Los cuasi eternos mesías

Mauricio José Chaulón Vélez | Política y sociedad / PENSAR CRÍTICO, SIEMPRE

La historia de los caudillismos vaya si no pesa en nuestras sociedades. Caudillismos patriarcales, así sean ejercidos por mujeres (porque el patriarcado y el machismo logra su cometido cuando lo reproducen en mejor cuantía y valía las mujeres) y no digamos por los hombres. Caudillismos donde se integran todas o casi todas las formas de poder: el patrón de la hacienda y de la finca, la blanquitud, el sentido del capataz, lo religioso, lo neoliberal, etcétera. Y está el que habla desde el púlpito y ofrece la salvación eterna. Y está el que habla desde el banco y ofrece el crédito que salvará tus deudas. Y está quien habla desde la tarima política y ofrece el nuevo país. Y está quien habla desde el individualismo y ofrece que todo mundo puede ser exitosa, exitoso y líder innato. Y está el expoliador, el rico que acumula en competencia con su misma clase porque poseen medios de producción similares, porque asumen la blancura como mecanismo para acumular sus capitales, y que de repente sale con un discurso de cambio. Nos muestra a quienes estamos en la oscuridad de la caverna -¡como si quisiéramos estar ahí!- que nuestra sociedad ha estado cooptada por élites que hay que romper. Y en sus intereses, capitalistas y de acumulación diversa, tratan de ganarle el pulso a otros competidores y posicionarse en el ámbito del «buen político», del «buen ciudadano», del «buen civil», del «civilizado», del «buen chapín».

Hagamos uso de la historia. Cuando Jorge Ubico Castañeda fue apoyado por una buena parte de la oligarquía nacional y por los Estados Unidos en picada económica, se le proporcionaron todos los medios para que ejerciera el poder de manera dictatorial. Era el contexto y lo hizo muy bien en su megalomanía, su autoritarismo, su violencia y su racismo. Pero, al cabo del tiempo, cuando las circunstancias lo demandaron, esa «derecha democrática» (que en realidad no lo es, porque no hay derechas democráticas, o al menos yo no las he visto, si me corrigen por favor; a no ser que se trate del concepto limitado de democracia burguesa con bases en los periodos clásicos helénicos y remanentes idealistas y positivistas) firmó para que el dictador, que les había trabajado a buena conveniencia, se alejase del poder.

Pero cuando había que tomar medidas de transformación social, y lo hicieron Arévalo y Árbenz, esas derechas volvieron a cerrar filas y claudicaron ante la dependencia del imperialismo, acabando con el proceso revolucionario popular guatemalteco de aquel momento. Bloquearon el paso y desde ahí no nos hemos podido recuperar. Y hubo sectores de izquierdas que confiaron en ellos. Trabajaron juntos, mientras que otros visionarios, con mayor agudeza crítica de estadistas se dieron cuenta y decidieron combatirles. Sin embargo, aquellos se victimizaron y haciendo llamados de sirenas a la unidad (falsa por supuesto), le tendieron una trampa a los procesos.

Eso es un peligro hoy por hoy. El magnate de Muti Inversiones en Guatemala, ahora se presenta como una especie de nuevo mesías. Como alguien dispuesto a unificar esfuerzos en beneficio de una patria que personas como él han llevado al cadalso, han llevado a la ruina, y que sus propuestas van primero en función de sus propios intereses y luego en los intereses de grupos que le pueden servir como plataformas políticas y simbólicas-estructurales efectivas.

No importa si Dionisio Gutiérrez tiene una raigambre criolla o no. No toda la oligarquía está constituida de criollos. El criollismo también se adquiere a través de uniones familiares y otros procesos asumidos o impuestos. El asunto es ver aquí que el despojo continúa, y el despojo de ideas y de reflexión crítica también está funcionando.

Y para muchas personas, quienes criticamos esto estamos dentro de teorías de conspiración o nos hemos quedado estancados. No. Tenemos claro que el camino es la unidad popular contra el despojo. Y si no le entramos a eso, las mismas élites con otras que funcionan ahí no tan evidentes, sean o no criollas, sean o no blancas, sean o no ladinas, sean o no mestizas, seguirán frenando el verdadero resurgir de los pueblos en unidad más concreta y convergencias con sujetos y actores alternativos que de verdad planteen cara a un capitalismo salvaje. Y ese capitalismo salvaje está integrando paulatinamente a muchos de los permitidos en la palestra del poder y ni cuenta se dan o sus arribismos no les permiten darse cuenta. Son a ellos a quienes se les permite ir a departir las viandas con el poder.


Mauricio José Chaulón Vélez

Historiador, antropólogo social, pensador crítico, comunista de pura cepa y caminante en la cultura popular.

Pensar crítico, siempre

Un Commentario

Benjamín Hugo Gálvez 05/05/2018

Excelente. La crítica debe ser una actitud. La lectura me dice que los valladares a la actitud crítica las encontramos en las ideas dominantes de la élite. Esto nos obliga a ingresar al escenario de las batallas de las ideas. Pregunto ¿Como pertrechar-nos?

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