terminado aún, frente a un sistema de dominación de una minoría económica oligárquica, subordinada al capital extranjero… que aprendió a usar técnicamente formas fascistoides de represión para coartar el desarrollo de la organización popular por la liberación de los pueblos.
Algunos historiadores, políticos, sociólogos que han escrito acerca de la guerrilla, sostienen que la guerrilla inició la violencia en Guatemala. Esa afirmación no es cierta. La violencia en Guatemala se origina en causas estructurales: marginación y dominación estructural de la sociedad. En Guatemala, podríamos decir que ha habido dos modalidades de resistencia y de lucha organizada: una lucha popular y una resistencia armada (Colom, 1995, p. 16 y 17).
De ahí su firme convicción en la necesidad de cambiar ese estado de cosas. Dirigente político socialdemócrata que recién había logrado la inscripción del Partido de la Revolución Democrática, que planteaba abiertamente la lucha revolucionaria para la que había que tomar en cuenta las experiencias acumuladas hasta ese momento.
Uno de los temas que apasionó a Meme Colom fue el de la legislación y desarrollo urbanos. Hace muchos años, en el contexto de un convenio de colaboración entre el Centro de Estudios Urbanos y Regionales de la USAC (CEUR) y Lulú Colom (cuando se empezaba a dar forma a lo que posteriormente fue la Fundación Manuel Colom Argueta), con el propósito de compilar y publicar trabajos inéditos de Meme, así como de reeditar algunos de los ya publicados, revisé, preparé la edición y escribí el prólogo del trabajo La legislación urbana en Guatemala y su incidencia en la configuración territorial, en el que trato de analizar algunos de los aspectos planteados en ese trabajo [2].
En ese sentido, y a propósito de cómo concebía Meme Colom la realidad económica, política y social del país, escribí que para él
(…) el desarrollo de la ciudad de Guatemala, desde su traslado del valle de Panchoy, ha estado determinado por el modelo económico impuesto por las clases dominantes. A partir de 1871, con el triunfo de la Revolución Liberal, los patrones del desarrollo y la función de la ciudad sufren una refuncionalización que obedece a los cambios económico-sociales que se experimentan a partir de ese momento (Villatoro, 2004).
En dicho prólogo señalo que un punto central en ese trabajo de Meme se refiere a que las transformaciones socioeconómicas influyen en el ámbito de lo jurídico-político; lo que quiere decir que los cambios de orden económico y social, para que puedan desarrollarse y consolidarse, requieren de un nuevo ordenamiento jurídico y político que sustituye al anterior y le da sustento al nuevo orden que surge.
Escribo en el prólogo mencionado que otro punto central que desarrolla Meme Colom, íntimamente relacionado con el que se apunta en el párrafo anterior, es que el ordenamiento jurídico-político que surge de las transformaciones económicas y sociales configura legalmente el tipo de régimen político que se establece.
Históricamente, la construcción y desarrollo de la ciudad ha estado de la mano del desarrollo capitalista. En su trabajo, Meme Colom plantea que el desarrollo y las funciones que cumple la ciudad son procesos que, en última instancia, están subordinados al desarrollo de las fuerzas productivas y, como ha sido la experiencia del país, a los intereses de las clases dominantes, procesos en los que el Estado desempeña un papel determinante (Villatoro, 2004).
Mucho, o todo, de lo que Meme Colom trabajó desde la academia y la investigación, estuvo íntimamente ligado a su práctica y lucha política y a su desempeño como alcalde del municipio de Guatemala. Por ello, fue objeto de persecución permanente. Antes de ser asesinado, se vio en la necesidad de ir al exilio varias veces. En plenas jornadas de marzo y abril de 1962, de las que participó activamente, fue forzado a ir al exilio. En sus propias palabras, asegura que «A nosotros nos sacan al exilio y al día siguiente estamos de regreso al país» (Colom, 1995, p. 13).
Como alcalde capitalino, su gestión y labor han sido reconocidas ampliamente. Baste mencionar que ante la falta de legislación urbana, concibió y formuló (con apoyo de un extraordinario equipo técnico) el Esquema Director de Ordenamiento Metropolitano –EDOM 1972-2000–, en el que se planteó «un plan de desarrollo metropolitano a partir de la creación de ejes preferenciales de urbanización e industrialización, creación de nuevos asentamientos urbanos en la periferia, un plan integral de transporte y vialidad, ordenamiento de un área de actividades terciarias, integración regional de los municipios del área metropolitana, organización de equipamientos colectivos y servicios y saneamiento ambiental» (Villatoro, 2004). Sin embargo, múltiples presiones de grupos económicos poderosos especuladores con el uso del espacio urbano no permitieron que entrara en vigencia, al no publicarse en el diario oficial ni haberse aprobado el reglamento respectivo. Sin embargo, muchos trabajos de infraestructura, como el Periférico, drenajes, alcantarillado y otros estaban contemplados en el EDOM.
Por todo ello, pero principalmente por su práctica y lucha políticas, Meme Colom fue considerado enemigo suyo por la clase dominante y la dictadura militar que administraba el Estado desde 1954. En tal sentido, tenía claro que en cualquier momento, como había ocurrido con Oliverio Castañeda de León, secretario general de la Asociación de Estudiantes Universitarios –AEU–, asesinado el 20 de octubre de 1978, y con Alberto Fuentes Morh, asesinado el 25 de enero de 1979, él correría la misma suerte.
Lo tenía asumido de tal manera que, en marzo de 1974, en una carta escrita de su puño y letra afirmó:
Dejo constancia histórica de los planes del gobierno para eliminar a mi persona físicamente… Como las próximas elecciones representan un desafío entre la arbitrariedad, la violencia organizada y todo proceder fascistoide del actual gobierno [el de general Carlos Manuel Arana Osorio] y el enfrentamiento que le hace el pueblo, el resultado puede implicar la pérdida del poder de hombres millonarios…, que son los verdaderos directores de la política gubernamental. Ello los precipita y están dispuestos en primer lugar, a crear desórdenes, a eliminar a quienes consideran los líderes de la oposición… Este documento se debe dar a publicidad al suceder los hechos. Mi condición de Alcalde me obliga a desafiar la represión y por ello dejo constancia de mi puño y letra (Colom, 1974).
Ese desafío al que alude no era sino el Frente Nacional de Oposición (FNO) que se presentó a las elecciones para derrotar a la dictadura militar [3]. El FNO fue una alianza en la que participaron dos fuerzas políticas democráticas y progresistas (Frente Unido Revolucionario Democrático, de Meme Colom, y el Partido Revolucionario Auténtico, de Fuente Morh [4]), que aún veían la posibilidad, en pleno ascenso del segundo ciclo revolucionario, de cambiar el estado de cosas por la vía electoral.
Años después, dos semanas antes de su asesinato y pocos días después de lograr la inscripción del FUR como partido político, concedió una entrevista a un periodista extranjero, en la que aseguró que
En este momento, cuando reconocen mi partido, lo difícil es lograr que no me maten, ya que las técnicas de la ultraderecha para sostenerse en el poder han cambiado… En la actualidad, la extrema derecha ha enarbolado la bandera del crimen, jugando al asesinato político; ya eliminaron a Alberto Fuentes Morh y no está lejano el día en que lo hagan conmigo. El asesinato político ahora lo realizan a plena luz del día (Chapman, 1979).
En documento desclasificado de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, la misma que organizó y financió la intervención estadunidense para derrocar a Jacobo Árbenz en 1954), titulado Informe a Departamento de Estado, del 5 de marzo de 1979 (citado en CEH, 1999, p. 138), esa agencia informó que
Es de opinión de los oficiales [del Ejército] que Colom debería haber sido asesinado durante el período 1970-1974, cuando él era Alcalde de la ciudad de Guatemala o en su defecto a la salida de este cargo. En ese momento había un plan para matar a Colom…
Esto último tiene un solo significado: la implicación de Estados Unidos, a través de la CIA y otras estructuras, en las violaciones a los derechos humanos en Guatemala, tales como la tortura, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y el genocidio.
El plan para asesinar a Meme Colom se concretó el 22 de marzo de 1979, en un operativo al mando del general David Cancinos y dirigido desde un helicóptero, que empezó muy temprano con vigilancia en los lugares que la víctima frecuentaba y en los alrededores de su bufete profesional. El operativo cubrió todas las posibles rutas por las que hubiese podido escapar para asegurar su ejecución. Junto con él, asesinaron a dos de sus guardaespaldas.
Si bien algunas fuentes señalan que recibió alrededor de 40 impactos de bala, el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH, 1999, p. 139-140) sostiene que «Manuel Colom recibió el impacto de 24 proyectiles calibre 45 milímetros. La mayor parte de las heridas de bala se concentró en el cráneo, la cara y el tórax». Asimismo, concluyó que
La CEH presume fundadamente que Alberto Fuertes Mohr [asesinado dos meses antes] y Manuel Colom Argueta fueron víctimas de la acción premeditada de agentes del Estado o de sujetos que contaron con su aquiescencia o tolerancia y, en todo caso, con su posterior protección y encubrimiento, constituyendo sus ejecuciones una violación a los derechos humanos. En el caso de la muerte de Colom Argueta, esta presunción afecta a autoridades del Ejército de Guatemala y específicamente del Estado Mayor del Ejército [al general David Cancinos, según información de un testigo de referencia de la CEH] (CEH, 1999, p. 139-140 y 142-143).
Se sabe que miembros de la oligarquía y burguesía celebraron y brindaron por el asesinato del dirigente político. El informe de la CEH (1999, p. 140 y 141) recoge que miembros «de la comunidad empresarial» dijeron a personal de la embajada estadunidense que «Era comunista y se lo merecía; su muerte (…) fue el trabajo del jefe del Estado Mayor del Ejército, general Cancinos, quien busca allanar el camino para ser candidato presidencial en 1982; y que Colom tenía que ser eliminado eventualmente, pero ¿por qué tan temprano?».
Después del asesinato de Meme Colom, varios familiares suyos tuvieron que salir al exilio. Hermanos de la víctima fueron acusados de desacato por responsabilizar del asesinato al gobierno de Lucas García y a varios de sus funcionarios en un campo pagado publicado en medios de prensa con el título «No puede descubrir quien encubre».
[2] El prólogo fue escrito en marzo de 2004; la edición había quedado lista años antes. Nunca supe si ese trabajo de Meme Colom fue finalmente publicado; no he tenido en mis manos un ejemplar de él. Sí tengo conmigo, en cambio, la versión final del texto editado listo para su impresión. La legislación urbana en Guatemala y su incidencia en la configuración territorial, es un trabajo que Meme Colom dejó inconcluso en sus partes relativas a los antecedentes históricos de la legislación urbana, el proceso histórico contemporáneo del régimen legal urbano en Guatemala y respecto a lo que el autor consideraba debían ser los criterios a considerarse en la aplicación de una reforma a la legislación urbana. El trabajo de edición se hizo a partir de una transcripción mecanográfica del manuscrito original de Manuel Colom que se localizó en los archivos del Centro de Estudios Urbanos y Regionales –CEUR–, que desafortunadamente se extravió, por lo que no fue posible cotejar esa transcripción.
[3] El candidato del FNO fue el militar Efraín Ríos Montt quien, luego del proceso electoral fraudulento que impuso a Kjell Eugenio Laugerud García, aceptó la agregaduría militar en la embajada de Guatemala en España. Una década después, entre marzo de 1982 y agosto de 1983, fungió como jefe de Estado de facto por golpe de Estado, y se convirtió en uno de los principales responsables del genocidio en Guatemala.
[4] Estos partidos se convertirían años después en el Frente Unido de la Revolución y Partido Social Demócrata, respectivamente.
Referencias
* Comisión para el Esclarecimiento Histórico, CEH. (1999). Tomo VI, Casos ilustrativos, anexo I.
* Colom A., M. (1974). Carta manuscrita fechada el 2 de marzo de 1974.
* (1979). «Guatemala: El significado de las jornadas de marzo y abril». Conferencia dictada en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de San Carlos. Guatemala: CEUR.
* Chapman. (1979). Entrevista a Manuel Colom Argueta, 9 de marzo de 1979.
* Villatoro, N. (2004). Prólogo a La legislación urbana en Guatemala y su incidencia en la configuración territorial, pdf. Guatemala.
Fotografía tomada de Prensa Comunitaria.
Nery R. Villatoro Robledo

Historiador, investigador social, analista político y columnista de prensa. Ejerce el periodismo de opinión desde hace 25 años. Es autor de estudios sobre la cuestión agraria, la tenencia y mecanismos de acceso a la tierra, y la seguridad alimentaria. Autor de varios ensayos políticos en revistas especializadas, y de más de mil artículos de opinión en varios medios de comunicación escrita.
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