Los laberintos de la USAC

Virgilio Álvarez Aragón | Política y sociedad / PUPITRE ROTO

El nuevo rector de la USAC ha iniciado una campaña mediática y política para incrementar, de inmediato, el presupuesto de la universidad pública en un poco más de 500 millones de quetzales. Poca cosa, si se toma en cuenta que atiende a casi 200 mil estudiantes y que tiene presencia, aunque raquita y devaluada, en casi todos los departamentos del país.

El pedido también tiene sentido: los recursos asignados corresponden a lo solicitado en 2016 para el ejercicio fiscal de 2017, pues en noviembre de ese año el Congreso no aprobó la propuesta de ingresos y gastos para este año, quedando vigente, en consecuencia, el presupuesto del año anterior, sin que el incremento vegetativo de la matrícula pueda ser detenido.

Pero el reclamo de las nuevas autoridades universitarias, de ser totalmente cierto, reflejaría un alto nivel de irresponsabilidad administrativa, que si bien sería achacable al rectorado que recién concluyó, también lo sería a quien ahora reclama, pues el equipo de administración continúa básicamente el mismo. De parte del rector Paiz no ha habido una sola crítica a la gestión de Alvarado por no prever una situación que, según lo denunciado, le obligaría a suspender, ahora, clases y programas, cuando lo adecuado habría sido no matricular a esos estudiantes que se verían afectados ahora, e iniciar, desde enero de este año, la gestión por ese incremento.

Nadie, en una universidad seria, vive con lo del día, esperando que la bondad de políticos, públicamente irresponsables y oportunistas, le saquen las castañas del fuego en el momento de la crisis.

Imagen de Danilo Arredondo.

El actual rector fue tres veces decano de su facultad en período más que reciente, por lo que conoce muy cerca la gestión de los recursos universitarios. Sin embargo, en su campaña proselitista no presentó ninguna crítica o queja de que recibiría una universidad desfinanciada. Resulta, pues, poco creíble su desesperación y ahogo financiero, que bien podría leerse como una amenaza de recorte de recursos a quienes fueron sus opositores. Sábese, además, que desde los primeros días de su gestión han comenzado los despidos de aquellos que, simplemente, no fueron promotores activos de su nombre.

Por su lado, los jefes de bloques partidarios del Congreso, cuando este lunes le atendieron para conocer su solicitud, demostraron lo poco que entienden del funcionamiento de instituciones públicas de educación superior. Los más hostiles y bulliciosos, que por cierto son los más vinculados a la corrupción e impunidad gubernamental y militar, pidieron que la USAC se convierta en un organismo más que permita la sobrevivencia del moribundo dinosaurio ultra conservador del que ellos se alimentan.

El rector Paiz no le dio importancia a sus reclamos, pero tampoco fue capaz de presentar a las bancadas que podrían darle su apoyo, un plan serio y objetivo del proceso de modernización académica y científica de la universidad que, contradictoriamente, se aferran en evidenciar como portadora de un coservadurismo tricentenario. Modernización que no solo implica acciones cosméticas intranscendentes y hasta contraproducentes, como la apertura de centros regionales donde la demanda es mínima y se repetirán los errores de ausencia de recursos materiales y humanos de alta calidad, sino la modificación profunda en la capacitación de recursos humanos para la docencia y la investigación, así como la optimización de los recursos materiales para que estas acciones tengan efectivos impactos en la formación de los nuevos profesionales y la producción de nuevos y mejores conocimientos.

Imagen tomada de la USAC.

Aunque el nuevo rector hizo énfasis en los recursos supuestamente faltantes, no entregó a los jefes de bloque el detalle puntual y pormenorizado de esas dificultades, con lo que ni diputados, ni sociedad en general, sabemos dónde y por qué la USAC se podría encontrar en “trapos de cucaracha”, como supuestamente dice la máxima autoridad que se encuentra.

La USAC requiere de un urgente y profundo proceso de transformación que, más que reformador, sea fundacional de una institución comprometida con el desarrollo científico y cultural del país, con la mirada puesta en el futuro, dejando de ser una simple máquina de repetición de conocimientos y formación de profesionales atrapados en el pasado, que hacen de sus limitados conocimientos mercancías. Para ello, como ya se ha dicho infinidad de veces, la Universidad de San Carlos debe dejar de ser una universidad de profesionales, para convertirse en una universidad de estudiantes y profesores, donde, siendo ellos los que la gobiernen y administren, se dediquen de manera casiexclusiva a enseñar, aprender e investigar.

Lamentablemente ese proyecto fundacional no se encuentra en la ideología del actual rector y su equipo.


Virgilio Álvarez Aragón

Sociólogo, interesado en los problemas de la educación y la juventud. Apasionado por las obras de Mangoré y Villa-Lobos. Enemigo acérrimo de las fronteras y los prejuicios. Amante del silencio y la paz.

Pupitre roto

2 Commentarios

carlos eduardo monge 13/07/2018

USAC Institución sin transparencia, con alta corrupción e improductiva. Con dificultad de obtener información (incumple ley de acceso a la información)se determina que +/- se gradúan 7,000 profesionales al año.
Considerando estos graduados como su principal producto, basta realizar una operación sencilla: al recibir el 5% de aproximadamente Q. 57,994,800,000 (de ingresos tributarios) equivale a Q.2,899,740,000, se realiza la operación que desee (ej.: Q.2,899,740,000 / 7,000 alumnos) y obtendrá indicadores alarmantes, sobre todo si lo compara con el mayor problema de Guatemala «LA DESNUTRICIÓN CRÓNICA» .

Si se analiza el MANDATO DE LA USAC: Artículo 2o. de su Ley Orgánica que establece: «Su fin fundamental es elevar el nivel (*Grado o altura que alcanzan ciertos aspectos de la vida social) espiritual (*Perteneciente o relativo al espíritu; 1. m. Ser inmaterial y dotado de razón. 2. m. Alma racional.) de los habitantes de la República, conservando, promoviendo y difundiendo la cultura y el saber científico.» Patético.

Fernando González Davison 13/07/2018

La USAC esconde tanta corrupción que requiere un cambio de fondo a fondo. El mejor ejemplo a seguir es una revolución interna y un nuevo marco legal como el de la UNAM, donde los alumnos excelentes de todo el país son recibidos y becados, y defienden su alma mater estudiando y dando lo mejor de sí mismos, como los profesores que no son de mentiras como los de acá, con doctorados de garage que no redundan en un beneficio para la sociedad. Hay que seguir el ejemplo de la UNAM

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