-Carlos Enrique Fuentes Sánchez / EL EDUCADOR–
El amparo provisional emitido por la Corte de Constitucionalidad a favor de las solicitudes de algunos diputados de la UNE, ha motivado de nuevo las discusiones sobre la temática. Unos a favor, otros en contra, incluyendo personas que no conocen intimidades del tema y para quienes se hacen las siguientes aclaraciones:
Durante el gobierno de Alfonso Portillo, en 2003, ante los pésimos resultados obtenidos en los exámenes de admisión de la USAC, el ministro de Educación, Mario Torres, pretendió implementar las Escuelas Normales Superiores, pero dicha propuesta no cuajó, porque la figura era ilegal, tanto; que la Comunidad Encuentro Normalista, no la hizo suya y presentó su propia propuesta. Posteriormente, en 2005, ya en tiempo de la ministra Carmen Aceña, considerando la misma causa del gobierno anterior, se pretendió crear el Bachillerato con Orientación En Educación y tres años de universidad, pero, ante la tendencia a la privatización de la carrera, hubo seria oposición, por lo cual se terminó ofreciendo a las escuelas normales oficiales una fuerte inversión, además de asistencia técnica y financiera, que incluyó formación de grado universitario a todos sus profesores. No obstante, dos años después, los resultados siguieron pésimos.
Por ello, en 2007, la EFPEM, junto a organizaciones magisteriales, realizó un estudio teórico de todas las propuestas existentes y las unificaron en una que se incluyó, junto a otros temas, en el libro azul. La propuesta incluye dos años de Bachillerato y tres de universidad, en la USAC, no en universidades privadas. El gobierno de la UNE avanzó, con apoyo de organizaciones magisteriales y normalistas, en el desarrollo de la malla curricular, mientras otros sectores elaboraron y presentaron su propia propuesta. Los ministros Ana de Molina y Bienvenido Argueta, no la pudieron iniciar por tener que resolver otros problemas educativos urgentes (eliminación del Pronade y discusión del pacto colectivo con el magisterio). Fue hasta el gobierno patriota, que la ministra Cinthya del Águila la implementó, lo que provocó manifestaciones de rechazo de estudiantes, unas genuinas y otras promovidas y financiadas por los dueños de algunos centros privados.
Cuatro fueron las razones que obligaron al cambio:
-
El 81 % de la carrera magisterial estaba ya en manos de los empresarios de la educación, es decir, de los colegios privados, quienes estaban destruyendo y desnaturalizando la carrera, pues algunos la tenían habilitada, incluso, hasta en plan fin de semana. Los profesores que impartían clases en magisterio no eran maestros y menos universitarios, solo eran bachilleres.
-
Con tal cantidad de colegios de garaje (234 a nivel nacional contra 49 escuelas oficiales), se estaban graduando 19 000 maestros anuales, de los cuales solo obtenían plaza 3 000. Los otros 16 000 quedaban desempleados y buscaban el sueño americano u otra opción.
-
Los exámenes de ingreso a la USAC seguían arrojando resultados malísimos de los graduandos de educación media: 16 % aprobados en Matemáticas y 26 % en Lenguaje. Lo peor era que, en el índice de aprobados, los maestros, de normales oficiales y privadas, ocupaban el cuarto lugar, después de los bachilleres, los técnicos y los contadores, superando apenas a las secretarias.
-
Igualmente, los resultados de las escuelas primarias seguían siendo fatales, por diversos factores, incluyendo deficiencias en el magisterio.
Se pensó que, si bien los estudios universitarios no garantizaban que los maestros fueran a ser mejores, si no se experimentaban nuevas estrategias de formación de maestros, se seguiría con los mismos resultados. Como dijo Einstein: «No podemos lograr resultados diferentes si empleamos siempre los mismos métodos». Habrá, entonces, que esperar a ver qué se ha logrado con los 1 700 profesores que se estarán graduando este año en varios centros universitarios de la USAC, algunos de los cuales manifiestan su complacencia en la formación recibida. Habrá también que esperar a verlos en acción en las aulas y esperar a ver los resultados obtenidos que, como muchos esperan, sean favorables.
Lo que nadie puede ocultar es que, si el amparo provisional se ratifica, los colegios privados tendrán de nuevo la carrera en sus manos y, con excepción de algunos cinco o seis que ofrecen una magnifica formación magisterial, los otros seguirán formando el tipo de maestros que formaban antes. ¿Es esto lo que quieren los guatemaltecos? Lo importante es llegar al fondo de las cosas y elegir lo mejor. La CC tendrá la última palabra.
Fotografía por Carlos Enrique Fuentes Sánchez.
Carlos Enrique Fuentes Sánchez

Pedagogo y Educador, con 40 años de experiencia docente en los diferentes niveles del Sistema Educativo nacional; surgido de los barrios pobres de la Capital pero formado en diferentes departamentos de la republica. participante y decisor en procesos y redacción de documentos de trascendencia en la educación nacional en los últimos años. Asqueado de la historia de injusticia social que vive Guatemala desde la invasión Española, así como de la historia de masacres y crímenes políticos sufridos por la población, aspira a una Guatemala diferente, justa, democrática y humana, a la cual se pueda llegar por medio de una educación popular y revolucionaria, para todos y todas.
0 Commentarios
Dejar un comentario