Mayo en nuestros corazones (II)

Ruth del Valle Cóbar | Política y sociedad / HILANDO Y TEJIENDO: MEMORIA Y DERECHOS HUMANOS

El 22 de mayo es el día del estudiante universitario sancarlista. Como lo mencioné en la columna anterior, mayo ha sido un mes doloroso para el movimiento estudiantil universitario.

El 1º de mayo de 1980 fueron secuestradas 28 personas después de la multitudinaria manifestación por el día internacional del trabajo, entre ellos Judith y Edgar González García, y Manuel de Jesús Flores, sindicalistas de la Fábrica Ray-O-Vac, así como tres estudiantes del Instituto Técnico Vocacional.

Ese mismo día, Rafael Urcuyo, estudiante de psicología, es ejecutado al oponerse a ser secuestrado. Sin embargo, Ricardo de Jesús García Ayfán y Arnulfo Gómez Segura, dirigentes sindicales de la Coca-Cola son detenidos, torturados y ejecutados extrajudicialmente; sus cadáveres aparecen al día siguiente. Aunque se desconoce el día exacto, ese mismo mes es detenido, torturado y ejecutado extrajudicialmente René Reyes, dirigente del Sindicato de la Coca-Cola.

El 1º de mayo también fue detenido el padre Conrado de la Cruz Concepción, en Escuintla. El 12 del mismo mes es ejecutado extrajudicialmente el padre belga Walter Woordeckers.

El 20 de ese mes son detenidos Marco Antonio Medrano Menéndez, estudiante de Derecho, y Julio Gabriel Monterroso Alvarado, estudiante de Psicología. Sus cadáveres aparecieron siete y nueve días después.

El 22 de mayo de 1980 fue detenido el director del Hospital de Jutiapa, Dr. Alberto Reynoso Enríquez; su cadáver apareció dos días después con señales de tortura.

El abogado del bufete popular, Carlos Recinos Sandoval, fue ejecutado extrajudicialmente el 26 de mayo de 1980.

Marlon Rodolfo Mendizábal García, secretario de actas del Sindicato de Coca-Cola, quien había sustituido a Manuel López Balam después de haber sido ejecutado, fue ejecutado extrajudicialmente el 27 de mayo de 1980. De la misma forma, es detenido y desaparecido Rogelio Mazariegos Ramírez, presidente del Sindicato de Trabajadores de Malacatán, el 29 de mayo.

A finales de abril de 1984 también fue secuestrado Fidel Antonio Avila Revolorio, dirigente estudiantil capitalino, cuyo paradero nunca se conoció. Asimismo, fue detenido el 2 de mayo de ese año Edgar Saturnino Gutiérrez Cabrera, a quien desde los tiempos de la Escuela Normal Central para Varones conocíamos como «La Toña». Según se deduce de su ficha en el Diario militar, habría sido asesinado el 4 de junio de ese mismo año. El 6 de mayo es detenido Moisés Saúl Arriaga de León, estudiante de Medicina y visitador médico. No se volvió a saber de él.

El 9 de mayo fue capturado por cuatro hombres armados Edwin Norberto Ovalle Ico, estudiante de Medicina; tenía 22 años, y nunca más se supo de su paradero.

El 14 de mayo fue detenido y desaparecido Manuel Alfredo Baiza Molina, quien había integrado la AEU de Oliverio Castañeda de León y se quedó colaborando con las subsiguientes. Se lo llevaron junto a las estudiantes María Magdalena y María Florencia Tobar Lima. Era estudiante de Agronomía. Según el Diario militar habría sido ejecutado el 1 de agosto de 1984; su cuerpo nunca apareció.

El 15 de mayo fue detenido Félix Estrada Mejía, quien había sido presidente de la Asociación de Estudiantes Normalistas –AEN– y miembro de la Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media –CEEM–. Participó en el Festival de la Juventud y los Estudiantes en Cuba en 1978. Según el Diario militar habría sido ejecutado el 5 de junio.

Luego, se dan las detenciones de Carlos Cuevas, Otto Estrada, Amílcar Farfán, Sergio Alvarado, Gustavo Castañón, Irma Hicho y Héctor Interiano, todos del Comité Ejecutivo de la AEU.

El 22 de mayo es secuestrada María Vilanova Rompich Chiquín, maestra de primaria y estudiante de Humanidades. Al día siguiente es secuestrado Iván Estuardo Velásquez Mendoza, estudiante de Ciencias Económicas, junto a su hermano Jorge Estuardo.

El poeta Luis de Lión (José Luis de León Díaz), maestro y revolucionario, fue secuestrado también en mayo de 1984; nunca se supo de su paradero sino hasta 1999, cuando su nombre apareció en el mencionado Diario militar.

Como puede verse por este brevísimo recuento, mayo sigue siendo un mes con olor a luto, como decía el poeta Otto René Castillo, pero también de banderas de lucha levantadas cada primero de mayo, en las reivindicaciones laborales. Todos y todas cayeron en la lucha por una Guatemala distinta, dejaron un legado imborrable que no puede quedar en el olvido. Hoy los dignificamos desde esta tribuna que reivindica el derecho a la memoria, a tejer los hilos de nuestra historia y a restaurar ese tejido social que fue rasgado por las manos de los militares y las «fuerzas de seguridad».


Todas las fotografías que acompañan este texto son de Miguel Ángel Albizures.

Ruth del Valle Cóbar

Feminista, defensora de derechos humanos, investigadora social, constructora de mundos nuevos. Ha pasado por las aulas universitarias en Ciencia Política, Administración Pública, Psicología Social, Ciencias Sociales. Transitado del activismo social al político, incluyendo movimientos sociales, organizaciones sociales, entidades gubernamentales y del estado.

Hilando y tejiendo: memoria y derechos humanos

0 Commentarios

Dejar un comentario