Maestro Chomsky

Byron R.Titus | Política y sociedad / TRANSFORMACIÓN

Por su humildad los conoceréis…

Tuve la suerte de crecer en Guatemala en un hogar rodeado de amor y héroes de papel y hueso –libros–. Por su profesión periodística, mi abuelo Rufino –con quien crecí–, nos llevaba los sábados a su trabajo al diario El Imparcial, otrora decano del periodismo guatemalteco. Así fue como de niño conocí a varios intelectuales en ese crisol de cultura y trabajo, de la talla de David Vela, Cesar Brañas, Ana María Rodas, León Aguilera, solo por nombrar algunos, y quienes, entre ellos, se trababan por su primer nombre.

A principios del 2012, ya residiendo en Massachusetts, le comenté a Charlie Welch, del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y director de TecsChange, que con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de Guatemala, estábamos planeado una conferencia sobre «Alternativas al encarcelamiento», con el fin de resolver el hacinamiento y considerar la rehabilitación como posibles soluciones a la problemática del Sistema Penitenciario. Le conté que había estudiado la opinión del maestro Noam Chomsky, lingüista extraordinario, filósofo, experto en ciencias cognitivas y mucho más, de nuestro MIT. Así como las opiniones de Marc Mauer, la maestra Angela Davis (en ese entonces en la Universidad de California en San Diego) y otros más, pero que por la proximidad me gustaría presentar la idea de mi proyecto y de la conferencia a el maestro Chomsky para conocer su opinión experta. Como sabía que él era su amigo, le pedí que me ayudara a concertar una cita con él.

Charlie me dio el número de teléfono de la oficina del maestro y me dijo «Llama a Beverly (Bev) y dile que es de parte mía». Así lo hice, concerté la cita, meses más tarde se llegó el día y allá voy con Chelsea –entonces mi asistente– y una su camarita digital.

Bev –su ejemplar asistente– nos recibió y en menos de dos minutos entramos al salón de conferencias, nos presentamos. El maestro ya sabía que yo era guatemalteco y con la humildad más sorprendente me empezó a preguntar sobre la situación en Guatemala, luego habló sobre nuestra cultura, la civilización maya y sus dialectos, hasta que hizo una pausa y me dijo: «Disculpe Sr. Titus ¿en qué le puedo servir?». «Maestro», le respondí, «mi nombre es…». Y procedí a exponer sobre mis investigaciones y el diseño de un modelo de rehabilitación cognitiva para individuos privados de libertad. Me escuchó con atención, Chelsea grababa la reunión (después me di cuenta que muy pobre y con poca luz), pero al final me dio su opinión y prácticamente el visto bueno a mi hipótesis. A decir verdad, esa «bendición», apoyando la de mi maestro, el Dr. Michael Quinn Patton, valió sobre muchas de las críticas que a cambio pude haber recibido de los ignorantes y menos humildes que se niegan a cambiar el mundo para que siga prevaleciendo la injusticia que llena sus bolsillos.

Fotografía por Byron Titus.

Pasaron varios años, otras visitas, el maestro siempre aportando perlas de sabiduría, publicando sus varios libros. Por mi lado, conferencias en varios lugares y, al fin, en febrero de 2015, con el apoyo e ideas del sheriff de mi condado, Lic. Lewis Evangelidis, el «programa piloto»” de reinserción comunitaria cobró vida, fue implementado por el estado de Massachusetts, en el pueblo de Webster. Desde el principio se le dio seguimiento científico, midiendo resultados y apoyándonos en la estadística para hacer ajustes e implementar innovaciones. Finalmente, en 2017, vinieron el gobernador del estado, Charlie Baker, su séquito y los medios a visitar el programa, el cual fue considerado ya como un modelo formal que se intentaría reproducir a nivel estatal.

Por medio del correo electrónico, mantenía siempre informado de las nuevas al maestro Chomsky, algunas veces contestaba Bev, la mayoría nadie, pero les sabía allí. Hasta que un día me respondió personalmente diciendo: «Byron, Bev me pasó tu correo, me alegran los resultados». Hará unos seis meses recibí otro, de su puño y letra. «Bev se jubiló y yo me mudé a Arizona… Ahora estoy en la Universidad de Arizona»… Su partida, pensé para mí, de los vacíos que no se pueden llenar.

Mi abuelo siempre insistió en que las personas sabias, más que por su talento y sabiduría, se distinguen por su humildad. En efecto, los recuerdos más gratos de los personajes extraordinarios, tanto en Guatemala como en Boston, como los de Rafael Tayac de Manila y más, son sus gestos de humildad. El maestro chomsky tiene más de 42 títulos doctorales honorarios de las universidades más prestigiosas del mundo, en 1970 el London times lo nombró el «formador del siglo xx» y posee miles de distinciones más. En nuestra comunicación jamás hablo de él mismo o de sus «logros». Le sobró la humildad que muchos carecemos. Le bastó escuchar.


Fotografía principal, Noam Chomsky, tomada de Solidaria.

Byron R.Titus

Sociólogo, investigador científico y transformador. Conferencista y asesor internacional. Actualmente director del Regional Resource Center en Webster MA. Fundador y director del Centro de Transformación a la Excelencia. Vivo fuera de Guatemala desde la noche del dia de la virgen de Guadalupe 1975. Mi cumpleaños es el 15 y 16 de julio, resido -hasta que San Juan baje el dedo- en Nueva Inglaterra, EUA. Amante de las artes, particularmente la literatura y la música.

Transformación

2 Commentarios

Eddy Morales 27/05/2019

Estimado colega y amigo:
Te escribo desde Guatemala. He decirte que, es sorprendente la humildad del Dr. Chomsky, he leído algunas de sus obras y él es admirable. Digno de ser un erudito del siglo XX. Me alegra que hayas tenido acceso a conversar, personalmente, con él y plantearle la problemática de las prisiones y como penitenciarista estoy convencido que sí se puede realizar programas de la rehabilitación exitosos como el tuyo. Saludos

Roberto Rodríguez 27/05/2019

Byron Saludos creo que LA Humildad y La Inteligencia Vencen cualquier circunstancia y tu eres un hombre qué la vida te doto de esos dos dones .Saludos

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