Los contenidos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la escuela

Edgar Florencio Montúfar Noriega | Política y sociedad / IDEAS AL AGUA

El cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible propone alcanzar una educación de calidad para todos. La meta es «Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos». Una educación de calidad hace referencia a las habilidades que demanda el siglo XXI. Entre estas se encuentran dos ejes esenciales: la educación para el desarrollo sostenible y la educación para la ciudadanía mundial.

La educación para la ciudadanía mundial supera la noción de educación cívica que se limita únicamente a la participación del individuo en la vida colectiva a través de las instituciones presentes en el país y desarrollar contenidos sobre el funcionamiento de los sistemas políticos locales. Para la Unesco, la idea en la que se fundamenta la educación para la ciudadanía es que la enseñanza debe contribuir a que las personas tengan medios para interaccionar con la sociedad y participar en la toma de decisiones que desembocan en políticas sociales, culturales y económicas. Esto implica una reflexión sobre el propio actuar en acciones tan cotidianas como el consumo, nuestro comportamiento respetuoso y digno con los otros, los problemas presentes en el contexto y las acciones que, como ciudadanos, requiere la construcción de sociedades democráticas, pero también entender la dinámica mundial y nuestro papel en esa dinámica. En este marco, existen contenidos como tolerancia, diversidad, derechos, participación, fraternidad, equidad, conocimiento, identidad, comunidad, pensamiento reflexivo, pensamiento crítico y creatividad.

La educación para el desarrollo sostenible formula que, a lo largo de sus vidas, las personas adquieran las habilidades, valores y competencias que les permitirán alcanzar soluciones y desarrollar nuevos caminos hacia un futuro mejor. Esto implica comprender los cuatro dominios de la sustentabilidad: el medio ambiente, la sociedad, la cultura y la economía. Cada uno de estos dominios deben ser contextualizados en lo local y lo global, valorar el conocimiento interdisciplinario. Entre los conceptos necesarios para alcanzar la educación para el desarrollo sostenible como la biodiversidad, el cambio climático, la sustentabilidad y la sostenibilidad, el medio ambiente, el reciclaje, los recursos, el consumo, la contaminación.

Tanto la educación para la ciudadanía mundial como la educación para el desarrollo sostenible están altamente vinculadas. La primera desarrolla las habilidades de participación y de convivencia, y la segunda dota de la posibilidad de un futuro mejor para todos y todas.

El pasado 28 de julio, el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) y de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/Unesco Santiago) presentaron los resultados del Análisis Curricular del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019), donde incluyeron los análisis vinculados a lectura, escritura, matemáticas y ciencias, pero agregaron los ejes de educación para la ciudadanía mundial y el de educación para el desarrollo sostenible. En este informe se presentan los resultados de las revisiones curriculares de los 19 países que participaron, incluyendo a Guatemala.

La información tiene un especial valor, ya que permite tener una vista de los contenidos presentes en el Currículo Nacional Base de Guatemala que contribuyen a la agenda 2030, pero principalmente aquellos que están ausentes y que deben ser agregados. También es importante recordar que el currículo educativo guatemalteco es una aspiración, no es necesariamente lo que se está impartiendo en las aulas, pero hay que trabajar para que esto ocurra.


Edgar Florencio Montúfar Noriega

Hijo, padre, esposo, hermano, sociólogo y pecador creyente que vuelve a pecar

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