¿Me dejas pintar?

Rita Ma. Castillo | Literatura/cultura / SOMOS ARTE

¿Me dejas pintar? ¿Puedo intentarlo? Siempre tenemos miedo de hacer esas preguntas, porque estamos acostumbrados a que nos digan que no, a que nos cierren una puerta, a que no nos den una oportunidad. Estamos tan malacostumbrados a que no se nos dé chance por ser novatos o por no tener influencias o por hacer las cosas diferentes. Tendemos, de verdad, a rechazar lo desconocido por no entenderlo o porque es diferente a lo que hacemos y caemos en un círculo tan cerrado que limitamos el crecimiento, tanto de los nuevos talentos, como el nuestro al no abrir la mente a lo nuevo.

En estos días estuve pensando mucho en las oportunidades, ¿cómo logra uno conseguir oportunidades en un medio tan cerrado como el medio artístico?, ¿cómo logras dar vos oportunidades también a personas por medio de tu trabajo? Oportunidades, esa palabra me ha estado rondando tanto la cabeza que tuve que exponer el punto. Este ataque de pensamientos sobre las oportunidades justo coincidió con este fin de semana que tuve la oportunidad de estar en un festival de murales. Participé con un grupo de artistas increíbles, de verdad es admirable lo que hacen, y yo era de las nuevas allí, nunca había participado y me encantó, honestamente. Probablemente soy de las que nadie conocía, pero he de decir que me recibieron con los brazos abiertos y fue una experiencia de mucho crecimiento, además de ser un reto personal gigante, porque sé que aún tengo mucho que aprender y mejorar. Pero, me alegra haber botado el paradigma de «acá la mara solo pinta si conoce a alguien», porque, para sorpresa de muchos, mi lugar no me lo dio nadie, me lo gané yo. No tenía ningún contacto adentro de la organización y, como muchas cosas en la vida, solo lo intenté, hice la pregunta, ¿puedo pintar? Y en esta oportunidad la respuesta fue sí, y me alegro que así haya sido. La única influencia que puedo presumir, como todo en mi vida, es el trabajo duro y la ayuda de Dios, que nunca me faltan.

Son incontables las veces que he preguntado ¿puedo pintar? Y recibo respuestas hostiles por ser nueva, por no ser reconocida o incluso por ser mujer. Pero no es una queja, simplemente expongo un punto con el fin de tratar de motivarlos a abrir la mente a dar oportunidades a las personas que, tal vez al igual que nosotros, «lo están intentando». Porque a la larga estamos en la misma lucha, estamos caminando la misma montaña y la cima nunca llega al mismo tiempo para todos, pero sí está en nosotros hacer honorable el llegar a la cima, ayudando al que lo intenta, haciendo un trabajo honesto, sin pasarse llevando a nadie, sin alterar el camino del otro, dejando a las generaciones que vienen detrás de nosotros esa espinita de saber que sí se puede lograr el triunfo, si se trabaja duro y si se respeta al compañero que también lo intenta.

Oportunidades es lo que a muchos nos hacen falta, pero también son las que muchos no aprovechan, porque crees no estar listo, o porque crees que no vas a poder, o porque crees que su trabajo no lo vale, y las dejas pasar. Y muchas veces esas oportunidades no regresan, o las abrazás en el momento o te despedís de ellas, otras llegan a tu vida como una bendición, otras como resultado de mucho trabajo, pero siempre se debe sacar el mayor provecho de ellas y hacer lo mejor que podamos con eso.

¿Me dejás pintar? Tantas veces he preguntado eso que ya perdí la cuenta, y me siento tan honrada y agradecida por las veces que me han dado la oportunidad y que me han dicho que sí. Con eso en mente trato de dar oportunidad a los que me la piden, aun cuando sean inexpertos, aun cuando no tengan la edad, aprecio mucho las ganas de querer hacerlo y el deseo que la gente tiene de hacer algo nuevo, de intentar. Mi trabajo últimamente me ha permitido dar chance de intentar pintar a generaciones que vienen detrás de mí, últimamente pareciera que los niños me siguen y siempre tienen la inquietud de agarrar una brocha y pintar una pared, es tan emocionante ver la cara de los niños cuando les decís «sí podés pintar, dale». Y aunque en algunos trabajos no puedo dejar pintar a nadie más porque es algo profesional, cuando tengo la libertad y se acercan niños a tratar de pintar, los dejo y resulta ser una experiencia enriquecedora, he aprendido tanto de la inocencia y la magia con las que ven y hacen las cosas, que puedo decir que las oportunidades, más que para ellos, han sido para mí.

Así que la próxima vez que alguien les pregunte ¿lo puedo intentar?, denle chance, sean creadores de oportunidades y disfruten prestar sus hombros para que alguien más suba y alcance nuevas alturas. Si ellos crecen con tu ayuda, vos crecés con ellos.


Fotografía principal por Rita Ma. Castillo.

Rita Ma. Castillo

Diseñadora industrial, apasionada por el arte, con ojos curiosos, corazón colorido, coleccionista de historias, relatos y vivencias con extraños. Descubrí el arte como una herramienta sanadora, como una medicina, dicen que las cosas llegan a la vida cuando deben llegar y a mí el arte me encontró y me rescató. Vivo de eso, y amo haber encontrado mi propósito de vida en ayudar al prójimo por medio de mi tesoro, por medio de mi arte, aprendo cada día y me nutro de color, historias y trazos.

Somos arte

2 Commentarios

Cinthia 17/05/2018

Me encanta que sea agente de cambio y que tendas la mano y des oportunidades a muuuchos! Te admiro RitaMa

Rita de Castillo 17/05/2018

Me inspiras a dar oportunidades, preciosa reflexión que viene de un corazón agradecido y honesto. Te amo hijs

Dejar un comentario