Los gestos indignados de la canciller

Ramiro Mac Donald | Política y sociedad / ALIQUID STAT PRO ALIQUOT

Voy a realizar un breve análisis semiótico de un video que estuvo circulando en las redes sociales digitales esta semana, en el que (sin sonido alguno) capta a dos personajes de pie: del lado izquierdo del video aparece la canciller de Guatemala, Sandra Jovel, y del lado derecho, Jordán Rodas, procurador de los Derechos Humanos. El escenario es nada menos que la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia.

Descripción del video

  1. El video se inicia con el dedo índice en alto de la mano izquierda de la canciller, apuntando literalmente hacia la cara del PDH. Él se encuentra muy atento y escucha atentamente, con las manos entrelazadas colocadas al frente. Sin moverse. No se inmuta el procurador. Está tenso, pero sereno.

  2. Durante unos segundos, la canciller agita el dedo índice de su mano izquierda y bambolea suavemente su cuerpo de un lado a otro. Varias veces mueve en forma circular su mano, con el dedo índice levantado. También mueve su rostro, de un lado hacia el otro, se percibe que es de manera negativa. El dedo de la canciller pasa varias veces frente al rostro del PDH. Él no cambia de posición. Muy derechito, parado frente a la funcionaria de Jimmy Morales.

  3. En el segundo 12 ella cambia de posición y ejerce un pequeño movimiento de su cuerpo hacia adelante, sin dar un paso, ni para adelante ni para los lados. Pero inclina su voluminosa humanidad hacia la del procurador, quien evidentemente es más delgado que la burócrata. Él sigue respetuosamente escuchándola, sin decir una sola palabra. Ella habla y habla. No deja de hablar, gesticulando en forma muy notoria.

  4. De repente, la canciller cambia de mano. Sigue apuntando varias veces al procurador con su dedo índice, pero ahora lo hace con su mano derecha. Se percibe que es un poco más enfática. No detiene su exposición y sigue gesticulando.

  5. El PDH busca responder a la avalancha de requerimientos, pero lo hace en forma muy corta. Él hace un movimiento con ambas manos (como para confirmar lo que dice) y vuelve a colocarlas frente a su cuerpo, muy firme. El PDH se vuelve a quedar callado, en vista de que ella lo interrumpe, y la canciller vuelve a la carga.

  6. Ella retoma la palabra y le señala directamente, por enésima vez, con el dedo índice derecho. Luego, hace un gesto especial: el dedo de su lado derecho, señala hacia su lado derecho, como refiriéndose a una tercera persona. Tal vez sobre alguien de quien está refiriéndose (¿el presidente Morales?).

  7. Finalmente, la canciller repite la escena del dedo acusador y cuenta con ambas manos. Señala: una, dos y tres veces. ¿Algo habrá ocurrido tres veces y es posible que ese sea el tema que reclama la burócrata?

  8. El video se interrumpe abruptamente. El dedo queda congelado, acusadoramente.

Interpretación semiológica

Voy a basar este análisis, entre otros, en un texto de la semióloga italiana Patricia Magli, profesora de las universidades de Bolonia y Venecia, publicado en una revista especializada hace varios años. Dice Magli que existe un idioma del cuerpo, porque el cuerpo habla por sí mismo. Tiene un lenguaje y por lo tanto se puede leer.

En este caso, la funcionaria habla con todo su cuerpo. Se pueden leer, a simple vista, varios signos de malestar, enojo. No se escucha qué dice, pero se entiende que le está recriminando al PDH algún tema. Todo su malestar es transmitido al levantar sus dedos índices (usa los de ambas manos), los que pasa varias veces frente a la cara de quien le escucha, sin inmutarse. Este dedo es el que se utilizar para acusar o indicar reclamo.

Los semiólogos estudiamos ese espacio cargado de signos que es el cuerpo humano. Por eso, se dice que la lengua puede mentir, pero que al cuerpo le cuesta hacerlo, porque está unido (inexcusablemente) al gesto humano que pretende comunicar. Y si algunas personas pueden falsear la verdad con sus gestos manipulados, hay que ser un profesional del teatro o del cine para lograrlo. Pero, en este ejemplo, la canciller de Jimmy Morales no deja de expresar sensaciones de irritación. Y las pone de manifiesto, clara y decididamente.

Según Magli, el cuerpo humano está en «permanente insomnio comunicativo». Es decir que transmite de forma ininterrumpida decenas de informaciones, aun cuando su emisor esté callado o hasta inmóvil. Y es que el cuerpo no puede no comunicar, como lo ha dicho desde hace años la Universidad Invisible. Porque el cuerpo es, en sí mismo, un signo por excelencia, tiene una sustancia que es la materia significante (lo material) y esta brinda significados, que terminan siendo las ideas que asociamos como imágenes mentales, luego de percibir cualquier signo. Y como tal, el gesto adusto y retraído del PDH, al permanecer totalmente inmóvil y respetuosamente escuchando, comunica una sensación de oírla como escuchar la lluvia, sin alterarse. (Ya va a pasar esta tormenta, habrá pensado).

Recordemos que el cuerpo tiene funciones performativas, dice Magli, según las relaciones interpersonales que tengamos. Porque el cuerpo está al servicio de un programa que busca comunicar y allí entran a funcionar los brazos, las piernas, la cabeza, el tronco, etcétera, que actúan cada uno en su propio espacio pero con un sistema común. Porque para los que estudiamos semiología, el cuerpo humano es como un texto multidimensional, con múltiples canales en forma simultánea. El video proyecta que el voluminoso cuerpo de la funcionaria de Gobierno se mantiene en extrema tensión, durante los 42 segundos, por lo que es muy posible que esté sufriendo de un ataque de ira, además, su exagerada gesticulación demuestra un mal manejo de sus emociones. Hasta podría calificarse de mala educación, pues señalar con su índice a quien la escucha, es de mal gusto.

En esta conversación se registra, claramente, una total interacción entre habla y gesto, y, aunque no podemos escuchar las palabras de la canciller, sus movimientos gestuales potencian sus palabras, porque un gesto también puede confundir, pero lo normal es que se utilice para enfatizar el contenido del discurso, para apoyar lo que se está diciendo. Como sucede en los gestos elocuentes de la señora, frente a un inexpresivo procurador.

Según el semiólogo y teórico de cine Christian Metz, los gestos se pueden clasificar en dos tipos: a) gesto-acto, como acomodarse los anteojos, y b) gesto-signo, como el saludar. Todos los gestos que la canciller nos muestra en el video son gestos-signo. Lo que nos recuerda que los gestos se enmarcan en el comportamiento no verbal y que algunos pueden ser involuntarios, y otros todo lo contrario, aunque ambos están impregnados de sentido para quien los sabe leer. También recordamos que Barthes decía que hay gestos poderosos, que transmiten sentimientos, como el dedo acusador que utiliza Jovel frente a Rodas.

Por eso el gesto es un texto que podemos leer, según Barhtes, quien acuñó que el gesto es materia sígnica, es poder, es énfasis. La canciller se siente poderosa, se apoderó de la conversación y ni dejó libertad para la expresión a su interlocutor, en esos 42 segundos. Y es que el semiólogo francés señala que somos marionetas de nuestros sentimientos, los cuales terminan siendo los hilos que mueven nuestras manos, nuestro torso, nuestros dedos. Más claro imposible: las emociones de la canciller salen a relucir como huellas torpes, en una serie de gestos toscos y duros que son lanzados (consciente o inconscientemente) en contra del PDH.

Y recordamos que Barthes afirmaba que el sentimiento más visceral es el más estereotípico: el odio, la ira, el malestar, el propio amor, se manifiestan en forma característica, fácil de comprender. La mano que saluda, el beso que se tira al aire, el abrazo desde lejos, la cara de malestar o la risa, todo esto es visceral y se manifiesta desde adentro hacia afuera. La encargada de la cartera de Relaciones Exteriores, en este video, exhibe claramente que no aprecia ni valora con quien está hablando, desde su interior salen solo gestos negativos.

Como podemos ver, hay una semiótica del cuerpo que estudia los gestos y es una especialidad que pone de manifiesto la superficie del cuerpo y los factores de comunicación que intervienen en ella, desde la inclinación, la mirada, el tono de voz, los gestos de la mano, la dirección e intensidad de la mirada, etcétera, porque un gesto corporal es más elocuente que cualquier palabra.

Finalmente, de otro gran semiólogo, Paolo Fabri, a quien admiro profundamente, tomo esas últimas frases: el cuerpo suscita afectos y efectos. En este caso, hay total desafecto entre ambos personajes. Y los efectos son notables, mucho más evidentes en la canciller. En su rostro ella remite a la tipología de las pasiones. En ese rostro reclamante se pueden decodificar 3 facultades: del saber, del poder y del querer. Sin escuchar ni una sola palabra de lo que dicen, se sabe que ella actúa prepotentemente: se mira que se siente empoderada, que tiene poder político y que quería demostrarle al PDH su profundo malestar; el fastidio y la incomodidad que Jordán Rodas representa para el gobierno de Jimmy Morales.


Fotografía tomada de Twitter.

Ramiro Mac Donald

Semiólogo social. Académico de Ciencias de la Comunicación. Periodista.

Aliquid stat pro aliquot

2 Commentarios

Alfredo Porras Smith 06/09/2018

Sandra Jovel es uno de tantos bochornos para Guatemala. Tengo entendido que ella hizo carrera en el ministerio. Pero esa carrera quien sabe de qué fue. Estoy muy convencido de que Jovel es por mucho, la peor persona que ha ocupado el puesto de Canciller de la República en muchos años.
Mis felicitaciones al académico Ramiro Macdonald por tan exacta y acertada lectura semiótica de esta terrible y pesada escena.

jovanna de argueta 06/09/2018

La carrera del Senor Procurador ha sido de anos , considerando que ha tenido a su cargo diversos puestos que le han aumentado su curriculum que media para tratar todo nivel de personas que concurren el ámbito político, llegó a conceder todo y cada uno de sus conocimientos para lograr ser el funcionario que lo acredita hoy, yo me pregunto, cuál ha sido la negligente acción de colocar a una persona fuera de todo concepto y capacidad para relacionarse con el público nacional e internacional menos aún , alternar con personalidades como Embajadores y Cónsules , qué curriculum llenó públicamente , tal cual el Comisionado de los Derechos Humanos si presentó? Personalidades de carrera han sido elegidos para ocupar la representación de un Ministerio de Relaciones Exteriores y esta empleada de gobierno , lo único que ha fomentado desde que se sentó es acuerpar toda clase de litigios , cuando ningún Ministro ha optado en los anos anteriores en meterse con los asuntos del ejecutivo, Bueno es claro que le han convenido a sus placeres personales, eso de ir al Vaticano a colocar un mural de la Virgen del Rosario, tal que ni tiene la mínima inclinación a nada de la iglesia en Guatemala, bueno el placer del viaje , obvio fue complacida por el tan complicado e indisciplinado individuo que comanda el ejecutivo, Luego otro viaje muy conveniente ir a Israel, qué nos preguntamos qué fue a realizar de relevante .? Ahora los deslucidos cuestionamientos , por compadrazgo con el ejecutivo para abusar con levantarle hasta el dedo a un funcionario , qué fuera total de conocimiento de lo que IMPERA EN UN FUNCIONARIO QUE SE SUPONE DEBE TENER QUE ROZARSE CON EMBAJADORES, Qué sabe de MODALES? QUE FUE LO QUE NO ESTUDIÓ O CAPTÓ PARA COMPARTARSE TAL CUAL, NI TAN SIQUIERA EN UNA ESCUELA O AL MENOS DEL HOGAR DE SUS PADRES? LUCE COMO NO MEDIAR SU CONDICIÓN POLÍTICA ANTE LAS CÁMARAS.? GRAVE PRESENCIA, EN BALDE SERÁ QUE SE ENJOYE O MAQUILLE , cuando la cultura y educación la tiene por los suelos. AH PERO eso sí, era la óptima para rozarse con el Papa, sin ninguna educación ni cultura de los por qués iba a ese develación del mural. Los Ministros que ocuparon ese puesto han tenido carrera en el país, no digamos que gobierno, en el país, personalidades con alto grado de roce social. Qué calidad de asesores tiene Joviel.?

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